sábado, 17 de agosto de 2019

La ventana indiscreta


Recuperé y vi esta película para un especial de Cinéfagos que al final no se acabó llevando a cabo. Cosas que pasan. Igualmente, tampoco es que me fuera a quejar mucho, que Hitchcock es siempre un placer, y de los buenos.

A causa de una pierna rota, James Stewart, fotógrafo estrella de su periódico, se ve recluido en el sillón de su casa… La canícula ataca y Stewart se enfada encerrado en el pequeño apartamento, con los nervios en tensión por la inactividad. Su prometida Grace Kelly se aprovecha para poner sobre la mesa el matrimonio, al que Stewart se resiste con tesón. Sin más entretenimiento que observar qué hacen sus vecinos, es consciente de que el verano se le va a hacer muy largo. Cuando cree ser testigo del asesinato de una mujer, dará la alarma, pese al descreimiento de su prometido, su criada y la policía. Desanimado, vuelve a su rutina, pero es obvio que hay algo turbio en todo ello…

Ya sólo por las veces que se ha copiado esta premisa en miles de formatos, nos podemos hacer la idea de la influencia de Hitchcock en el género (y es sólo un ejemplo de muchos). En este caso, se las arregla para crear un ambiente malsano y claustrofóbico a pesar de que (casi) lo único que vemos es un muy luminoso patio de vecinos. Información escamoteada, narración con limitaciones y relatos parciales para mantener una historia de suspense sin salir de la habitación. El uso de un protagonista impedido se ha usado miles de veces para añadir sensación de ominosa impotencia ante el avance de los hechos, pero no por ello deja de encantarme lo bien que se ha hecho en esta ocasión. ¡Casi puedes palpar la frustración del periodista por no poder ir allí a ver qué ha ocurrido!

Haciendo del teleobjetivo de Stewart una cámara, y de la cámara el ojo del espectador, Hitchcock dirige un film de mirones y cotillas, animado por la curiosidad de observar la vida, las vidas, sigilosamente. Probablemente, este director nunca había llevado tan lejos a la hora de retratar la crueldad íntima que conllevan las pequeñas neurosis que tenemos todos. ¡Ay, los cotilleos de los vecinos! Radio patio es casi una parte intrínseca de nuestras vidas, el conocer impunemente qué ocurre en la casa del vecino cuando cierran las puertas es algo a lo que la mayoría no podemos (ni queremos) renunciar.

James Stewart está inolvidable dentro de su rol como fotógrafo deliciosamente misántropo obligado a habitar en su microcosmos del patio interior, que adora (y no soporta) a su prometida, una pícara Grace Kelly, verdaderamente encantadora, tan presta a tolerar resignada las excentricidades detectivescas de su querido como a sumergirse en la investigación, poniendo incluso en peligro su vida.
Además del tremendo carisma de ambos actores, destaca la extraña química que transmite su relación de pareja. Se palpa claramente el amor, a pesar de que sus dinámicas de pareja sean curiosamente extrañas a nuestros ojos (ay, ¡eran otros tiempos!).

Toda la acción transcurre de un modo muy teatral, en la que cada ventana se transforma en un nuevo escenario, con sus correspondientes secretos e historias de cortar. Cada uno de ellos parece contener trama para una película por sí misma, generando así una tensión fruto de la paranoia, pues todos parecen culpables (de una cosa u otra) a cada momento. Lo que genera más inquietud es la cotidianeidad de la acción, con un punto de partida tan reconocible desde nuestro día a día que no podemos sino sentirnos identificados con lo que ocurre, pues podríamos vernos en el mismo brete.   Luego, como una broma jocosa, la realidad va por su lado. Bueno, más o menos. O sí, o no, o todo lo contrario.


Así que lo que tenemos es una deliciosa mezcla de humor refrescante y luminosa angustia. Entre el estado de gracia de sus actores, junto con un guión preciosamente trazado, repleto de diálogos ingeniosos y un grato ritmo que les permite lucirse, unidos a una puesta en escena con el toque maestro de su conocido director, La ventana indiscreta es una verdadera preciosidad de película con la que no debes hacer otra cosa que disfrutar. Este redondo espectáculo de suspense ha sido mil veces imitado, mil veces homenajeado, recordando que siempre es bueno volver al lugar de donde salió todo. 

Mis felicitaciones, una vez más.

Nota: 9
Nota filmaffinity: 8.2

A pesar de la manía que la Academía parecía tener a Hitchcock, La ventana indiscreta se las arregló para llevarse cuatro nominaciones a los Oscar (director, sonido, fotografía en color y guión). Lamentablemente no se tradujo en premios, en un año que arrasó La ley del silencio.


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