martes, 6 de diciembre de 2022

One cut of the dead

 Ahí en el podcast de Cinéfagos nos pasa a veces que nos envalentonamos a pensar especiales que luego no grabamos. Esto provoca que me pegue un empacho de películas de una temática o director, para luego no usarlas en el programa. Y esto es lo que me ha pasado con un especial de cine de zombis que luego nunca hicimos. Abríamos con One cut of the dead.

Nos situamos en la grabación de una película de serie Z en la que un grupete de esforzados trabajadores intenta rodar una de zombies en una planta industrial abandonada. Como no puede ser de otra manera, la grabación se ve interrumpida por un apocalipsis zombi que provocará un puñado de equívocos y otras muertes esperpénticas.

Se trata de una película de presupuesto ridículo pero llena de ingenio, donde se conjuga un poco de terror y chistes muy absurdos con el cine dentro de cine (cosa que siempre me encanta), en un mejunje muy raruno que funciona estupendamente. Puede que haya zombies, alguna cabeza volando y grotescos chorros de sangre, pero ante todo, One cut of the dead es una COMEDIA y eso es algo que no olvida. Claro que son japoneses y su humor es el que es, pero son bien capaces de dejarte el culo bien torcidito.

En ese sentido, el reparto está tan sobreactuado y se flipa tanto que no hace sino reforzar el efecto de locura ante lo que estamos viendo. Así que bueno, cero quejas en este apartado.


El One cut del título es, en efecto la toma única de 30 minutos que vemos inicialmente. Ojo ante la dificultad de la propuesta de la película y los pocos medios con las que la llevan a cabo, aquí hay un trabajo de artesanía muy bien ejecutado. Luego, se produce un girito y volvemos a ver “lo mismo pero diferente”, y así hasta una tercera vez. Esta repetición es la que llena de originalidad a la película, una acrobacia quizás innecesaria, pero que si la compras, te permite gozar lo que no está escrito. Quizás tiene el problema que el primer round es el más flojo, pero luego es canelita. Lo dicho, empieza como una historia de terror al uso y, a medida que avanza, se va transformando en una carta de amor al cine con tanto fervor y respeto que se hace entrañable, queriendo a todos y cada uno de los personajes.

En fin, una idea tremenda, ejecutada con gracia y cariño. Le faltaría un poco de presupuesto, pero quizás este cine de guerrilla no habría sido tan efectivo. Siempre se agradece ver cómo en un género tan trillado como éste todavía se pueden hacer aproximaciones novedosas. Se nota (y me encanta cuando se transmite así de bien) que hay pasión por el cine, por un proyecto difícil y placer al hacer un trabajo bien hecho. La película puede dar un poco de asquete al inicio pero es que los últimos quince minutos se acogen con una sonrisa tan agradable que te deja un calorcito en el alma de lo más lindo (¡y en una de zombis!).

Dentro del podcast habríamos destacado su frescura, su manera de hacer cosas tan original y, no dudo ni por un segundo, que habrían habido un buen puñado de chistes en torno al zumbado del director de la película (la que están rodando, me refiero, puntazo de personaje).

Una peli de zombies de 2017 que es DIFERENTE. Eso ya de por sí hace que se debiera valorar. Además, es una comedia con muy buenas ideas, destila buen rollo (¡sí!) y mucho cariño por el cine, con lo que siempre se las arregla para tocar la patata con ternura. Una cosa raruna que se puede convertir en tu favorita a la que te coja con buen pie.


Nota: 9

Nota filmaffinity: 7.1

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