viernes, 6 de enero de 2017

Conan de las islas (Robert E. Howard)



Continuo repasando (parece) los libros de Robert E. Howard. Después de las impresionantes aventuras de Solomon Kane y el extraño engendro que es el libro de Esaú Cairn, cojo el último de los libros originales de Conan que me faltaba para completar su bibliografía.

Título: Conan de las islas
Autor: Robert E. Howard
Título original: Conan of the Isles

“Conan, el bárbaro rey de Aquilonia, tiene más de sesenta años. Su esposa Zenobia ha muerto, y su hijo Conn ya es un hombre adulto. El monarca de la más poderosa nación hibória se distrae del tedio rememorando sus pasadas aventuras y hazañas, y todo parece indicar que podrá terminar su reinado en paz.

Sin embargo, una peligrosa amenaza se cierne sobre su reino desde el lejano Occidente, en concreto desde la misteriosa Antillia. Conan renunciará a su trono y su corona, y navegará hacia el oeste en una nueva aventura.”

El genial bárbaro cimerio me ha proporcionado toneladas y toneladas de diversión sin complejos a lo largo de los años, siguiendo sus muy variadas aventuras. Ladrón, pirata, aventurero, rey… Y hete aquí que nos encontramos a un Conan ya viejo, consciente ya de que han pasado sus mejores años, pero todavía ávido de emociones y aventuras. 

Conan se aburre gobernando un reino próspero y sin conflictos. Con su amada muerta y su hijo ya criado, no tiene otro aliciente que ver pasar los días uno tras otro. Pero eso no va con Conan. El cuerpo le pide marcha y, a la que sale la excusa, toma su espada y su coraza, y a triscar por el mundo. El héroe en busca de su última aventura, en busca de encontrar esa “una de más” que le permita tener una muerte gloriosa y no una muerte “indigna” en un lecho confortable.

Howard acierta plenamente al representarnos a este Conan en su senectud. Todavía poderoso, este prodigioso guerrero debe afrontar que no siempre puede ganar todos los duelos, que de vez en cuando, debe tragarse el orgullo y huir cuando la situación lo requiere. Vemos al bárbaro pasarlo realmente mal y encontrar desafíos que no es capaz de afrontar. Ello le vuelve mucho más humano, tu sabes (y él sabe) que su resistencia puede quebrarse en cualquier momento, lo que añade mucha mayor emoción en cada combate, pues ya no es el súper-hombre capaz de salir de cualquier entuerto a base de fuerza bruta. Si ya era un personaje que me gustaba, en Conan de las islas disfruto todavía más de sus aventuras. 

Concebido como la despedida de Howard del personaje, se beneficia de gozar de una mayor madurez al escribir, lo que se traduce en una mezcla ideal entre acción e historia, ambas capaces de fascinar por igual. Sin dejar de utilizar su estilo seco y brutal que le caracteriza, el libro dedica más tiempo del habitual a describirnos una provincia exótica del mundo Hibório, en la que adivinamos mil referencias a la Atlántida, a la cultura inca y la maya, que se mezclan en un poti-poti de lo más curioso. En efecto, Howard traslada a Conan de las tierras que conoce para su despedida, llevándonos a un mundo imposible pero igualmente fascinante.

Sin asomo de sutilezas o complicaciones, Howard realiza una novela tremendamente disfrutable, decididamente entretenida. Contiene la mejor trama de las novelas de Conan, le añade el punto de la falibilidad de nuestro héroe y no se corta al mostrarnos la brutalidad de un mundo donde todas las necesidades eran mucho más primarias. Un auténtico placer leer este libro.

Nota: 10
Nota goodreads: 4.15/5

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