sábado, 20 de febrero de 2021

Klaus

Me enteré de la existencia de esta película tras su nominación a los Oscar de animación. ¿Una película española nominada en esa categoría? Ante todo, es extraño. Y más cuando el argumento deja claro que se trata de una película Navideña. ¿Qué me estaba perdiendo?

A ver, centrémonos y hablemos del argumento. En un primer momento conocemos a un cartero hijo de papá que, como castigo, es enviado por su padre a la delegación más puñetera de todo el servicio. Éste pueblo, situado en un lugar desolado, de nieves eternas, se ve azotado por la eterna lucha de dos clanes que se llevan a matar desde hace tanto tiempo que ya no recuerdan por qué luchas. Evidentemente, no recibirán con buenos ojos la llegada de un forastero con ganas de tocar las narices. La necesidad provocará que este cartero entre contacto con Klaus, un huraño leñador al que todos temen, que, por estas cosas que pasan, acabará convirtiéndose en el Santa Claus que todos conocemos.

Entonces, ¿esta película cuenta algo nuevo? En el fondo, no, limitándose a ser la enésima revisión de la historia del origen de Santa Claus. Sin embargo, parte desde una óptica inusual, enlazándolo con el papel de los carteros como repartidores de regalos, contando la historia desde fuera y desde dentro a la vez. El desarrollo de la trama está muy bien cuidado, permitiendo que se deslice con habilidad, cogiendo velocidad poco a poco. A ello se le añade un ritmo bien medido, en el que los hechos suceden con brío pero sin apelotonarse, ideal para captar tu atención y que te mantengas interesado en el devenir de la película.


Ahí está una de las claves. El guión está muy bien trazado, con el origen de la mitología navideña perfectamente introducido dentro de la trama, explicando con total naturalidad de donde sale su entrada por las chimeneas o sus renos voladores. Además, no pierde un ápice de diversión cuando se aleja de los temas navideños, con personajes tridimensionales bien construidos y, sobretodo, con diálogos ingeniosos, más afilados de lo que puede parecer en un inicio. Incluso las tramas secundarias como la enemistad entre los dos grandes clanes del pueblo funcionan a la perfección. La reacción de todos los personajes casa con la personalidad que se ha descrito previamente y no se siente chirriar en ningún momento la aparición de conflictos por necesidades de guión, sino que aparecen con fluidez y naturalidad.

Otro de los detalles que salta a la vista desde un primer momento es el inusual diseño de la animación, realizado en una suerte de 2D y medio que la hace distinta de los que estilan los grandes estudios de hoy día. Aunque por momentos recuerda al stop-motion, está realizada completamente por ordenador. La mezcla de contornos redondeados y figuras rectilíneas permite distinguir ambientes y personajes de un plumazo, con estéticas que contribuyen a reforzar el carácter sin caer en tópicos fáciles. 


Lo dicho, se trata de una película en la que todo funciona con gracia y finura. Sorprende, pues, que se trate de un producto patrio, dado que su calidad sobrepasa mucho la que se estila por aquí en el género. Una vez vista, no extraña la nominación a los Oscars que se llevó –incluso con el lastre de no estar producida en EEUU – y, en realidad, tampoco hubiera saltado la banca si se hubiera llevado el premio gordo. Precisamente porque perdió a manos de Toy Story 4, película que no está nada mal, pero que en modo alguno está a la altura de lo que sabemos que puede hacer Pixar. Coincidió en ser estrenada un año en que el premio estaba “barato” y aun así el premio no sale de los sospechosos habituales. Podría haber sido su momento, pero…

En resumen, Klaus es una película adorablemente clásica, pero luego es muy moderna. Coge lo que hemos visto toda la vida y lo conjuga con un puñado de ingredientes novedosos para obsequiarnos con un entretenimiento navideño de primera. Una puesta en escena preciosa, unos diálogos brillantes y unas cabriolas argumentales se bastan más que de sobras para hacernos disfrutar con esa historia que nos han contado tantas veces. Recomendable para ver en familia con niños de todas las edades.

 

Nota: 8

Nota filmaffinity: 7.6 

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