Hoy toca una de estas películas tontas que aparecen por Movistar y que, por alguna razón, me quedé a ver. A buenas horas.
Caffeine nos
sitúa a la hora punta de un bar/restaurante cualquiera de una ciudad de los
Estados Unidos. Allí, cada mesa tiene sus historias y sus problemas, que se
desatarán con “jocosos” resultados, mientras que los empleados del lugar
intentan mantener el negocio a flote.
Así,
tenemos una película episódica, con pequeños gags//tramas de 10-15 minutos a
cargo de diversos clientes a los que les pasa de todo, funcionando los
empleados como hilo conductor del conjunto. Estos, por su parte, también tienen
sus líos, que se plantean y resuelven al inicio y al final de la película.
Se
suele decir que las películas episódicas no funcionan del todo bien debido a la
irregularidad de sus fragmentos. No es este el caso, pues todos los capítulos
mantienen una calidad consistente. Una calidad bastante baja, todo sea dicho.
Más allá de algún chistecito o dos que aciertan (siendo amables), el guión deja
mucho que desear, fallando en ritmo, diálogo y planteamiento.
Casi
todas las tramas son debido a líos de faldas. Que si aparece el ex de él, que
si éste es el giggolo al que me cepillé el otro día, que me gusta vestirme con
ropa interior de señora, etc. Peca de cierta reiteración, pero no es algo
necesariamente malo. El problema viene cuando intenta ir de gamberrete y
transgresor, pero lo hace desde un punto de partida tan mojigato que los
chistes quedan completamente fuera de lugar. Un buen puñado de veces me
sorprendía pensando “ah, este es el chiste. ¿Y por esto tanto escándalo?”, lo
cual no es precisamente un gran logro de la película. La trama no funciona y es
repetitiva, los chistes no entran y encima tiene pretenciosidad. Mala
combinación.
La puesta en escena es modesta, similar a la que tendría un capítulo cualquiera de una serie de principios de los dos mil, lo que ya da una idea del reducido presupuesto que se maneja. Tampoco ayuda – en modo alguno – un elenco actoral con poca química y menos gracia. Si bien hay que reconocer que se esfuerzan a su modo, el guión no les da nada con lo que jugar, lo que lastra el resultado final.
Quizás lo más destacable es su reducida longitud. En noventa minutitos ventila todo lo que debe contar, sin alargar ni buscar ningún tipo de girito inesperado con el que alargar el tema. Ya que la película es mala, por lo menos que sea corta.
En
fin, Caffeine es una propuesta sobre
la que no hay mucho que comentar. Le falta calidad en casi todos sus apartados,
intenta ser graciosita y gamberra sin serlo y encima tiene ínfulas de ser mejor
de lo que puede aspirar. Firma candidata a lo peor del año.
Nota:
1
Nota
filmaffinity: 4.7
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