viernes, 5 de marzo de 2021

Nausicaä del Valle del Viento

A pesar de que ya había visto esta película hacía unos años, va y me regalan el DVD con un chillón de extras y otras cositas (si, todavía hay quien hace estas cosas, cosa que yo agradezco mucho). Una buena excusa para pegarle un repasito, ¿no?

La película nos sitúa en un mundo en el que se lleva años (muchos) en guerra contra una civilización de insectos que ha convertido el lugar en un sitio inhóspito y semi-deshabitado, claramente testigo de una civilización en la que se ha perdido mucho. Todavía queda un resquicio de esperanza en el Valle del Viento, un lugar recóndito que no ha intentado guerrear en exceso, dónde el sol todavía luce y algo parecido a la paz y tranquilidad todavía se concibe. Esta aparente calma atrae la atención de la potencia militar vecina, quienes, seguros de que esta prosperidad esconde un secreto oscuro, deciden invadir el Valle del Viento para mejorar sus posibilidades ante los insectos. Nausicaa, la princesa de este Valle, parece haber encontrado una alternativa en la que nadie había pensado…

Qué cosa más estupenda. Sorprende que un debut como estudio (Cagliostro es anterior, pero era un encargo, mientras que Nausicaa es producción propia) deja patente una historia con tanta madurez. Con indudables influencias de Mad Max (recientemente aparecida), pero pasado con encanto por el filtro propio, conjuga una historia sencilla, pero llena de intensidad, repleta de belleza e imaginación. Son muchos detalles que no se acostumbran a ver en las propuestas “juveniles” de hoy en día, todos usados con talento: los personajes son tridimensionales, con luces y sombras coherentes; la trama tiene enjundia, con ese poso que sabes que acabará bien, pero que deja claro que la vida tiene dientes y muerde, en la que habrá un precio a pagar; finalmente, el universo encierra la promesa de que hay muchos detalles más que contar, una invitación a sumergirse y dejarse fascinar con todo lo que no se te cuenta.

A pesar de sus años y de cómo ha cambiado el estilo del estudio, Miyazaki provoca que cada escena sea una pequeña obra de arte, inyectando emoción como pocos saben hacerlo: la sensación de paz que acompaña a todos los vuelos, la inquietud de Nausicaa introduciéndose en el Mar de Ácido, la abrumadora desolación que provoca la guerra…

A ello se le añade la versión tan fantástica del steampunk que se nos presenta aquí, tan pronto ultra futurista, como completamente retro, como repleto de detalles de extremo bucolismo, casi pastoril, sin que por ello el conjunto pierda coherencia o se pierda la capacidad de sorprender ante cada nuevo invento que aparece en escena. Toda la imaginería destila talento: las diferencias entre los dos reinos humanos son distintivas y reconocibles, mientras que la inhumanidad del mundo de los insectos y su influencia en el paisaje es todo un desborde de imaginación, extraño e inhóspito, pero no por ello menos verosímil. A veces podrías dedicarte a repasar escena tras escena sin prestar atención a la trama, simplemente fijándote en qué se te muestra en pantalla e imaginando cómo es el resto de la sociedad que no se nos enseña.

Lo más curioso es que todos los temas que siempre han inquietado a Miyazaki ya están aquí: Nausicaa es una fábula ecologista, pero narrada con habilidad para evitar caer en maniqueísmos ni condescendencias. Juega con habilidad para llenar de poesía mística la conservación de la naturaleza, manteniendo una pátina antibelicista que aboga por la comprensión y aceptación del diferente para vivir en harmonía. Finalmente, el hecho de dar un rol fundamental a mujeres, convertidas en personajes tridimensionales, con planes propios, virtudes y defectos, sin que su feminidad (que en ningún momento se ignora) sea el motor del personaje.

En este último detalle estriba otro de los grandes aciertos del film. Tener a un personaje tan carismático como Nausicaa facilita la labor de hacer de la película una obra para el recuerdo. Repasando las fechas, sorprende encontrar un personaje femenino tan bien construido. En 1984 no era precisamente habitual que tuvieran una personalidad tan definida. Le repugna la idea de verse dominada por la ira, pero al mismo tiempo acepta la necesidad de luchar y defenderse, se horroriza al ver las consecuencias del odio, derrochando optimismo sin por ello resultar empalagosa, con una desbordante ansia de aventuras que no implica temeridad insconsciente, y sobretodo, voluntad de conseguir un lugar mejor para todos.

Nausicaa del Valle del Viento es una película que destila optimismo en un mundo decadente. Alecciona con estilo y proporciona diversión, fascinación y moralejas a partes iguales, convirtiéndose en un entretenimiento de primera para todo el que quiera disfrutar. Como suele ocurrirme con las películas de Miyazaki, me gustaría poder ver la película por primera vez de nuevo, sintiéndome hechizado por ese valle peligroso, poblado de bosques tóxicos e insectos gigantes, cuyos secretos sugieren aventuras emocionantes. Una delicia.

 

Nota. 10

Nota filmaffinity: 7.6 

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