Reconozco que dejé pasar deliberadamente esta película. A pesar de la lluvia de nominaciones y de los implicados, tenía considerado que la fama se debía principalmente a la notoriedad y polémica del tema planteado que a la calidad del film en sí. Cayó el otro día, y vaya sorpresa.
Mark Zuckerberg se ha convertido en el
milmillonario más joven de la historia por una sencilla razón. Inventó
Facebook. Pero, ¿de dónde salió el germen de la idea? ¿Qué hizo que un asocial
genio de la informática creara una herramienta para permitir a la humanidad perder
el tiempo comunicarse como nunca antes había hecho? A modo de drama
judicial y siguiendo unos flashbacks muy bien escogidos, podremos ver los
momentos más importantes de la creación de uno de los fenómenos más importantes
de la sociedad actual.
GUIÓN: Si hay que hablar de algo en esta
película, es de su brutal guión. Aaron Sorkin es uno de los mejores guionistas
vivos y, ante todo, sabe tejer historias. Si en El ala oeste de la Casa Blanca era capaz de hacerte vibrar al
conseguir mantener un presupuesto en positivo o convirtió un debate
presidencial en una experiencia apasionante (Frost contra Nixon), aquí realiza una magnífica radiografia las
relaciones interpesonales, la evolución de la sociedad y la creación de nuevas
ideas. Para ello, en dos tiempos, retrata la anquilosada Universidad de
Harvard, dónde se gesta la innovación pero que permanece impasible ante la
magnitud de lo que viene y la sala de abogados que asisten al relato de los
acontecimientos, aturdidos ante las cifras manejadas.
Sorkin consigue mantenerte enganchado a un
tema que puede no interesarte un pimiento. Cada escena está construida a base
de unos diálogos mordaces, brutalmente sagaces e incluso crueles en algunos
momentos. Las réplicas/contrarréplicas se suceden a velocidades de vértigo y
los monólogos tienen una profundidad inesperada. A destacar el monólogo
diálogo inicial con Erica, dónde Zuckerberg, totalmente definitorio de la
actitud de éste en el resto de la película (y que conviene revisitar una vez
acabada la misma).
DIRECTOR: Pero, por muy bien hecho que esté
el guión (que lo está), hay que admitir que llevar a la pantalla la corta e
insulsa vida de un cretino emocional tan repelente como éste sin que la peña la
sobe a los diez minutos es porque detrás de todo ello hay un director con mucho
cine en las venas. El ritmo y la fuerza que le imprime Fincher (uno de los
directores más versátiles que podemos
encontrar) permite sacar mucho jugo del montón de situaciones extrañas y
aprovechando a un grupo de actores desconocidos (hasta aquel momento) y
convirtiendo una historia banal en cine de primera división. En tres bofetones
te mete en diferentes niveles de narración, sin perder el hilo, sin
explicaciones absurdas. Poniéndote a prueba y, sobre todo, tratándote como un
espectador inteligente del siglo XXI.
ACTORES: A Mark Zuckerberg es un friki soseras,
un engreído desgradable y un cretino con un ego desmedido para el que, encima,
el dinero no tiene ningún valor. Le vas a tener que ver el careto durante dos
horas. O tienes un buen actor que sostenga eso, o se te va al garete. Y Jesse
Eisenberg sale adelante. El brutal y exigente guión le pone ante uno de los
papeles más difíciles que va a encontrarse en su carrera y el tío sale
adelante, y con nota. Un correcto Andrew Garfield le da la réplica y hay que
destacar al cantante y a veces actor, Justin TImberlake que deslumbra. No tanto
por su calidad como actor sino porque nadie se esperaba que fuera capaz de
interpretar con tanta convicción a un personaje tan particular como el que le
toca. Debo añadir que me encantan los harvardianos personajes de los gemelos
Winkleboss (totalmente realistas)
Me he quedado con que La red social no es la peli
de Facebook, es una historia de ambición, amistad que retrata a la perfección
la revolución de una sociedad. La informática puede no interesarte, puedes
pasar de las redes sociales, pero una historia tan bien contada, con unos
personajes tan cuidadosamente perfilados se merece dos horas de regocijo. Una
idea más atractiva de inicio la convertiría en mítica, pero se queda cerca.
Nota: 8
Nota filmaffinity: 6.9
Carro de nominaciones plenamente justificado
para esta película: Película, director, actor principal (Eisenberg), guión,
montaje, fotografía, banda sonora y sonido.
Con todo merecimiento se llevó los premios para guión y montaje, ambos brutalmente sólidos y con una fuerza considerable.
Con todo merecimiento se llevó los premios para guión y montaje, ambos brutalmente sólidos y con una fuerza considerable.
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