He aquí el primer intento de Spielberg de hacer una
película “seria”. He aquí una de las películas malditas de los Oscar. He aquí El color Púrpura.
La vida no es fácil para una mujer del sur de EEUU a
principios del siglo XX. Menos aún si además eres negra, tu padre abusa de ti
(y te embaraza dos veces) y luego además te vende en matrimonio a un hombre
autoritario que está enamorado de tu hermana. Celie parece haber nacido para
conocer el lado duro de la vida. Humillada, ultrajada y con una autoestima anulada
desde la infancia, Celie comparte sus penas únicamente con Dios, manteniéndose
firme gracias a una fortaleza inquebrantable. Con un tono casi cercano al
documental, la película nos muestra todas las vicisitudes que pueblan la vida
de Celie, desde que es apenas una chiquilla hasta ya cercana la vejez. Celie no
solo sufre con su marido si no que es testigo de las injusticias que sufren sus
amigas “Shug”Avery, una “pecadora” cantante de jazz que parece vivir una vida
feliz debido a su éxito, aunque paga un gran precio por ello; y Sofía, una
mujer con mucho carácter que no está dispuesta a dejarse pisar por nada ni por
nadie.
Este drama de pañuelo cuenta una historia necesaria, que
denuncia la situación de las mujeres en la sociedad del siglo XX, mostrando las
desgracias que caen sobre tres mujeres de muy diferente carácter, sólo por el
hecho de ser mujeres. La película Precious
puede considerarse una versión actual de la misma historia (siendo bastante
admirables las dos).
ACTORES: Spielberg sabe ser un gran director de actores y
aquí se encuentra a tres actores en estado de gracia, que hacen probablemente
las mejores actuaciones de sus vidas. Whoppi Goldberg, a la que nunca se le ha
considerado una gran actriz, compone a una magnífica Celie, creíble en su humillación
y en su personalidad anulada. Danny Glover, apenas conocido por otra cosa que
sus papeles en Arma letal, nos
muestra un retrato del típico hombre de principios del XX. Pusilánime y tímido,
es un total don nadie que se muestra superior y dominante sobre el único ser que considera que “le pertenece”, la pobre Celie. Finalmente, la conocida Oprah
Winfrey interpreta a la perfección a una mujer “moderna”, consciente de que no
puede dejarse pisar por el propio hecho de ser mujer, pero incapaz de saber cuando
esa valentía se torna inconsciencia.
DIRECTOR: Anteriormente ya había revolucionado la manera de
hacer cine de entretenimiento (Tiburón,
Encuentros en la tercera fase, Indiana Jones), pero de Spielberg nadie se
esperaba que fuera a rodar un dramón de pañuelo con fuertes cargas de denuncia
social. La película combina momentos realmente magníficos con otros de una
carga sensiblera excesiva, mostrándose irregular. Además, al estar rodada de
una manera tan fría, buscando profundizar en el realismo de las escenas, no se
consigue (especialmente al inicio) empatizar demasiado con el personaje
principal. La historia es algo lenta y pesada, pero está rodada con mucha seriedad y corrección. Spielberg maneja a
unos actores en estado de gracia y consigue sacar algunos momentos de los que
parten el alma y denuncian unos hechos que siguen teniendo plena vigencia. Toda
la puesta en escena está muy trabajada y se plasma fantásticamente la crónica
de una época y una forma de vida. Tanto la fotografía, como la música como el
vestuario están muy bien realizados, realzando la valía de la misma.
GUIÓN: Si la película adolece de algo, es de un ritmo muy
cansino. Todas las escenas son calmadas y lentas, para dar tiempo a que cada
idea se asiente y deje poso, mientras que uno se puede recrear en lo correcto
del encuadre y el color. Ello permite algunas escenas magníficas pero en otros
momentos se puede volver algo pesado. No obstante, la historia es vibrante y te
mantiene pegado al asiento si eres capaz de soportar el bajo ritmo de la misma.
Por otro lado, las dos subtramas se encuentran perfectamente entrelazadas con
la historia principal y le añaden profundidad y trascendencia a la historia.
Como siempre, el happy ending obligatorio de Spielberg no puede faltar, aunque
en este caso quede algo más forzado de la cuenta (la última escena es algo
horrenda, pero qué se le va a hacer).
Quizás no es la mejor película de Spielberg, pero es su
primer acercamiento a una temática seria (son mucho mejores Salvar al Soldado Ryan y La lista de Schindler). Teniendo en cuenta
que se trata de un dramón de pañuelo que puede no gustar a todo el mundo,
contiene escenas magistrales y momentos perfectamente disfrutables.
Es una cruda historia sobre la vejación, el "uso
esclavizante" de la mujer, el maltrato y el abuso físico, la
discriminación, la soledad y la separación de los seres queridos, pero por
encima de todo es un relato de supervivencia en una sociedad raciste e hipócrita,
un relato sobre el triunfo del amor y de la sangre a través de una conducta
perseverante que no baja los brazos. Es un film que celebra el hecho de
poder seguir estando vivo, de mantener presente los lazos de sangre aunque sean
distantes, de revelar al mundo una parte de la historia afro-americana que es
desconocida por muchos. Es un film que habla sobre personas, sobre el
amor, la comprensión y el crecimiento personal a pesar de las dificultades,
sobre las crisis emocionales, el papel de la mujer en la vida y la
“superioridad” del hombre sobre ella.
Nota: 7
Nota filmaffinity: 7.4
Se llevó 11 nominaciones al Oscar (Película, director, actor, actriz, actriz secundaria, guión, vestuario, fotografía, banda sonora, canción, dirección artística y maquillaje), vamos, todo. Sin embargo, no se llevó nada, aunque esa avalancha de nominaciones indica que la película está bien hecha. Ese año triunfó Memorias de Africa, que tampoco es que sea muy superior.
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