sábado, 24 de junio de 2017

Guerra y Paz (BBC)

¡Ay, las adaptaciones literarias! ¡Cuánto daño han hecho esos intentos de condensar 600 páginas en apenas 90minutos de exiguo metraje! Aunque también haya intentos en dirección contraria, meter toda la trama de un libro en una película implica habitualmente toneladas de tijeretazos, personajes fusionados y sucesos sin explicación para todos aquellos que no hayan leído los libros. Por suerte para los que queremos ver una buena adaptación, cada vez más se está imponiendo la moda de convertir un libro, no en una película, sino en la temporada de una serie (Juego de tronos, Palmeras en la nieve). No siempre queda bien (El hombre en el castillo) pero sí permite tomarse las cosas con más calma, desarrollando tanto los personajes como la trama con el tiempo necesario para que deje poso y no parezca un pastiche apelotonado.



Este es el ejemplo con el que nos hayamos hoy. Guerra y Paz, de León (Lev) Tolstoi es uno de los mayores mastodontes de la literatura rusa. En este libro seguimos las vicisitudes de unas cuantas familias de la nobleza de la corte de los zares rusos a lo largo de cincuenta años. Las diferentes productoras han acometido variadas producciones, que nos han dado películas de 2-3h visiblemente insuficientes, miniseries de un par de capítulos algo apelotonadas e incluso una ópera, pero es con esta versión de la BBC de 6 capítulos de 90 minutos (9h en total) la primera que veo que permite llegar (casi) a desplegar la compleja urdimbre de relaciones humanas que Tolstoi plantea en su manuscrito original.


A cargo de tamaña temeridad está la BBC, quizás de las pocas productoras que pueden atreverse con el desafío y salir airosas del brete. No en vano, un vistazo a un puñado de escenas aleatorias de la serie despeja las dudas en cuanto a la cantidad de medios y el buen tino en el uso de los mismos. Siguiendo el canon de la BBC no se escatima en gastos para tener una fastuosa puesta en escena, con todos los extras necesarios para recrear brillantemente las cortes zaristas y los suntuosos palacios (y apestosos establos) en que se movían.

A ello se le debe añadir un guión sólido, que sabe el tiempo del que dispone y se lo toma con la calma necesaria para desarrollar a los personajes con acierto, presentarnos las tramas y dejar que estas se entrelacen a lo largo de los minutos. Sabe qué debe explicar, encontrando el equilibrio adecuado para no saltarse nada ni resultar tediosa en ningún momento. Eso sí, puede que sea muy “inglesa” para algunos, todo es pompa y protocolo, con toda la seriedad británica… ¡pero en la corte rusa! Eso sí, que nadie espere brío ni acción deslumbrante. Guerra y Paz es una de las novelas más largas jamás escritas y Tolstoi no se caracteriza por su prisa, ni mucho menos.

Para dar vida a los inolvidables Natascha, Pierre y Andréi tenemos a Lily James, Paul Dano y James Norton, cuyo denodado esfuerzo da lugar a notables interpretaciones que bien rememoran a los que imaginé en su momento al leer los libros. Dentro del apartado de secundarios, encontraremos a lo más granado de los veteranos del cine británico. Se nota que la BBC está detrás y los medios no faltan en ningún momento.

El único detalle que me chirría “un poco” es el hecho de que a lo largo de la historia pasan unos cuarenta años bien buenos. Sin embargo, el tiempo parece haberse detenido para los protagonistas. Algún secundario varía y se hace viejo, pero al trío principal no le sale ni una arruga ¡y ni siquiera cambian de peinado! Sorprende este detalle en una propuesta, por otro lado, tan bien cuidada.

La adaptación de este conocidísimo drama histórico está realizado con el oficio que uno esperaría de sus productores. Un trabajo bien trazado y bien rodado para condensar acertadamente en 9h una de las obras cumbre de la literatura rusa. Si os gusta el libro o el tipo de serie, es una de las que no deberíais dejar pasar. Estamos de acuerdo en que ya hay mil versiones de Guerra y Paz y ésta no aporta nada nuevo, pero es quizás la que plasma con más acierto el texto de Tolstoi. Evidentemente, no es una propuesta que agrade a todo el mundo, pero el público afín disfrutará con ganas de esta serie.

Datos técnicos: 1 temporada de 6 capítulos de 90min. No obstante, también se ha emitido como 9 capítulos de 60min. Imagino que los cortes entre capítulos quedarán muy raros aquí ^^.

