Into the Woods nos devuelve a los cuentos clásicos de los
Hermanos Grimm reconvertidos en musical. Rapunzel, Jack y las habichuelas
mágicas, Caperucita Roja y Cenicienta convergen en un bosque misterioso y
encantado dónde todo es posible. La traslación es inesperadamente literal, con
una crudeza que ha desaparecido de las versiones más modernas y “protectoras
con la infancia” atreviéndose incluso a insinuar unas cuantas escabrosidades,
como las que se intuyen en el enfrentamiento entre Caperucita y el Lobo. El metraje
desborda mala leche e ironía, lo que sienta muy bien al ambiente oscuro que
impregna el bosque encantado. Se busca y consigue una película que caricaturiza
la esencia de los cuentos de hadas a pesar de que algunas escenas parecen
gratuitamente rebajadas en crudeza, supongo que para casar con el estilo Disney
(que por algo paga) y asegurar el “para todos los públicos” necesario para el buen funcionamiento en
taquilla.
El elenco mezcla estrellas de relumbrón con buenos cantantes y un resultado desigual. Todos están bastante pasados de página pero son capaces de mantener cierta enjundia en sus papeles. Lo que no se puede negar es que todos ellos disfrutan con lo que hacen, incluso Meryl Streep se ríe mucho de sí misma sobreactuando un papel de bruja que nadie hubiera esperado de ella hace veinte años y que le ha servido para llevarse otra (y ya van...) nominación al Oscar. Depp por su parte sigue haciendo de Depp, cambiando todo el erotismo que debería tener el Lobo por un toque siniestro bien conseguido.
No dejan de ser los
cuentos clásicos de toda la vida, así que la historia no va a sorprendernos de
ninguna manera. Es difícil formar un todo coherente con ellos y mantener el
interés del espectador, pero Marshall lo consigue durante gran parte del
metraje, aportando un buen ritmo y unas logradas
coreografías que entretienen aceptablemente. Cuando se agotan los cuentos
originales las tramas se mezclan buscando un clímax conjunto que no
puede evitar parecer un añadido irregular y forzado, con una serie de acciones
confusas que no se sabe muy bien dónde van a ir a parar.
Eso no empaña la gran
cantidad de mala leche que destilan los cuentos clásicos: las hermanas de
Cenicienta mutiladas y ciegas, Caperucita “violada” por el Lobo, muertes
totalmente gratuitas para los dos gigantes (él sufre de allanamiento de morada,
le saquean varias veces y y final ¡BOOOM! Muerto. Y encima para rematar, ¡a la
viuda también! ¿Qué culpa tenían?). Si es que antes los niños estaban hechos de
otra pasta…
El acabado es bonito, no
dura en exceso y las canciones son tienen el toque pegadizo que les ha hecho
triunfar en Broadway, aunque el obligado toque Disney lo acaba convirtiendo en un musical
demasiado oscuro para los niños y demasiado infantil para los adultos que, si bien
en el teatro funciona de maravilla, aquí no acaba de engranar del todo. Si te
gustó la obra original, o disfrutas con los musicales puede ser un buen entretenimiento.
No va a sorprender ni maravillar y puede que no interese lo más mínimo, pero no
se puede negar que está bien hecho.
Nota: 4
Nota filmaffinity: 5.4
No hay comentarios:
Publicar un comentario