Título: Esperadme en el cielo
Autor: Maruja Torres
“La narradora y protagonista ser reúne en el Más Allá con sus amigos Terenci y Manolo. Juntos pueden volver al pasado y revisitar los escenarios de su educación sentimental, así como desplazarse instantáneamente a cualquier punto que deseen. De los portales del Raval barcelonés de la posguerra a las alfombras mágicas de Sabú y el Gran Visir; del parque del Retiro madrileño a los sueños dorados de Hollywood, pasando por Alejandría y nunca demasiado lejos de los cines de barrio. Todo adquiere una atmósfera mágica, y los tres amigos viven una aventura en la que la protagonista tan pronto es Wendy como Alicia, pero llega asimismo la hora dramática de afrontar un gran dilema moral. Aunque las ventajas del estado en que se encuentran son muchas, no les es dado poder influir sobre la conducta de los vivos, y sin embargo no tendrán más remedio que unir fuerzas en un decisivo empeño común.”
El argumento –el viaje al más allá- sirve de excusa para que la autora pueda romper un poco las reglas de la realidad y dejar ir la creatividad a dónde le de la gana, consiguiendo algunos momentos ciertamente curiosos y logrados. No obstante, la trama como tal es bastante insignificante y medianamente previsible en su desarrollo. Se puede decir que "no tiene nada".
Lo principal a tener en cuenta es que este libro no hay que tomárselo como una novela al uso, sino como un pequeño divertimento / homenaje a dos amigos de la autora, desaparecidos años antes. Todo el cuerpo de la obra es un cierto retorno a lugares comunes, diversos puntos de afinidad entre los tres conocidos escritores (Torres, Moix, Vázquez-Montalbán), grandes amigos en la vida real. Ahí reside el mayor problema, pues para poder apreciarla correctamente es necesario saber bastante de su vida y obra, ya que muchos diálogos y muchas referencias están sacadas directamente de los libros escritos por ellos. Además, gran parte de las cosas pasan en Barcelona, con lo que conocerla bastante bien ayuda para situarte en dónde pasan las cosas, ya que puedes saber qué están contemplando o de qué hablan.
En mi caso, siendo Barcelona mi ciudad natal, pues una parte ya la tengo arreglada. Además, los libros de Vázquez-Montalbán y los de Terenci Moix han gustado desde siempre en casa, por lo que he leído muchas de sus obras -¡Gracias papá, gracias mamá!-, lo que me permite reconocer muchas situaciones y citas de las mismas, disfrutando así más del libro.
Está escrito en un lenguaje fácil y ameno, con una creatividad muy fresca. Además, cuando hablan los otros escritores su estilo es perfectamente apreciable, está muy bien imitado. Como homenaje a los amigos perdidos es una pequeña preciosidad. El conocer muy bien todas las referencias sirve de ayuda para poder apreciar en mayor medida el gran amor de la autora por sus amigos. No obstante, en el caso de no saber muchos detalles lo normal es que te los pierdas. Entonces, las posibilidades de que el libro parezca excesivamente tonto o sin sentido son grandes, ya que en sí, en el libro no pasa nada interesante.
En resumen, una novelita corta y tonta que se lee fácil y rápidamente. Un pequeño homenaje muy tierno que bien puede no gustar a muchos, pero que, conociendo todos los detallitos que pueblan la obra, se coge con mas gusto.
Nota: 5 (aunque la obra es flojilla se lo pongo por cariño, que Moix y Montalbán siempre me han gustado mucho).
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