Éste es otro
libro de estos que lleva siglos en mi
lista de pendientes (puedo confirmar que más de quince años), así que
algún día tocaba ponerse con ello. Ya que mi madre se ha puesto con la serie,
pues mira, igual vamos a leerlo de una vez, que ya toca.
Título: El hombre en el castillo
Autor: Philip K. Dick
Título original: The man in the high castle
Traducción: Manuel Figueroa
“La Segunda Guerra Mundial ha terminado en 1947, siendo los
Aliados derrotados por el Eje. Los Estados Unidos han sido invadidos y
consecuentemente divididos entre japoneses y alemanes, del mismo modo que
Alemania tras su derrota en el «mundo real».
Un autor que se acerca a un escenario como el propuesto se
enfrenta al problema de describir cómo sería el mundo si los nazis hubieran
ganado la guerra. Dick opta por trazar a grandes rasgos la brutalidad nazi
llevada al mundo entero, e incluso al espacio exterior, y elige centrarse
preferentemente en la cotidianidad de los americanos derrotados dentro de una
cultura japonesa victoriosa.
La acción se desarrolla en 1962 en la costa Oeste de los que
otrora fueran los Estados Unidos, ahora PSA, Pacific States of America, zona de
influencia japonesa. Los nativos son ciudadanos de segunda clase a pesar de que
su cultura es admirada por los vencedores, a tal punto que uno de los mejores
negocios es la venta de auténticas antigüedades americanas, como relojes de
Mickey Mouse. Este mundo nos es descrito a través de las vidas de Robert
Childan, Frank Frink, su ex-esposa Juliana, y Nobusuke Tagomi, saltando la
narración constantemente de un personaje a otro.
La trama gira alrededor de tres cuestiones que se tocan por
momentos: el comercio en torno a las antigüedades americanas y la valoración
que los japoneses hacen de ella, la misión del Sr. Baynes, llegado de Europa,
para entrevistarse, con fines aparentemente comerciales, con el Sr. Shinjiro
Yatabe, y un extraño libro, censurado por los nazis, que describe a los Aliados
victoriosos, escrito por un tal Hawthorne Abendsen, el Hombre en el Castillo al
que alude el título.”
Este libro
es famoso por la premisa sobre la que se basa en la historia. Fue uno de los
primeros a planteárselo y probablemente el primero que lo hizo BIEN. Así,
presenta lo que sería el desarrollo del mundo a finales del siglo XX mostrando
una evolución lógica a lo que hubiera pasado si los nazis (y por extensión el
Eje) hubieran ganado la IIGM. A partir de un “pequeño” cambio (los Aliados
pierden la Batalla de Inglaterra), propone cómo habría evolucionado la guerra a
partir de ahí y, por consiguiente, el avance del mundo durante los siguientes
cuarenta años. Esta concepción es el aspecto más notable del mismo, mostrándose
como una reflexión pensada, que tiene en cuenta multitud de detalles.
Así, El hombre en el castillo presenta
una historia alternativa muy convincente en la Hitler y los nazis, la Italia
Fascista y el Japón Imperial han sido los ganadores que se repartieron el mundo
como “buenos hermanos”. La acción se centra en EEUU, pero Philip K. Dick no se
olvida del resto del mundo y deja caer información sobre cómo ya no quedan
apenas países libres y – principalmente – los nazis dominan el mundo. Me hace
especial gracia el esfuerzo para incluir, a modo de historia dentro de la
historia, una especulación de uno de los personajes sobre cómo habría sido la
vida en el mundo si los nazis no hubieran ganado. Claro, no puede poner el
mundo real (ejem) porque lo basa desde la perspectiva de los personajes, con lo
que algunos detalles cambian. Además, la acción se centra en la parte japonesa
del país. Por un lado, queda claro lo orgulloso que se siente el Imperio
Japonés en su victoria, restregando todo lo que puede al “hombre blanco”, al
que considera inferior. Por otro lado,
no puede evitar contemplar como el nazismo se está imponiendo al resto del
mundo y queda claro que los japoneses también caerán. Sin embargo, para el
pueblo llano, queda el consuelo de que las cosas están mal por aquí, pero los
otros están todavía peor.
Para Dick,
los personajes son meros vehículos para describir el mundo. Así, no hace un
especial esfuerzo en dotarles de gran profundidad. Van de un lado a otro, hacen
cosas y poco más. Esto no impide que ese punto de vista que generan sea útil
para presentar las peculiaridades de la sociedad.
El que tiene
más páginas es el anticuario Robert Childan.