Nota: 8

miércoles, 21 de junio de 2017

Middlesex (Jeffrey Eugenides)

Llegamos ya al número 13 de la Cesta’13 (je, je). Por de pronto, la contraportada contribuye a aumentar las expectativas. A ver qué tal está. Aparte, ya tocaba cambiar el libro de "próximamente", que han sido muchos meses.

Título: Middlesex
Autor: Jeffrey Eugenides

“Enamorado de una mujer pero temeroso de lo que pueda suceder en el momento de la verdad, Cal Stephanides decide revelar su secreto. Porque Cal, como Tiresias, ha vivido como mujer y como hombre. Todo empieza en 1922, cuando los abuelos de Cal huyen tras la guerra y se instalan en América, en casa de una prima de su marido. Y las dos parejas tendrán a sus hijos casi al mismo tiempo, y éstos, en un doble o triple juego de consanguinidades, se casarán y serán los padres de Cal. Que cuando nace es Calliope, y parece destinada a encarnar la leyenda sobre esas niñas que cuando llegaban a una cierta edad se transformaban en hombres. Y así comienza esta novela, que abarca ocho décadas en la historia de una familia y es uno de los intentos más ambiciosos de escribir la Gran Novela Americana.”

Como he comentado arriba, ¡cuánta grandilocuencia desborda el resumen! La verdad es que el libro no cumple lo que promete. El mito de Tiresias es ignorado sin ningún pudor durante caso toda la novela en la que seguimos la vida de tres generaciones diferentes de una familia griega que emigra a EEUU huyendo de la guerra con Turquía. Las tres partes en que se divide el libro se hayan bien diferenciadas, marcando las distintas épocas en que se sitúa la historia. Tanto que da la impresión de que están compuestas por diferentes escritores (o en momentos muy separados en el tiempo) y, la verdad, las dos primeras son bastante plomizas. Hemos leído estas historias más grandes que la vida mil veces, escritas habitualmente con bastante más acierto y frescura. Eugenides repasa todos los tópicos habituales, los adereza con la iconografía y la cultura griega y poco más, sin nada destacable que contribuya a captar el interés del lector.  Sin embargo, la última de las partes, la protagonizada por Cal Stephanides, tiene mucha más gracia y vale la pena, por sí sola, el esfuerzo de leer el libro.

Con Lefty y Desdémona Stephanides asistimos al final del dominio griego en las tierras de Izmir, con el

consiguiente exilio de la familia a EEUU, donde llegan al final de la IIGM, luego asistiremos a los esfuerzos de la familia por salir adelante.

Posteriormente, la acción se sitúa en el Detroit de 1967, cuando Milton y Tessie Stephanides son adultos, convirtiéndose en testigos de la llegada y la primera integración de los negros en la ciudad, concluyendo con la descomunal crisis que sufrió el sector a finales de los sesenta, con los consiguientes problemas sociales que ello condujo.

Durante estas 400 páginas hemos seguido, más o menos, la historia de los EEUU contada con poca gracia usando como vehículo a un puñado de personajes sin apenas personalidad y todavía menos carisma. La familia griega podría haber desaparecido y apenas se habrían quitado unas treinta páginas de una trama que me interesaba entre poco y nada. La documentación es notable, no lo vamos a negar, pero no añade nada nuevo a un género ya bastante desgastado.

Sin embargo, todo cambia cuando aparece Cal Stephanides en danza. Seguimos su vida desde su nacimiento y no tiene desperdicio. Biológicamente es XY, pero sus genes se expresan deficientemente y nace con cierta androginia. Sus padres, creyendo que tienen una niña, la crían como tal. Cal nota desde un primer momento que algo funciona mal en su cuerpo, pero su propia vergüenza, el pudor de sus padres y la incompetencia general de la sociedad impiden a la familia entender que ocurre. Bien entrados los setenta, cuando los problemas salen a la luz, Cal ya es adolescente, tiene que lidiar con médicos que no entienden lo que ocurre o que consideran su caso como un trampolín a la fama, su familia es incapaz de concebir qué ocurre y Cal no tiene idea de quién (o qué) es.

De repente, ¡vaya cambio! El estilo no tiene nada que ver con lo visto anteriormente, con un desarrollo de caracteres espectacular. Cal Stephanides (y su obvio cacao mental) es de los personajes que se te clavan con ganas en el alma y se hacen querer (y odiar y compadecer y adorar…). Cada página se degusta como un whiskey añejo, a medio camino entre el dolor y el placer, pero disfrutando de cada sorbo. No sólo por el estupendo berenjenal que supone el descubrimiento personal de su protagonista, sino también como se sumerge en el San Francisco de la época, donde la transexualidad y otros tabúes empiezan a salir a la luz –aunque sea entre la clandestinidad y los abusos de los despiadados-. Canelita fina.


