El tráiler de Redada asesina es sincero y directo. Desde
el primer momento deja claro que va a ofrecer noventa minutos de artes
marciales de la mejor calidad con una intensidad pocas veces vista en pantalla.
En cuanto lo vi tenía claro que quería ver esta película indonesia que ya se ha
convertido en la más taquillera de la historia de su país. Por fin ha llegado a
mis manos.
En los barrios bajos de
Jakarta existe un edificio cuya maldad se ha convertido en un mito dentro de todos
los sectores del hampa. Las bandas de delincuentes más peligrosas han anidado
en él y se han instalado en los diferentes pisos del rascacielos. Por razones
que no vienen al caso, una unidad de policías de élite deberá introducirse en
él y pasar a través de todos los pisos y todos los enemigos que encuentren para
llegar a lo más alto para detener al gran capo.
Y es que la película no
es más que eso. Olvidaos de cualquier atisbo de profundidad en los diálogos o
de actuaciones que vayan más allá del odio y la furia. El desarrollo argumental
ni siquiera llega a los estándares mínimos de las películas de acción. A
cambio, ofrece una orgía de disparos y ostias como pocas veces he visto. Es
empezar el festival y empezar a volar las tortas, el ritmo es endiablado, con
un pulso firme y pocos escrúpulos para filmar burradas. Las coreografías de
luchas son variadas y vistosas. No sólo son rápidas sino además bestiales, con
una autenticidad que invita a pensar que se han roto unos cuantos huesos al
rodarla.
Es pura adrenalina. La
variedad de toñas es de bandera, pues cada lucha tiene su personalidad, su
estilo y unas acrobacias que no dejan de variar y fliparse cada vez más.
Cualquier cosa sirve. Fusiles, pistolas y armas convencionales, cuchillos y
otras armas blancas y cualquier tipo de mobiliario, ya sean sillas, mesas, tablas,
puertas, pomos, sillones, escaleras, fluorescentes… Todo lo que se te pueda
ocurrir. Vale todo. No sólo la velocidad a la que caen las ostias es de infarto,
además, la contundencia de las mismas es impactante, sólida, de las que duelen
ver incluso. Mola mola mola mola mola (¡y cuantas toñas que hay!)
Evidentemente, sólo
deberían ver esta película aquellos que puedan disfrutar de la acción sin
sentido. Aquí, Redada asesina es la reina, lo mejor que se ha hecho en los
últimos años, sin discusión. A destacar las dos grandes peleas de Mad Dog tanto
contra la pareja de luchadores como contra el sargento del escuadrón. Tan
flipadas como demenciales, de las que dejan sin aliento, preguntándote quién
saldrá vivo de allí y cuál es la siguiente burrada que te van a lanzar a la
cara.
Y ya. Si eres de esta
onda, disfrutarás de 90 minutos brutales. Si no… bueno mejor no te acerques.
Pura molabilidad de dientes saltando y puñetazos por todos lados. La
escabechina es de tal calibre que no queda más remedio que obviar el resto de
sus defectos y dejarse flipar por la animalada que te presentan.
Nota: No se puede calificar. O te gusta, o no. NO va por ahí.
Nota filmaffinity: 6.7
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