Todo el que conozca la saga, ya sabrá que es lo que ofrece A todo gas. Coches, carreras y
persecuciones y… bueno, poco más. La simpleza de su planteamiento es lo que
permite que no se agote. Es una simple película hecha para los fans de los
coches sin más pretensiones que ofrecer gasolina, derrapes y adrenalina.
En esta cuarta parte volvemos a ver por primera vez al
protagonista inicial, el temible Toretto y su cochazo pasadísimo de potencia.
Éste no tiene más remedio que colaborar con el agente del FBI Brian para ir
tras la pista de un narcotraficante llamado Braga, que recluta a pilotos de carreras
callejeras para transportar drogas y que ha asesinado a la novia de Toretto.
Ambos se infiltrarán como pilotos en su organización
para así poder acabar con él.
ACTORES: Los dos protagonistas no dejan de poner la cara de
“tio duro que te odia pero te respeta” durante toda la película. Tampoco se les
pide otra cosa, claro. Los protagonistas absolutos de la historia son los
coches y son los que acaparan la mayoría de los planos. Se agradece que se haya
intentado alejar del horterismo tunnero-neónico de las dos anteriores partes y
se centren en simple burricidad en la conducción.
DIRECTOR: Lin parece haber encontrado la fórmula para hacer
dinero arriesgando poco. Actores poco conocidos con cara de duros, cochazos y
escenas de persecuciones y carreras por doquier. Al retomar a los personajes
originales parece querer trabajar más las escenas de acción. Esto se nota en la
escena inicial, sorprendentemente vibrante y trabajada. Luego el desarrollo de
la historia es nulo y se centra en escena tras escena de persecuciones rodada
con músculo y potencia. Caballos desbocados y neumáticos quemados para una
película con mucha diversión y poco sentido.
GUIÓN: Ni un ápice de originalidad. No hay nada en esta
película que no hayamos visto antes. El guión se podría resumir en:
-Persecución.
-Pelea.
-Pum.
-Explosión.
-Zasca.
-Tías buenas.
-Persecución.
-Carrera.
-Piernas.
-Pelea.
-Zurras.
-Zas.
-Culos.
-Final.
-Carrera.
-Piernas.
-Pelea.
-Zurras.
-Zas.
-Culos.
-Final.
El desarrollo de personajes es nulo y los diálogos son
bastante chusqueros. Por otro lado, tampoco se necesita más cuando lo único que
quieres es una excusa para mostrar coches a todo gas y así satisfacer al
público afín
Sólo para aquellos que saben qué es lo que van a ver.
Ruidosa y simple, coches al máximo y sus exageradas dosis de neumáticos
quemados. Una película ruidosa, palomitera y pasada de vueltas en la que los GPS tienen
tecnología de videojuego, las tramas son de videojuego y la voz femenina que
acompaña a los pilotos es de… videojuego. Testosterona y padre y señor mío,
sólo falta el volante de la consola.
Nota: 2
Nota filmaffinity: 5.6
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