jueves, 24 de agosto de 2017

Election

¡Oh! ¡Qué delicioso placer se encierra en estas acidísimas elecciones escolares orquestadas por Alexander Payne! A medida que pasan los años y me vuelvo más cínico (supongo), disfruto más y más de la mala leche de este director.

En Election somos testigos de un suceso tan tonto e inocuo como unas elecciones escolares del representante de los alumnos en el claustro. A primera vista, este idílico instituto no parece tener nada que pueda captar el interés, pero a medida que rascamos, vamos descubriendo un nido de víboras, envidias y rencores de lo más florido y variado, como una sutil (o no tan sutil) alegoría de las elecciones estadounidenses.

Comentario sobre los actores (a cada cual más inspirado): La arribista y manipuladora Reese Witherspoon, en uno de sus primeros papeles, capaz de cualquier cosa por conseguir sus objetivos. El apocado y superado Matthew Broderick, cuyo profesor bienintencionado y salidorro al que se le va  la situación de las manos es absolutamente entrañable,  (Impresionante química entre ambos). Destacable también la ácida presentación de Jessica Campbell (pedazo de discurso el suyo) y la simple estupidez de Chris Klein, que clavan también sus papeles.

Hay que reconocer que mi cariño por los diferentes personajes ha ido cambiando a medida que he ido creciendo. Cuando vi la película por primera vez, debería tener unos 14-15 años. En aquel momento, mi simpatía estaba con Chris Klein: era el personaje más bonachón y bienintencionado. Estaba seguro de que si ganaba, iba a ser el que intentaría más que la gente estuviera contenta y feliz, aunque fuera a base de fiestas continuas sin tener tampoco mucha idea sobre qué era lo mejor, pero sin atisbo de mala intención.

La segunda vez que recuerdo vivamente ver esta película fue apenas empezada la universidad. En aquel momento, más desengañado con el mundo, me lancé irremisibliemtne a los brazos de Jessica Campbell y su propuesta totalmente antisistema. Consciente de lo estúpido, burdo y manipulado de esas elecciones, se me hacía imposible no apoyar ese fuck the system  tan primigenio y bastardo que proponía. Si es que hay un momento en que sólo quieres que el mundo arda…

Sin embargo, ésta vez me he sorprendido admirando a Reese Witherspoon de una manera que no había apreciado anteriormente. Además de la espectacular representación de la actriz (esas toneladas de bordería parecen TAN naturales), es el único candidado que tiene claro qué es lo mejor para la escuela (aunque nadie más sea capaz de apreciarlo). Se toma en serio algo tan importante como unas elecciones y va a hacer lo posible por defender aquello por lo que considera que tiene todo el derecho de ejercer: el poder. Quizás es que ahora, más maduro, valoro más el esfuerzo ímprobo en busca de un objetivo sincero, más que las chanzas de un ricachón campechano o la rebeldía de un candidato que lo único que desea es tocar las narices.

Este cambio de puntos de vista subyace en la grandeza de un guión impresionante, capaz de crear personajes de una palpable profundidad en un ambiente tan anodino como un instituto cualquiera. Los dardos vuelan que da gusto, componiendo un continuo de diálogos impagables cargados de sacos y sacos de mala idea. Lo más curioso es que, a pesar de saber el desenlace, me ha tenido en tensión durante todo el metraje, como un hooligan empedernido que deseaba ver victorioso a su candidato favorito.  Payne es todo un maestro a la hora de contar historias, transformando una anécdota nimia en una lucha épica por el poder con la que es imposible quedar indiferente, guión que fue destacado con una nominación al Oscar de su año (ganado sorprendentemente por la aburrida Las normas de la casa de la sidra).

Es una peli anticomercial, los acontecimientos se desarrollan con lentitud y no arranca sonrisas fácilmente. Pero tiene un magnífico guión, es ácida hasta corroer los huesos, y los actores están en estado de gracia. Aunque consigue que pierdas la fe en la humanidad, es una película ideal para ver en grupo, de las que te deja debatiendo durante horas y horas sopesando cada diálogo y considerando cada punto de vista. Recomendabilísima.

Nota: 9
Nota filmaffinity: 6.5

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