Como cada cambio de año, hago un poco de balance y repaso todo lo que he
visto y leído este año, eligiendo los ganadores de las recomendaciones del año.
Lo mejor y lo peor.
Un pequeño recuerdo de las reglas que me autoimpongo para los premios:
Se eligen las 3 mejores propuestas y la peor en cada categoría.
No importa que año se realizara la creación. Lo que importa es el año en
que lo he visto.
Fácil y simple. Este año empezó con un bajón en reseñas. Poco tiempo, mucho
trabajo, otros líos… Pero bueno, algunas cosas iban cayendo. Pasado verano, un
poco más organizado, empecé con todo el trabajo pendiente y me puse bastante al
día. Supongo que lo habréis notado, que he pasado de 4-5 al mes a más de 10
estos últimos meses… Al final 94 reseñas entre las que escoger y sacar las
premiadas.
Escoger los libros este año ha sido algo muy fácil. La calidad general de
los libros ha sido bastante bajilla, provocando que no tuviera que esforzarme
al escoger. Ha habido tres candidatos (+1) muy superiores al resto
Este año empezó de lo mejorcito con una novela de ciencia ficción
simplemente espectacular. Un Universo trabajadísimo, una historia impactante
que te pide seguir leyendo y páginas y páginas de diversión siguiendo las
andanzas de un improbable mesías perseguido por las instituciones religiosas.
El premio es compartido con su continuación, leída en el mismo año. Se me hacía
imposible poner uno encima del otro, así que premio a ambos exaequo. Dicen que si
un libro no te deja huella es que no has entrado… Yo sólo puedo decir
que estoy muy feliz de haber entrado y haber visitado los libros de los Cantos.
Estoy seguro que volveré a ellos más de una vez.
Soy un fan de Terry Pratchett y su Mundodisco. Habiendo leído casi todos
sus libros, no podía imaginar que La verdad se convirtiera, a estas alturas, en
mi libro favorito de la saga. Esta entrega dedicada a la creación del periódico
de Ankh-Morpock me ha llegado al alma. Además de unos personajazos que se hacen
querer, hurga con muy mala leche en la mala praxis periodística, destila punzadas
de ingenio muy bien metido y contiene una de las historias más sólidas que
puedes encontrar en Pratchett. Con este si que has de decir ¿Cómo que no te lo has leído
aún?
Mi libro de Sant Jordi de este año no podía faltar. Alguien ha robado una
estrella de la galaxia. Ya no está. ¿Quién o qué ha podido ser? ¿Qué tecnología
haría falta para ello? Pues ésta es solo una de las historias con las que se
puede resumir un ambicioso proyecto que mezcla las novelas de exploración con la
ciencia-ficción clásica, la novela negra futurista, la novela costumbrista, la
fantasía y aventura espacial con la novela bélica y la de espías. Una
animalada. El universo que se crea es descaradamente distinto del nuestro, pero
aun así reconocible, al que podríamos llegar con los cambios adecuados. Si eres
capaz de soportar un ritmo parsimonioso, de ciencia-ficción cocida a fuego
lento, este libro es de bandera. Un must
read de los enormes.
Mientras que con los libros no ha habido el más mínimo problema para
escoger a los premiados, con las películas he tenido muchas dudas. Este año ha
sido granado, lleno de grandes propuestas y proyectos de mérito. Desechar cada
uno de los candidatos me ha costado un puñado de dolor y penita, pero hay que
destacar a tres de ellas por encima, que han acabado siendo tres propuestas la
mar de diferentes. Ninguna de ellas nueva, pero todas ellas repletas de calidad
y carisma.
Su Notísima Notoridad se queda con la primera mención del año. Más allá del
brutal ingenio que desprende esta epopeya hilarante, de su aroma psicodélico y
sus bien calculadas incongruencias, me quedo con sus diálogos incisivos, sus
carismáticas exageraciones y su esperpéntico e irrepetible desarrollo. Y EL
NOTA. Es mi mesías y el de todo vago de corazón de cualquier rincón del mundo que
posea unas chanclas, una cama, un televisor y un sillón, únicos requisitos para
pertenecer a esta religión. El descojone
está asegurado en una película imprevisible que permite descubrir nuevos
detalles tras cada visionado.
El episodio VII provocó que revisionara la saga de las sagas galácticas,
haciéndome regresar a esta mítica película, las aventuras espaciales por
excelencia. Sables láser, John Williams, la Fuerza, Han disparó primero y la
batalla de todas las batallas a bordo del X-Wing que siempre quise pilotar. Una
promesa de ilusión, de entretenimiento puro. De cine para ver con el alma
inocente y las ganas de dejarse fascinar.
La tercera de las recomendaciones del año fue toda una sorpresa. Alexander
Payne y Bruce Dern crean una historia llena de emoción, humor y profundidad. El
hastío de la vejez, la incomunicación intrafamiliar, los sueños desechados, las
frustraciones de una vida de amargas sonrisas. Todo ello mezclado con el
abanico completo de las emociones humanas utilizando un armazón de una
sencillez abrumadora. Una historia tristísima y desoladora que ha conseguido
dejarme con una sonrisa en los labios. Pura hermosura.
Y si decía que escoger los mejores libros no llevó ningún esfuerzo, ha habido una gran pelea para decidir el peor que he leído este año. Un puñado de libros –que además llegaron todos casi seguidos- se propusieron hacer méritos y provocar que tuviera que romperme la cabeza para escoger al peor del año. Con las películas, en cambio, fue más fácil. La primera que vi el año pasado (que ya es buen tino) se mantuvo liderando durante casi todo el año, pero al final perdió su vergonzoso trono.
Mendoza es muy bueno haciendo libros cómicos repletos de chorradas, pero
parece que cuando intenta ponerse serio no le acaba de salir. Se ve un esfuerzo
por dar fuste y trascendencia al libro, pero esta mezcla de historia de espías,
enigmas a Dan Brown y comedia no sabe mantener el equilibrio entre sus ingredientes,
quedando como una ensalada mal aderezada y peor presentada. Una trama
increíble, con tramas que desaparecen sin motivo, poblado por unos personajes
estúpidos y acabado con un final totalmente sacado de la manga. Muchos motivos
para evitar este libro y no acercarse a él.
Todos conocemos la película Taxi (si
no la conocéis, arregladlo), esperaba que su continuación fuera a ser flojita,
pero igual no esperaba que llegara a este nivel. Presentada con ínfulas de
superproducción, no hay por dónde cogerla. Sin historia que contar y con unos
personajes que no saben adonde van, solo queda soportar un puñado de chistes
repetidos, escenas de acción que no funcionan y patilladas por doquier para
finiquitar sus excesivos 104 minutos que se hacen MUY largos.
Así que nada, empezar despidiéndome deseando ¡FELIZ AÑO A TODOS! Espero que tengáis un buen puñado de buenas lecturas y grandes películas que ver en la mayor obra de teatro del mundo: la vida. ¡A disfrutar que son dos dias!
Y ya sólo me queda deciros una cosa:
GRACIAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario