Después de un libro suavecito y
“para todos los públicos”, tenía ganas de volver a meterme un buen chute de
acción, y qué mejor que la siguiente entrega de los Fantasmas para quitarme el
mono. Vuelve la cruzada de los mundos de Sabbat a meter caña.
Título: Plata pura
Autor: Dan Abnett
Título original: Straight silver
“En
los campos de batalla de Aexe Cardinal, la Guardia Imperial queda inmovilizada
ante los siniestros ejércitos del Caos. El comisario Ibram Gaunt y su
regimiento, los Primeros y Únicos de Tanith, se ven inmersos en un infierno: la
guerra de trincheras, en la que la amenaza de la muerte provocada por la
artillería letal se cierne continuamente sobre ellos. La única oportunidad de
sobrevivir es ofrecerse como voluntarios a una misión tan peligrosa y que nadie
más se atreve a aceptarla!”
Y otra vez el argumento de la
contraportada no tiene nada que ver con el contenido del libro. En realidad, los Fantasmas
llegan a un planeta que lleva cuarenta años luchando y resistiendo contra el
Caos. Los valerosos defensores han realizado una tarea titánica, pero se mueven
por tácticas que recuerdan mucho a la IGM, muy superada en sistema por los que
usan los Fantasmas (y el resto de la cruzada). Desde un primer momento, Gaunt y
los suyos intentan imponer su manera de hacer las cosas, proponiendo una
infiltración en las líneas enemigas para así romper el status quo en que la
guerra se ha estancado. Mezclando hábilmente los juegos políticos con la acción
más vibrante, Abnett nos brinda una de las mejores novelas de la saga. Batallas
crueles, humanos llevados al límite, sed de gloria, esperanzas de
supervivencia… mezclado con el ritmo ágil y el reparto coral que caracteriza a
este autor.
Después de jugar con desembarcos
aerotransportados, Abnett sitúa a los Fantasmas en algo parecido a una guerra
de trincheras que perfectamente podría suceder en Verdún o Ypres. La acción se
vuelve mucho más brutal y descontrolada, haciendo que la sensación de futilidad
de las batallas, de la fragilidad de las vidas humanas, sea aún más acusada que
nunca. Las batallas se combinan con la actividad de las tropas de reserva, que
intentan descansar pero no pueden evitar inquietarse por lo que les aguarda en
el futuro. Además, mientras que en Armas
de Tanith no sabías qué pasaba en el resto de la campaña, aquí Gaunt es
partícipe de todas las intrigas políticas. Los mandos del planeta son arcaicos,
anquilosados, se basan en cargos hereditarios y no están muy contentos con la
intromisión de la Guardia Imperial (aunque necesitan de sus soldados) y sus
métodos modernos, por lo que Gaunt deberá hacer uso de tácticas poco usuales
para convencer a los mandamases de que sus Fantasmas no son carne de cañón,
¡sino los mejores infiltradores de la Cruzada!
La acción más vibrante se mezcla
con un escenario bélico apabullante, un reparto muy coral y una variedad de
situaciones muy destacable, aderezado con el lenguaje ágil y directo de Abnett.
Las páginas pasan como nada, y la tensión se desborda por todos lados.
Aunque parezca mentira, el Comisario Gaunt cede mucho protagonismo
a sus soldados. Este es el libro en que todo está mucho más repartido y no se
puede decir que haya un protagonismo claro de nadie. Por un lado, el Coronel Corbec sigue liderando a sus
tropas en el campo de batalla, pero los años pesan y él mismo reconoce que se
está haciendo viejo para esto. El Capitán
Daur espera ambicioso en la reserva una oportunidad de demostrar su valía
más allá de la logística. El Sargento
Kolea se duele de sus heridas en la campaña reciente y se ve relegado del
mando, que pasa a manos de la Sargento
Criid, la pandillera que, poco a poco, ha ido progresando, siendo la
primera mujer sargento de los Fantasmas. El aguerrido y sufrido Sargento Soric se ve repentinamente
inspirado para el combate, aunque es consciente que hay algo que no cuadra. Lijah Cuu está cada vez más zumbado y
peligroso, y tiene sus más y sus menos con el francotirador Larkin “el Loco”, de los pocos cuerdos
que hay en el ejército y así podríamos seguir con treinta o cuarenta personajes
más. Cada soldado tiene su pequeña historia que va avanzando a lo largo del
libro. Da igual si amamos u odiamos a los protagonistas. La guerra es
inmisericorde y nos obliga a conocer nuevos personajes mientras nos despedimos
tristemente de otros.
Entre batalla y batalla hemos
ido viendo como una trama subyace de fondo en la historia. Desde Guardia de Honor la Santa de Sabbat se
ha ido haciendo cada vez más presente, llevándonos hacia la conclusión, el que
será el último libro de la saga. La Santa ha convocado a los Fantasmas y éstos
acuden sin falta al llamado de su señora!
Otra vez, estamos ante un gran
libro de acción. Las batallas son abrumadoramente bestias y llenas de tensión,
la cantidad de personajes mantiene el conjunto muy fresco y la historia es de
las más absorbentes de toda la saga, especialmente con los “cambios de
ambiente” entre el frente y la reserva. Así da gusto seguir alargando una saga,
especialmente este libro, que además de viciar, te prepara para el colofón
final.
Nota: 8
Nota anobii: 4/5
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