Especializado en el siglo XX que
fascina a los japoneses actuales, conoce bien todos los entresijos de la época
para esquilmar todo lo que puede a sus ricos clientes. Sabe que los japoneses
son escoria, pero es bien consciente de que los otros son todavía peores.
Realiza un esfuerzo continuo para no meterse en política, pero, obviamente, es
una cosa bastante difícil en estos tiempos.
Pronto entra
en contacto con Frank Frink¸ un granujilla que se ha metido en un
negocio de falsificaciones, pero que es testigo de algo que no debe ver. Así,
debe salir por patas de la ciudad, aprovechando la situación de emprender un
viaje por medio país con la idea de recuperar el amor de su ex Juliana.
Ésta es una joven llena de recursos y
todavía más redaños que no tiene ninguna intención de volver con Frank. No
obstante, aprovechará sus atenciones para que le lleve a conocer con el autor
del libro La langosta se ha posado –
que describe una ucronía en la que los nazis son derrotados -, que vive
recluido en su mansión, el llamado “Hombre en el castillo”.
Finalmente,
tenemos a Nobusuke Tagomi, un ejecutivo que ansía lo mejor para su pueblo,
desengañado porque lo que fue una conquista gloriosa se está convirtiendo en la
perdición de su país, pues prevé un futuro funesto en la inevitable
confrontación con Alemania. Con él contemplamos como viven los conquistadores,
dejando claro que las cosas han traído menos prosperidad que la que algunos
deseaban.
Como veréis,
he dedicado muchos esfuerzos a explicar el planteamiento y el desafiante mundo
que genera Philip K. Dick y apenas nada en la trama. Esto se debe a que a Dick
no le interesa mucho desarrollar una historia, que está casi porque debe estar,
apenas una excusa para que tengamos una novela y no un ensayo raro. Como un
ejercicio de construcción de mundo, lo que tenemos entre manos sobrepasa en
mucho el excelente. Quizás el mayor inconveniente a la hora de leer el libro
hoy en día es que debemos conocer en profundidad los grandes hechos que acaecen
en el mundo en la época 1935-1955, que son convenientemente tergiversado para
dar lugar al futuro ucrónico del libro. Además, los detalles que se dan tienen
profundidad, sumergiéndonos en un mundo que es tan terrorífico como
impresionante. Además, el detalle de situarse en el bando japones le añade un
choque todavía más grande desde el punto de vista cultural y los valores que
priman en la sociedad. Eso sí, luego tenemos una serie de eventos que no tienen
una especial importancia más allá de llevar a los personajes a los lugares
adecuados para que entendamos como es el mundo y un desenlace que es otra
vuelta de tuerca curiosa al planteamiento inicial.
Porque el
desenlace también tiene su enjundia. Gracias al libro La Langosta se ha
posado tomaremos conocimiento de otro mundo alternativo al “real” de los
personajes en el que los Aliados ganan la guerra, pero que no es el que
nosotros conocemos. Además SPOILER
queda implícito que los personajes –
especialmente El hombre en el Castillo – llega a ser consciente de ser
un personaje literario en el que su realidad es una ucronía, pero que al mismo
tiempo ha generado – no por sus manos – un tercer mundo en el que el Eje perdió
de una tercera manera. En fin, una voladura de tarro de lo más bonita, que
rompe casi cualquier idea preestablecida que pudieras tener FIN DEL SPOILER.
En apenas
216 paginitas tenemos una construcción del mundo al alcance de muy pocos. Al
mismo tiempo, tenemos una exploración en profundidad de la moralidad de los
Imperios, la poca diferencia que supone a veces considerar que un bando de la
guerra es mejor que el otro; si realmente importa quién gana la guerra, o si,
en un escenario de una complejidad moral tan grande, la intolerancia y la
maldad prevalecen o si los humanos pueden dirigirse hacia un lugar moralmente
correcto (y si es que eso importa). Además, debemos tener en cuenta que el
libro se escribe en 1968. La IIGM apenas hace 20 años que acabó, muchas heridas
seguían abiertas y, sobre todo, a la ciencia-ficción le faltaban muchas obras
por ser escritas. Cualquier veterano lector del género verá aquí el lugar desde
donde parten mil influencias en las obras que se escribirían en los siguientes
30 años, una buena prueba de su importancia.
Hacía tiempo
que un libro no me estimulaba la mente y me obligaba a ir a tope como éste. Sí.
Es racista, sexista y tiene unos sesgos del tamaño de portaviones, pero tiene
una construcción del mundo tan bueno en un espacio tan reducido que uno no
puede sino fascinarse con el resultado. Lástima que la historia luego no
acompañe, porque la premisa es poderosa con ganas.
Nota: 8
Nota
goodreads: 3.61/5