Y hoy nos dedicamos
a cerrar la ronda de zombies con una “zomedia” inglesa, protagonizada por un
puñado de secundarios de las series locales, un presupuesto ridículo e ideas
algo peregrinas.
El “Cobertizo de los
muertos” nos sitúa a un par de frikazos de vida bastante desastrosa que se ven
implicados en el asesinato del dueño del cobertizo vecino. Después de unos
momentos de pánico estúpido, estalla un apocalipsis zombie que les llena de
regocijo. Además de ser ideal para esconder un cadáver, sus conocimientos
frikis les dotan de ventaja. Son conscientes desde un primer momento de las
reglas de funcionamiento de los zombies y siempre pueden extraer técnicas de
defensa de su saber friki. Incluso se sumergen (a modo de película) dentro de
los mundos de fantasía con los poderes de un buen rolero para inspirarse en las
peleas. Parece que mola, ¿no? Pues aquí acaban las cosas buenas.
Bueno, miento,
también se debe destacar que la factura visual de la película es más que
correcta. Las escenas están compuestas con pulcritud y, especialmente en las
flipadas de fantasía, resuelven con nota las absurdeces que plantea el guión,
con un nivel que ya quisieran, por ejemplo, las dos películas de zombies
anteriores.
Dentro de los
aspectos negativos de la película está todo lo demás. Las actuaciones
sobrepasan en mucho la vergüenza ajena, el guión oscila entre lo desagradable y
vomitivo, dirigida sin ningún sentido del ritmo o del desarrollo de la trama.
Que sí, que es algo que se puede esperar en las comedias cutres de zombies,
pero aquí estamos ante una de las peores propuestas de este estilo.
El mayor problema es
que quiere ser un Zombies Party sin
tener ni idea de saber qué es lo que funcionó de la película. Así pues, en vez
de perdedores carismáticos, tenemos a un puñado de sabandijas a cada cual más
despreciable como protagonistas pretendidamente chistosos. Unos imbéciles
integrales que se mueven por egoísmo y ganas de joder al prójimo, que se creen
graciosos y no pasan de estúpidos ostiables.
Los personajes masculinos son especialmente grotescos, siendo todos (sin excepción) unos cerdos salidos que no dudan en sacar partido del apocalipsis zombie para arrimarse al chumino más cercano, pasando a chantajear o coaccionar para tocar algo de teta. Casi siempre vulgar, no es en ningún momento divertido (es que ni una vez), ni inteligente ni ingenioso.
El desarrollo de la
historia tampoco se salva en lo más mínimo. No llega a haber un argumento. No
encontramos un “necesitamos llegar a tal lugar por razones” o algo. Simplemente
consiste en ver como el puñado de mendrugos la va palmando producto de su
propia estulticia, sufriendo las consecuencias de sus execrables decisiones.
Simplemente, pasan de un escenario a otro viendo reducido su número porque han
intentado tirarse a una zombie stripper que les ha acabado reventando los
sesos, o porque les ha parecido divertido arrojar a la horda a la chica que se
ha negado a enseñarle las bragas (Si, y lo venden como gracioso).
Ahí está lo más
gordo. Hay intentos de chiste. Los ves. Te das cuenta de que “eso” es lo que
debería ser gracioso y uno no puede evitar pensar en la somanta de collejas que
le daría a los creadores. Por momentos me da la impresión de que sería la
película que yo habría escrito con 12 años y luego se hubiera rodado sin tocar
ni una coma.
En fin, una basura
bien grande que lanza por la borda un planteamiento curioso del que se podría
haber sacado mucho más jugo. Ofende sin siquiera ser consciente de ello y no
ofrende nada que pueda interesar incluso al fan, que fácilmente encontrar un
chillón de propuestas mejores en el mismo sentido. En serio, que la evitéis.
Nota: 1
Nota filmaffinity: 2.7
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