Dentro de mi propósito de leer todos los libros de la
Cesta’13, llegan a veces cosas como éstas, un libro infantil del Barco de Vapor
que ya leí cuando era pequeño. Dos detalles que no van a impedir que me ponga
con él claro (libro Nº26)
Título: Pesadilla en Vancouver
Autor: Eric Wilson
Título original: Vancouver nightmare
“El joven
Tom Austen está pasando las vacaciones en Vancúver, junto a sus abuelos y su
amigo Dietmar. La máxima aspiración de Tom es convertirse en detective y
aprovecha cualquier oportunidad para ello, incluso seguir una arriesgada pista
sobre los traficantes de droga de la ciudad. ¿En qué peligorsas aventuras se
meterá Tom? Una entretenida novela sobre la valentía y la superación personal.”
Me llevé una pequeña alegría cuando vi este librito, pues
yo lo había tenido hace un porrón de años (a saber dónde andará mi copia) y no
pude sino dejar aflorar los entrañables recuerdos de cuando la vida era más
simple. Pesadilla en Vancouver es
una novelilla infantil escrita en los años 70 que buscaba alertar a los más
pequeños de los peligros de las drogas y las malas compañías, todo ello
envuelto en una pequeña trama de detectives con niños que se meten en líos y
policías que salvan el día.
Como ya podremos imaginar, hablar de construcción de
personajes o del desarrollo de una trama es una tarea innecesaria. 160 páginas
de letra bien grande dirigidas a los más pequeños dan para lo que dan. No
cuesta nada de leer, pudiéndotelo ventilar en un suspiro. Curiosamente, no
llega a hacerse ofensivo. Es muy simple pero siempre trata al lector con respeto.
No obstante, se nota que ha pasado el tiempo. No en vano,
se trata de un libro para niños 10-12 años de los años 70. Tiempos más sencillos en los que el sueño de un niño no iba más allá de ser un detective que atrapaba
a los malos. En los 90, soñaba con ir a países exóticos y vivir aventuras (El
reino del dragón de oro) y en los 2000 teníamos a todos los chiquillos
deseando ir a una escuela de magos (Harry
Potter). La fantasía se ha desarrollado como género y hay que ir mucho más
allá para excitar la imaginación de los más pequeños.
En este caso, basta un mini-thriller infantil con mensaje
moralizante. Hay que alertar del peligro de las drogas (que, obviamente, se
quedan en un concepto abstracto) y de las consecuencias de andar con malas
compañías (como le ocurre al personaje de ZZ). En lo que no se corta es en
mostrarte unos bajos fondos bien sórdidos, pues tenemos prostitutas, yonquis,
ladrones e incluso un proxeneta de niños. Todo ello suficientemente disimulado
para que el niño no lo pille (mientras que el adulto sí), pero está allí.
A la que tengamos un churumbel de la edad adecuada, puede
funcionar como un divertimento agradable. El problema viene cuando existen
alternativas como Percy
Jackson o Harry Potter para satisfacer las ansias de un pequeño lector,
pues tienen mucha más chicha que las veleidades policiales del apocado Tom
Austen.
Nota: N/A
Nota goodreads: 3.71/5
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