Por mucho que esta
película tenga un 8 en filmaffinity, confieso que no tenía ni idea de qué era
lo que iba a ver cuando puse play(y miro la nota a posteriori, así que…). Como
sucede muchas veces, enfrentarte a una película que no conoces de nada es algo intranquilizador.
La primera escena en blanco y negro y la traducción algo chusquera asusta. Una
vez empieza la en sí la película… bueno, hay que acordarse de recoger la
mandíbula del suelo.
La batalla de Argel se sitúa a medio camino entre una película histórica
y una novela documental. Este trabajo testimonial busca recrear los hechos que
dan lugar a la creación del Frente de Liberación Nacional Argelino y su
posterior erradicación por parte del ejército colonial francés. Supone la
eclosión del espíritu nacional, el fulcro que acabará llevando años después a
la independencia de Argelia. Pontecorvo realiza aquí un excepcional trabajo en
un esfuerzo por plasmar la realidad del momento con la mayor exactitud posible:
La Kasbah, los barrios franceses, el carácter de los mandos del ejército… La
verosimilitud que desprende con su cuidada fotografía y su trabajado mensaje es
abrumadora.
Además, nos encontramos
con un escenario bélico totalmente inusual. Los mayores productores de cine
bélico están al otro lado del charco y las guerras anticoloniales no suelen ser
temas que les interesen. Aquí estamos ante una producción italoargelina
explicando lo que fue Argel y el infierno en que llegó a convertirse.
La película refleja como
prospera la lucha por la independencia y cómo los franceses se organizan para
detener a los que asesinan a sus ciudadanos. Siguiendo un desarrollo trabajado
e impecable, la película muestra un continuo efecto de acción/reacción en un
crescendo de la violencia que va descontrolándose poco a poco. Aunque se
posiciona a favor de la causa argelina (que no deja de ser quien paga la
película), el director busca dar un tratamiento serio y aséptico, en un
esfuerzo de objetividad, se aleja de maniqueísmos y caricarutizaciones, dejando
claro que ambos bandos han sobrepasado cualquier límite marcado por la
civilización. El odio y la violencia se alimentan hasta llegar a un punto de no
retorno donde la barbarie impera y ambos bandos tienen toda la razón (y al
mismo tiempo ninguna) en sus aspiraciones.
Los personajes están en
su mayoría realizados por actores aficionados, que son capaces de insulfar una
vida a unos personajes con los que es fácil identificarse. La evolución que
sufre el protagonista está impecablemente mostrada, de vulgar ratero a guerrillero
implacable, vamos viendo como cada acción y cada hecho que ocurre en la ciudad
le va arrojando cada vez más hacia el fanatismo. La contrapartida del coronel
francés no está peor llevado, ni mucho menos. Es brutal e inmisericorde.
¿Malvado? No, sólo es un soldado eficiente. Su entrada en escena es de las
mejores que he visto en los últimos años, robando cada escena en que aparece y
dejando en muy mal lugar el papel que tuvieron los periodistas (más ávidos de
noticias escandalosas que de contar la verdad) y la ONU (sin ganas de mojarse
ni mancharse las manos en el asunto).
Viene de ganar la IIGM, así que su valía está más que probada, pero
quiere demostrar que está dispuesto a todo:
“El éxito de un método es su resultado. El FLN pide a sus miembros que guarden
silencio durante 24h tras la captura. Es el tiempo que necesitan para que la
información sea inútil para nosotros. ¿Qué forma de interrogatorio debemos
adoptar? ¿El procedimiento judicial que tarda meses para una simple falta?
¿El problema es evitar la ilegalidad? No, el problema es este: El FLN
quiere echarnos de Argelia y nosotros queremos quedarnos. Y todos ustedes,
incluidos los comunistas, están de acuerdo en ello. Somos soldados, nuestro
deber es ganar. Los que nos llaman fascistas olvidan que muchos de nosotros
estuvimos en la Resistencia. Los que nos llaman nazis no saben que algunos de
nosotros hemos sobrevivido a Dachau o Buchenwald.
Y ahora yo tengo una pregunta para ustedes: ¿Debe Francia permanecer en
Argelia? Si la respuesta es sí, haremos lo que sea necesario para ello. Si la
respuesta es no, nos vamos.”
Y éste es solo una
pequeña muestra de lo que esta película da de sí. Está fantásticamente rodada y
el desarrollo del guión es magnífico, convirtiéndose en una película excelente
para tener una idea general de un conflicto olvidado para el gran público y
que, fácilmente lleva a debates muy interesantes sobre fondo y forma. Podía no
tener ni idea de qué iba a ver inicialmente, pero la película me ha atrapado y
he vivido su desenlace con la máxima intensidad. Y un último apunte, que pedazo
de fotografía. Es portentosa, maravillosa, escandalosamente buena.
Dos horas que quizás no
se van a disfrutar y no van a ser fáciles de digerir, pero son puro cine de
primera calidad, del que sirve para reflexionar y poner luz dónde no se suele
mirar.
Nota: 9
Nota filmaffinity: 8.0
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