Isabel Allende no es una
autora que podamos ubicar dentro de mi cuerda y no suelo acudir a ella para
divertirme, pero es la primera CLO del año y el libro 37 de la cesta, ¡así que
no podía negarme!
Título: Eva Luna
Autora: Isabel Allende
“En Eva Luna, su tercera novela, Isabel Allende recupera su país a través
de la memoria y la imaginación. La cautivadora protagonista de este libro es un
nostálgico alter ego de la autora, que se llama a sí misma 'ladrona de
historias' precisamente porque en las historias radica el secreto de la vida y
del mundo. Como una moderna Scherezade, Eva Luna convierte su vida en una
tragicomedia por la que desfila una sorprendente galería de personajes: un
embalsamador de cadáveres, una madrina que sobrevive a una decapitación, una mujer
con cuerpo de hombre, un fotógrafo austriaco atormentado por los recuerdos del
nazismo.”
Hay que reconocer que
vengo de una racha de libros de fantasía, ciencia ficción y zaranganadas
similares. Universos inventados en vena durante unos cuantos meses. No esperaba
que me fuera a sentar tan bien volver a la tierra con una historia muy mundana,
pero que sabe mantener un toque mágico que te permite devorar páginas como
nada.
Es la historia de Eva
Luna, una hija bastarda criada para ser sirvienta, pero tocada por el hechizo
de la imaginación, dotada con el don de mezclar la realidad con la fantasía
para crear cuentos maravillosos, que evocan sentimientos ocultos y emociones
que sus oyentes no creían ser capaces de sentir. Cualquier cosa parece posible
en un relato que, curiosamente, en ningún momento despega los pies del suelo.
Por medio de este David Copperfield venezolano (aunque Allende es chilena), la
autora pega un repaso a los hechos más importantes del último siglo en el
continente: la vida en las aldeas aisladas y los indígenas, la presencia de la
guerrilla, la influencia de los culebrones en el pueblo, la inestabilidad
política, las revoluciones sociales, la influencia de EEUU en la política
interna…
Eva Luna es inocencia, es una chica que debe vivir la
vida con el « hard mode » puesto, pero no por ello pierde la ilusión
por vivir y las ganas por mejorar. Éste héroe Dickensiano con un desmedido amor
por las historias nos sorprende con unas acontecimientos imposibles. Eva Luna
no es sólo un nombre, es un mundo fantástico. Eva es la vida, el afán de vivir,
a pesar de atravesar un mundo adverso lleno de riesgos y peligros. La aventura
puede surgir del modo más inesperado en el lugar más cotidiano, y los cuentos
de Eva contribuyen a crear un aire místico y poético que da a la novela un
punto diferente.
A lo largo de las
páginas, diferentes personajes llegan, aparecen en su vida, la influyen y la
acompañan en sus desventuras y sus alegrías. Ninguno de ellos tiene una gran
importancia salvo el íntegro Rolf Carré, destinado
a ser el partenaire amoroso que sirve
de asidero para centrar una trama que transcurre entre vueltas y revueltas
entretejidas con gracia y llevarla hasta un desenlace concreto. Con mucha
historia detrás, Rolf es un pacifista que odia la violencia en todas sus formas
y que ha aprendido a utilizar su cámara como arma para denunciar las
injusticias que pasan ante sus ojos.
Este ambiente ensoñador
e irreal recuerda mucho a los culebrones de después de comer. Los personajes
van y vienen, una heroína lucha por cumplir sus sueños y salir adelante en un
mundo hostil, rodeada de ayudantes y villanos. El desarrollo, los diálogos, la
aparición y desaparición de los personajes recuerda a ello. La ligereza de la
trama y la facilidad con que se resuelven según que entuertos también dan muestra de este tipo de esquemas pero conduce agradablemente a
un final lleno de misterio en que (SPOILER) se nos cuenta que todo lo que hemos
leído no es sino la novelización que hace la propia Eva Luna (ya adulta) de su
vida. ¿Qué fue verdad? ¿Dónde estuvo el adorno?¿Qué recortó la censura? Ahí
queda ya para nosotros que juguemos e imaginemos. Para que negarlo, un final
muy bien rematado.
Para ser la primera vez
con Isabel Allende es… agradable. No tiene nada por lo que vaya a destacar,
pero han sido 400 páginas que han pasado con cierta alegría, e incluso tenía
ciertas ganas de ver que nueva desventura le tocaba sufrir a Eva Luna. En
muchos aspectos me recuerda a una versión sudamericana del David Copperfield
(aunque en éste último las tramas están mejor equilibradas). Bien escrito y
fácil de leer. Para mí es variar de temática, por lo que se me ha hecho muy
diferente a lo que acostumbro. Faltaría ver qué opina alguien que esté más
acostumbrado a la novela “realista”, ¡claro!
Deja que Isabel (o Eva)
te cuente una historia J
Nota: 6
Nota anobii: 3.88/5
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