sábado, 7 de marzo de 2020

Final Fantasy VII: Advent Children


A ver, ¿cuántos de aquí han jugado y disfrutado el Final Fantasy VII? Si no sois de este grupo, no hace falta que sigáis leyendo (jeje), porque la propuesta de hoy es sólo para ellos.

Esto me da pie para hablar un poco del juego. Para los que se criaron con una Playstation X en casa, el Final Fantasy VII (FFVII) supuso un antes y un después en los videojuegos. FFVII revolucionó lo que puede ofrecer un J-RPG. Rápidamente se convirtió en el estándar de su género, en la medida en que su plétora de imitadores tenía que medirse para comprobar que ninguno (o casi) estaba a su altura. Con el tiempo adquirió un estatus de culto, considerándose uno de los videojuegos más apreciados de la historia.

FFVII mostraba su excelencia en todos los factores: Un excelente diseño de la imaginería, una ambientación fantástica pero fácilmente identificable, una banda sonora de bandera, unos personajes llenos de carisma, una jugabilidad que sentó cátedra en el género y una historia de las que no se olvidan. Encontrando un terreno virgen dentro del catálogo de juegos de la PSX, se impuso como referente absoluto.

Para celebrar el XX aniversario de la publicación del videojuego, los mismos creadores lanzaron esta película de animación por ordenador de la que estamos hablando hoy. Funciona a modo de continuación del videojuego, que nos sitúa unos años después de que el grupo de guerreros restaurara la paz en el planeta. Como la vida nunca es tan bonita, se ha desatado una nueva plaga, que azota especialmente a los más jóvenes de la sociedad. La acción se desata cuando un grupo de bandidos que tienen una especial fijación con Cloud, el protagonista de la espada gigante, muestren tener conocimiento de los secretos de este mal.



Esta propuesta de argumento no esconde el hecho de que la película es puro fan-service. Básicamente se coge a los personajes ya conocidos por el fan y se les da una excusa par fliparse con 90 minutos repletos de acción, con unas coreografías de primero y un continuo de momentazos a mayor gloria de los personajes que aman. Sin tener las más mínimas ínfulas artísticas, se ha tratado todo elemento del videojuego original con el mayor respeto, con un cariño que se nota a la hora de adaptar músicas, escenarios, movimientos…

Siendo entonces un producto para el fan, el desarrollo y la presentación de los personajes es nulo. Ya los conoces y casi no hace falta entender por qué están allí. Están y punto. La trama no es más que una excusa para tener el desfile de personajes que vemos, con unos diálogos pretendidamente lapidarios que sólo tienen sentido para aquellos que han sufrido acompañando a los personajes.



Evidentemente, cualquier profano entenderá de la misa la mitad, pero igualmente podrá apreciar la montaña rusa de fuegos artificiales que se desmadra desde el momento en que l grupo se reúne y las toñas empiezan de verdad. No tendrá la misma trascendencia para él, pero la aparición de Bahamuth o el enésimo enfrentamiento entre Cloud y Sephiroth siguen molando cosa mala.

Este sentido del espectáculo se basa en una brutalérrima animación, en la que el virtuoso diseño del Universo se combina con unas acrobacias de acción de primer nivel. Se recomienda el visionado de la película en la pantalla más grande que puedas, con el full HD más bruto y el sensurround que te puedas permitir. Es toda una experiencia. Que, por supuesto, las leyes de la física se manden a tomar viento y los personajes se muevan y peleen dando brincos imposibles es algo que no debería molestarnos, estamos viendo la película de un videojuego y el desmadre es permitido. En el fondo, hay que presumir del estupendo motor gráfico que se ha usado y eso lo hacen a lo grande.



Por su parte, la banda sonora consiste en una adaptación de las canciones originales del videojuego. Obras que conocemos a fondo todos los que hayamos jugado, que adoramos volver a escuchar, especialmente con el chute de calidad de sonido que permite el no ceñirse a las limitaciones de la PSX. No sé los demás, pero la versión rockera del One-winged angel me ha hecho saltar la lagrimita.

Un servidor ha disfrutado cosa mala, pero esto no me hace olvidar que la película no es más que una excusa para arrejuntar a un puñado de personajes carismáticos y ponerlos a atizarse como si no hubiera un mañana. El impresionante motor gráfico con que está realizada permite una puesta en escena apabullante, más que capaz de satisfacer al espectador profano pero afín. Por otro lado, el desarrollo de la trama es tan flojo que se agradece cuando los personajes se callan y empiezan las toñas, mucho más aprovechables y entretenidas.

Siendo fan de la saga, simplemente te lo pasarás pipa y no deberías perdértela de ninguna manera.

Nota: N/A (solo para fans).
Nota filmaffinity: 6.5

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