A ver, ¿quién no conoce a este personajillo? El dibujo de
moda en los últimos años entre los niños pequeños hace el salto a la gran
pantalla a lo grande. En esta película Bob Esponja está impaciente debido a la inauguración
del Cangrejo Burger 2. La espera con ansia porque espera ser convertido en el
nuevo manager de la tienda. Mientras tanto, el malvado Plancton roba la Corona
al Rey y nuestro “querido” amigo no tendrá otro remedio que poner en peligro su
vida para recuperarla.
Para todo aquel que ya sea habitual de la serie, no se
encontrará con ninguna sorpresa. Es un capítulo que dura 80 minutos en vez de
20. Bob Esponja está plagado de un humor muy absurdo, sobrepasando todo el rato
la fina línea que hay entre la estupidez y la genialidad con continuos giros a
un lado y otro. Es evidente que es una película para niños y como tal hay que
entenderla. Teniendo en cuenta ese factor, mi impresión es que se trata de una
película buena.
La historia es simple, pero suficiente para conseguir una
película de 80 minutos sin notar que se estire en exceso. Evidentemente, como
en toda película para niños, se destacan los valores del desinterés, la
valentía a pesar de las inseguridades, el espíritu inclaudicable de querer
vencer las injusticias, etc.
Además, tenemos una batería inacabable de gags que se suceden
a una velocidad vertiginosa -demasiada, en algunos momentos-. Algunos son
realmente buenos, geniales; otros son muy infantiloides y abundan también
aquellos que son tan chorras que sobrepasan la estupidez en mucho. Hay momentos
grotescamente psicodélicos, lo que puede echar para atrás a muchos adultos. -Aunque
el chiste del Hasselhorf o la borrachera de azúcar son memorables-.
No obstante, tenemos una historia que funciona muy bien
para un niño. No es para ponerse a juzgar la abundancia de incongruencias y
licencias que hay en la cinta, que es una película para niños y son permisibles.
Definitivamente para los pequeños es una película para ser vivida intensamente
por el entretenimiento, el colorido, el humor inocente y un ritmo frenético que
no decae en ningún momento.
La animación es correcta. No es precisamente espectacular, pero
es obvio que no es mejor a causa de la incompetencia sino porque no se han
querido molestar más en mejorarla, ya que así ya les va bien. La mezcla de imágenes
reales con animación es algo cutre, pero sigue las mismas razones: ya les sirve
para lo que quieren. Aparte, un niño no es tan exigente en estas cosas.
La banda sonora está muy bien escogida, con mucho brío y
energía. Además la canción final es una
sorpresa espectacular. ¡Que hay que educar a los niños en la buena música y
ponerles rock desde pequeños!
Nadie que vea la película podrá quejarse de aburrimiento
-vale que alguno puede ofenderse de lo absurdo del humor-. Esta cinta es muy
divertida a su modo y tiene el acierto de introducir una moraleja y a la vez
reírse de ella, sin quedar ni muy cínica ni demasiado sensiblera (¡que aprenda
Dreamworks!). Es de lo más parecido a una película de humor absurdo en la línea
de los Looney Tunes que se haya hecho últimamente, una corriente
desgraciadamente poco extendida en animación, donde siempre se piensa que hay
que incluir mensajes "disneyanos" para educar a la chavalería.
No llego a dudar en absoluto que los niños más pequeños
disfrutarán mucho de esta película, y es recomendable pero con reservas de la
edad y la etapa evolutiva por supuesto. En definitiva, una película estimulante
para los más pequeños, quienes pueden aprovechar esta oportunidad para pasar un
buen rato bien acompañados por una cinta llena de las emociones más simples de
la vida. Una chorrada estimulante y divertida, pero una chorrada al fin y al
cabo.
Nota: 5 (para
niños, es una gran película. Para un padre… tiene algunos chistes).
Nota Filmaffinity: 6.3
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