Recuerdo, en mis años de mozalbete, el respeto que le
tenía al Xenomorfo. No había visto
ninguna película, pero las imágenes ya bastaban para infundirme tremendo
respeto. Un día en que me había quedado solo en casa, pusieron Alien3
por la tele, y decidí armarme de valor para verla. Fue toda una decepción, más
allá de un monstruo feote, no entendí dónde estaba el revuelo. Años tardé en
ver sus predecesoras y entender lo que era el terror… Inspirado (ejem) por el
podcast de Carne de Videoclub, decidí pegarle un repasito a la película de
Alien que hacía más tiempo que no veía, ni que sea para reafirmarme en mis
recuerdos.
La película además empieza mandando a tomar viento la
entrega anterior. Se mata a todo dios superiviente y volvemos a tener a Ripley
encerrada (en este caso, en una cárcel) con un puñado de víctimas
propiciatorias y un Alien dispuesto a todo. La diferencia es que ya es la
tercera vez que Ripley se encuentra con los Xenomorfos y ya empieza a estar un
poquito harta. No podemos olvidar que una vez que has visto lo peor que el
Universo puede arrojarte y has salido viva, no vas a encontrar nadie más duro
que tú.
Me agrada la localización de la película. La Saga de Alien llega a su máxima expresión en lugares cerrados, en los que la claustrofobia se suma a la peligrosidad de una muerte segura. Sin embargo, luego no se aprovecha la misma casi para nada. Parece más bien que nos hallemos encerrados en un mundo medieval con un par de pistolas por ahí. La escena de la fundición mola bastante, no lo vamos a negar, pero el resto de la película varía entre feota y cutre. Los escenarios son simples tubos sin gracia visual en los que meter a un Xenomorfo algo perruno (la única innovación interesante de la entrega) y poco más.
Así mismo, también tiene el problema de que no hay nadie
ni remotamente al nivel de Sigourney Weaver. Vale que aquí ella ya es una
auténtica estrella y no hay nadie mejor para ser la puta ama, ¡pero el resto
del elenco se ve reducido a papeles de comparsas masillas casi en su totalidad!
No es que lo hagan mal (bueno, sí), es que el guión no les deja otra opción.
A posteriori, resulta extraño comprobar la presencia de
un director tan personal como David Fincher detrás de la película. Rascando un
poco más, uno puede entender que se trata de su película debut, de la que él
siempre ha dicho que falta casi la mitad de la misma. No voy a discutir sus
declaraciones, pues se hace obvio que la trama está mal hilvanada, como si
faltaran diálogos y escenas. Incluso un par de personajes “desaparecen” y a
nadie parece importarle.
En fin, después de que Ridley Scott pariera al bicho más
temible del Universo y Cameron ampliara su mitología como nadie pudiera haber
previsto, ¿En que pensaban los de arriba? Con el material de partida se tenía
un gran oportunidad para cerrar una trilogía a lo grande, pero bueno, deciden dárselo a un novato con talento, al
que torean por todas partes, le imponen el guión y encima culpan del resultado.
Por lo menos se puede apreciar que la acción está bien
rodada y Fincher se guarda un par de escenas que aprovechan a la Ripley más
carismática para que la película no de la sensación de timo completo.
Habitualmente considerada como la peor de la saga (con todo merecimiento), sólo se podría salvar porque es capaz de proporcionar dos entretenidas horas de acción
y por ELLA.
Nota: 3
Nota filmaffinity: 5.9
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