Esta última parte bien vale su reconocimiento y estoy seguro de que es la mayor responsable de la fama de Middlesex. El “buen” sabor de boca que deja está al alcance de pocos libros. ¿Vale la pena soportar entonces 400 páginas tediosas para disfrutar durante las 200 finales? ¿Era necesario explicarnos las desventuras de los abuelos y padres de Cal? Quizás sí, quizás no. Entiendo que un contexto en el que ubicar a Cal es necesario (empezar del tirón con su historia no tendría la misma fuerza), pero el camino hasta los setenta se me ha hecho demasiado pesado, teniendo que forzarme a seguir leyendo durante buena cantidad de páginas.

En fin, una novela muy particular, con 400 páginas de género histórico muy anodino con la sola novedad de tener un punto de vista griego de la historia de los EEUU para acabar con 200 páginas estupendas con un personaje protagonista inolvidable. Si alguien es capaz de pagar el peaje, seguro que disfrutará enormemente del libro. Para mí, ha quedado como un sí, pero no…

Nota: Las dos primeras partes, cercanas al 1. La tercera parte, 9. Cosa vuestra como baremáis el tema xD.

Nota goodreads: 3.98/5

domingo, 11 de junio de 2017

32 de Agosto en la Tierra

Como puede parecer obvio, con el ritmo que llevo, debo desistir de repasar TODAS las películas de Villeneuve que tenía pensado ver. Como despedida, me decidí a ver su película debut para saber qué sabía hacer este hombre con veinte añetes recién hechos.


Cuánta fue mi sorpresa al ver que 32 de Agosto en la Tierra no  es más que la típica película romántica. Chica independiente y feliz tiene un accidente de tráfico en el que debería haber muerto pero sobrevive milagrosamente. Al tener días “regalados”, empezando por el 32 de agosto, decide dar un vuelco a su vida y tener un hijo, algo que juró que nunca haría. Para ello escoge a su mejor amigo para que se acuesten y así ser fecundada.

Sin embargo… No es la típica película romántica. Villeneuve sabe dotar a la película de un aura de irrealidad en el que cualquier cosa es posible. Estos días adicionales (se llega hasta el 35 de Agosto ^^) contienen el argumento de una comedia romántica convencional, pero en la que el director canadiense se las arregla para imbuir ideas sobre la importancia del destino y del determinismo, en la manera en que nuestras decisiones tienen consecuencias y cómo éstas afectan a nuestras vidas.

A lo largo del resto de reseñas hemos comentado como Villeneuve se las arregla para sacar mucho jugo de los exiguos presupuestos de los que dispone. En 32 de Agosto… este factor se lleva al límite. Es su ópera prima y no tiene ni un duro. Toda la película está rodada cámara en mano (y diría que casi con cámaras domésticas), los escenarios tienen muchos números de ser las casas de los propios actores y seguro que también aportan sus coches a la película. Por ello, no nos debe extrañar que la puesta en escena sea más que modesta. Casí pedestre en algunos momentos.  No obstante, Villeneuve se guarda bajo la manga un par de escenas de una calidad inesperada que nos revelan al pedazo de director que ya se escondía ahí dentro (el paseo mientras ella confiesa sus intenciones maternales, rodado en un único plano de tres minutos, o la caminata desesperada en el desierto, con una fotografía realmente hipnótica).

 Si uno se para a analizar la película, encontrará fácilmente indicios de que tras ella se hayan las manos de un director que sabe muy bien lo que hace, con ganas de mostrar las toneladas de calidad que tiene dentro. Un tema que no siempre es obvio para el común del espectador, que captará fácilmente las mayores pegas de la película: 32 de Agosto… tiene sus ínfulas de alejarse de lo convencional, pero en ningún momento consigue evitar ser una comedia romántica estándard. Quizás no tan simple como la mayoría y decididamente bien rodada, pero sin nada de especial que haga disfrutar o permita que su visionado perviva en el tiempo más que unas pocas horas.

Esta comedia romántica gratuitamente compleja queda, pues, como una curiosidad, como una película para completistas que deseen ver el prometedor debut de un director que ha proporcionado muchas horas de buen cine. Más allá de ello, no tiene ningún aliciente más que la aleje del montón de propuestas del mismo género realizadas con más presupuesto y veteranía.


Nota: 5
Nota filmaffinity: 6.2