Y otra vez que vuelve a pasar. Llega la nueva película de
Marvel, digo que ésta vez voy a pasar de ir a verla al cine y otra vez que la
lluvia se conjura para que acabe buscando refugio entre los fotogramas de los
superhéroes. Es mas inesperado aún porque el Dr. Extraño es de los súper
importantes que menos me han atraído de la franquicia. Demasiado raruno o
patillero, supongo. Parece que al final lo único que me pierdo en el cine son
las películas del dios de los Vikingos xD.
Y mira que no es fácil hacer reconocible al Dr. Extraño.
A fin de cuentas, su parecido a Iron Man como personaje es más que obvio. Dos
playboys, chulitos y arrogantes que tienen sus juguetitos (tecnológicos uno,
mágicos el otro, imposibles ambos) con los que jugar a ser héroes sin por ello
tener algún tipo de poder “real” o ser más resistentes que un humano estándar.
¿Cómo conseguir presentar al personaje sin que nos
recordara en exceso a Downey Jr.? Para empezar, se ha escogido al actor más
descaradamente arrogante que podemos encontrar en el panorama británico. Ya le
hemos visto en Sherlock, El hobbit, Descifrando Enigma… Si le toca hacer de un
asocial más chulo que un ocho, lo sabe hacer. Y si algo hemos de reconocer es que
Cumberbatch da el pego de la mejor manera. Está claro que se lo habrá pasado en
grande rodando la película, el jodío. Se nota que disfruta y chulea a todo Dios. Lo odio un poco, pero que bien
le sale sacar afuera toneladas de pedantería y carisma.
Como le podría esperar, tenemos lo habitual en la primera
película de un súper: Hay que presentar los orígenes del Dr. Extraño. Desde que
es un cirujano de élite hasta que debe buscar su nuevo lugar en la vida en un
remoto templo estándar del Himalaya. Luego aparece un supermalo al que tendrá
que vencer para conocerse a sí mismo y madurar lo suficiente para crear al
personaje que intervendrá en el futuro del Universo Marvel. La fórmula de
siempre, vamos.
Ésta es la mayor crítica que se le puede hacer a la
película: es la misma de siempre. Han encontrado el wombo combo que funciona y no salen del mismo sota, caballo y
rey. Decididmente entretenida,
proporciona dos horas de pura diversión, pero se le empezaría a exigir un
puntito más de innovación, por favor. Para el Dr. Extraño, han revestido el
envoltorio de un trabajo de imaginería visualmente espectacular, esta demencial mezcla entre Origen y
Iron Man juega con los multiversos
para provocar un despelote de efectos especiales de lo más molón. Por lo menos,
Marvel sabe con qué está jugando. No variarán el mejunje, pero los aderezos son
los que el héroe pedía, deslumbrando a lo bruto. Felicitemos a los diseñadores
y a los artistas del CGi, los efectos que generan son indescriptiblemente
potentes, con un sentido de la armonía y la belleza fuera de este mundo.
Otro punto a favor se lo debo reconocer al psicodélico
combate final contra el Dios maligno. Es la primera vez que veo que uno de
ellos gane al otro… por aburrimiento. Diferente, si señor.
Por el resto, más allá de Cumberbatch, el resto de
actores no pasan del correcto. Y aquí Swinton o Ejiofor cumplen con el
automático puesto, pero Mikkelsen está un poco pasota… y se nota.
También es criticable el extraño uso del humor en esta
película. Es la vez que lo he notado más forzado. Aquí y allá aparecen los
chascarrillos ocurrentes que ya son característicos de la franquicia, pero en
este caso la película pedía un tratamiento más serio y perturbador. Los
chistes, aunque ingeniosos, parecen totalmente fuera de lugar. Casí parecen
estar por que estamos en una película Marvel y DEBE HABER CHISTES. Justo como
suele ocurrir en la franquicia rival, en las que se les mete trascendencia y
seriedad PORQUE DC, aquí, los chistes brotan PORQUE MARVEL.
No obstante, remarco también las ¡2! Escenas
post-créditos. Una te deja alucinando y la otra te saca las risas a lo bestia.
Cada vez alucino más con la capacidad de Hemsworth para reírse de sí mismo con
su Thor.
Dr. Extraño no inventa nada en el género. Su guión es el
mismo que hemos visto en otra decena de películas, su historia está incluso
trillada, pero tiene la rara cualidad de estar sustentada por tamaña cantidad
de pirotecnia visual que puede pasar sin los cimientos de un guión. El
apabullante despliegue de imágenes y el carisma de su protagonista son más que
suficientes para constituir un blockbuster palomitero de primera calidad. Puro
entretenimiento a lo grande. Si te gusta Marvel, ésta es de las que se
disfrutan.
Nota: 7
Nota filmaffinity: 6.8
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