lunes, 12 de octubre de 2020

Shed of the dead

Y hoy nos dedicamos a cerrar la ronda de zombies con una “zomedia” inglesa, protagonizada por un puñado de secundarios de las series locales, un presupuesto ridículo e ideas algo peregrinas.

El “Cobertizo de los muertos” nos sitúa a un par de frikazos de vida bastante desastrosa que se ven implicados en el asesinato del dueño del cobertizo vecino. Después de unos momentos de pánico estúpido, estalla un apocalipsis zombie que les llena de regocijo. Además de ser ideal para esconder un cadáver, sus conocimientos frikis les dotan de ventaja. Son conscientes desde un primer momento de las reglas de funcionamiento de los zombies y siempre pueden extraer técnicas de defensa de su saber friki. Incluso se sumergen (a modo de película) dentro de los mundos de fantasía con los poderes de un buen rolero para inspirarse en las peleas. Parece que mola, ¿no? Pues aquí acaban las cosas buenas.

Bueno, miento, también se debe destacar que la factura visual de la película es más que correcta. Las escenas están compuestas con pulcritud y, especialmente en las flipadas de fantasía, resuelven con nota las absurdeces que plantea el guión, con un nivel que ya quisieran, por ejemplo, las dos películas de zombies anteriores.

Dentro de los aspectos negativos de la película está todo lo demás. Las actuaciones sobrepasan en mucho la vergüenza ajena, el guión oscila entre lo desagradable y vomitivo, dirigida sin ningún sentido del ritmo o del desarrollo de la trama. Que sí, que es algo que se puede esperar en las comedias cutres de zombies, pero aquí estamos ante una de las peores propuestas de este estilo.

El mayor problema es que quiere ser un Zombies Party sin tener ni idea de saber qué es lo que funcionó de la película. Así pues, en vez de perdedores carismáticos, tenemos a un puñado de sabandijas a cada cual más despreciable como protagonistas pretendidamente chistosos. Unos imbéciles integrales que se mueven por egoísmo y ganas de joder al prójimo, que se creen graciosos y no pasan de estúpidos ostiables.



Los personajes masculinos son especialmente grotescos, siendo todos (sin excepción) unos cerdos salidos que no dudan en sacar partido del apocalipsis zombie para arrimarse al chumino más cercano, pasando a chantajear o coaccionar para tocar algo de teta. Casi siempre vulgar, no es en ningún momento divertido (es que ni una vez), ni inteligente ni ingenioso.

El desarrollo de la historia tampoco se salva en lo más mínimo. No llega a haber un argumento. No encontramos un “necesitamos llegar a tal lugar por razones” o algo. Simplemente consiste en ver como el puñado de mendrugos la va palmando producto de su propia estulticia, sufriendo las consecuencias de sus execrables decisiones. Simplemente, pasan de un escenario a otro viendo reducido su número porque han intentado tirarse a una zombie stripper que les ha acabado reventando los sesos, o porque les ha parecido divertido arrojar a la horda a la chica que se ha negado a enseñarle las bragas (Si, y lo venden como gracioso).

Ahí está lo más gordo. Hay intentos de chiste. Los ves. Te das cuenta de que “eso” es lo que debería ser gracioso y uno no puede evitar pensar en la somanta de collejas que le daría a los creadores. Por momentos me da la impresión de que sería la película que yo habría escrito con 12 años y luego se hubiera rodado sin tocar ni una coma.



En fin, una basura bien grande que lanza por la borda un planteamiento curioso del que se podría haber sacado mucho más jugo. Ofende sin siquiera ser consciente de ello y no ofrende nada que pueda interesar incluso al fan, que fácilmente encontrar un chillón de propuestas mejores en el mismo sentido. En serio, que la evitéis.

 

Nota: 1

Nota filmaffinity: 2.7 

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