lunes, 11 de febrero de 2019

La forma del agua


Después de un placer tan gozoso como ese, seguimos con las películas oscarizables del año pasado, que siempre deben caer (je, je).

Hoy viene un cuento gótico donde la belleza responde a una universalidad y una resonancia película que son distintivos de los maestros del género. Brillante, divertida y fácilmente embriagadora, es el film de más éxito de Guillermo del Toro, que alía con éxito el ejercicio de estilo con la narración poética.

Señora de la limpieza dentro de un laboratorio gubernamental ultrasecreto, Elisa mantiene una existencia solitaria. Todavía más aislada debido a su mudez. Su vida sigue el ritmo marcado por los horarios de trabajo, monótonos; el tic tac de su reloj, monocorde; el trayecto en bus hasta el lab, inmutable; y sus pequeñas costumbres de soltera, más o menos soportables… Una existencia que no es triste ni gozosa. Es la que le ha tocado vivir, endulzada por una abundante vida interior poblada de sueños de agua, pasos de baile y sesiones de cine.

Pero basta con una mirada, una sola… El motivo romántico por excelencia, el clic de una fracción de segundo que hace bascular todo su mundo. El amor llega, rompiendo todo a su paso y cargando en su silla la corte de complicaciones que conocemos: Los amores no son fáciles, especialmente cuando los que se aman están separados por más que unas letras en el código genético. Su partenaire, como llamarían los gabachos, es una extraña criatura mitad hombre, mitad pez, con unos poderes que… mejor dejo que lo disfrutéis.

Tal como ocurre en las horribles bellezas de Del Toro, ¿Dónde está la humanidad? ¿Quién es el monstruo? Una vez más, volvemos a un tema recurrente dentro de la fantasía, tal como Tim Burton nos mostró en Eduardo Manostijeras, o el propio director mejicano había explorado en El Laberinto del Fauno. En este caso, el planteamiento es similar: dentro de un contexto histórico conocido y peligroso (la España de la posguerra en El Laberinto, en plena Guerra Fría de los años 60 en EEUU, para La forma) aparece un elemento fantástico que va a sacar a relucir tanto las mejores como las peores facetas del ser humano.


Pero es allí donde este film apuesta todos sus valores, la fascinante puesta en escena se complementa con la química que desprenden sus personajes principales. El papel de los actores no desmerece en absoluto: frente a Doug Jones (que ya ha dado vida a la mayoría de las criaturas del bestiario de Del Toro, Sally Hawkins hace alarde de un magnetismo virtuoso al expresar, sin una palabra, un candor y una sensibilidad abrumadoras.

Además de estos dos seres marginados que aprenderán a comunicarse a través de la fuerza del amor, del Toro imagina un compañero de piso gay lleno de excentricidad, un científico ruso cogido entre dos fuegos, además de una colega afroamericana y un director de cine fracasado pero apasionado. Puro EEUU el que aparece, pero compuesto de minorías, todos ellos asociales a su modo. Finalmente, desde el rol de la ley y el poder, la encarnación de la clase dominante, llena de prejuicios y racismo, dispuesto a todo para evitar que nada cambie. Michael Shannon está como siempre, tan repugnante como grandioso.


Así pues, tenemos todos los elementos para uno de los grandiosos cuentos que nos compone del Toro. Siguiendo la estela de red esto, La forma del agua podría ser muchas cosas, pero que nadie se engañe: es un cuento. Bellísimo y, en cierto modo, atemporal, pero nada más que un cuento. Quién busque trascendencia o una trama compleja y detallista, quedará probablemente decepcionado, pues en esta propuesta, el envoltorio es lo maravilloso. En ese sentido, Del Toro echa el resto al crear una monstruosa belleza, tan inhumana como fascinante, en el que el cuidado en la puesta en escena se complementa con una delicada fotografía llena de feísmo y una banda sonora (a cargo de Alexandre Desplat) que es pura sutileza.

Esta potitísima historia de amor desborda lirismo, presentándonos sexo (y amor) interracial (bueno, entre especies), jugando en torno al dolor de la represión de los sentimientos y la búsqueda de la felicidad, especialmente cuando ésta choca con lo que la sociedad espera y asume de nosotros.

La forma del agua es una película realmente bien hecha. No dudaba que esta película tenía muchos números de llevarse los premios técnicos en los Oscars, con nominaciones a casi todo (Mejor película, director, actriz principal, actor de reparto, actriz de reparto, guión original, montaje, fotografía, banda sonora, diseño de producción, vestuario, sonido y efectos sonoros).  La película victoriosa en la parte técnica fue Dunkerque, mientras que en la parte actoral toda la gloria fue para Tres anuncios en las afueras. Sin embargo, los dos premios gordos no fueron para la propuesta de Frances McDormand sino para este bellísimo cuento. Además del inesperado premio de Mejor Película y Mejor director (un rédito exagerado, a mi entender), la sutileza en el relato se complementó con el premio al talentoso Diseño de Producción y a la encantadora Banda sonora.

Parece mentira lo que puede salir de un spin off no confeso de Hellboy. La forma del agua no es una película perfecta, incluso le falta algo de chicha y  provocará ataques de diabetes a más de uno, pero es un ejercicio de estilo de los que hacen época, goza de una marca autoral inconfundible, y está muy bien rodado, interpretado y contado. Ya quisieran muchos.

Nota: 8
Nota filmaffinity: 6.5

3 comentarios:

  1. Pues a mi me dejó un poco chof... me pareció llena de clichés y con un argumento muy flojo. Es verdad que es bonita de ver, pero no me pareció "La mejor película de 2018" ni de lejos.

    Estaba nominada con ella "El hilo invisible", por ejemplo, que me pareció infinitamente mejor.

    De todas formas, últimamente no aciertan en los Oscars, para mi gusto: la ganadora de 2017 fue Moonlight que me pareció un tordo considerable, y la de 2016 fue Spotlight, que aunque es buena, no será recordada dentro de 10 años.

    También es verdad que Guillermo del Toro no es santo de mi devoción.

    Besos!!!

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    1. Desde la última reforma de votos, los Oscars se están dedicando en dar todos los premios a una y luego el gordo a otra, con lo que estas cosas...

      "El hilo invisible" me pareció un tordo considerable a mí :p

      En cuanto a "La forma del agua", es un simple cuento muy (muy) bien vestido. Me sorprendí cuando vi que se llevaba el premio gordo (y no los carteles en las afueras), pero we.. es su premio y hacen con ello lo que quieren

      Saludos!

      Mt

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    2. A ver qué pasa este año... esta nominada Black Panther, o sea que puede pasar cualquier cosa. Mi favorita es "A star is born", pero no las he visto todas.

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