Este thriller pasó bastante desapercibido en su momento, aunque la trama tiene un punto original inesperado. Quizás en la situación actual tiene un puntito de morbo extra.
Salinger es un agente de la INTERPOL que, junto a la Fiscal de Manhatan Whitman intenta reunir pruebas contra uno de los principales bancos del mundo por tráfico de armas. Cuando el principal informador y el colega de Salinger mueren, comprueban que cuando se lucha contra algo tan poderoso como un banco y sus inmensas redes de influencia, las cosas son bastante difíciles.
Estos días está en boga criminalizar a los bancos y, aunque la película es algo anterior, añade un puntito malvado a esas organizaciones financieras con multitud de secretos y asuntos turbios. Sobretodo al inicio, consigue llamar la atención debido a su inusual “malo”, con cierta denuncia social hacia el papel que debe (y no hace) tener un banco en la sociedad. No obstante, abandona rápidamente esta idea y se transforma en un thriller relativamente entretenidillo.
Otra cosa que también se debe tener en cuenta es el hecho de que se trata de una película alemana, a pesar de su similitud estética con las películas de Hollywood. Sabiendo esto, debemos esperar un ritmo más pausado y más reflexivo de lo que sería habitual en un thriller de acción hollywoodiense.
ACTORES: Clive Owen es el protagonista máximo de la acción. Haciendo el mismo papel que le hemos visto otras veces en otras películas, cumple con solvencia. Lamentablemente el resto de actores no están a su altura, desdibujando mucho sus personajes, convirtiéndolos en meros tópicos.
DIRECTOR: De Tykwer hemos podido disfrutar algunas películas. El más internacional (y comercial) de los directores alemanes es un artesano, que siempre huye de los efectos especiales, con una gran capacidad para crear escenas contundentes y emotivas (como ya hemos degustado en El Perfume). Nos sorprende con un inicio impactante, con una fuerza sorprendente. Unos primeros quince minutos espectaculares que dan lugar a un bajón de ritmo mientras se desarrolla la trama. Sin embargo, la poca fuerza de la misma no le permite lucirse a pesar de ser capaz de dar un par de pinceladas realmente buenas, con dos escenas ciertamente poderosas: la del rifle de francotirador en la plaza de Milán y el tiroteo en el Guggenheim. Especialmente esta última es una demostración de cómo, incluso en los tiempos modernos, se pueden hacer escenas de acción vibrantes sin necesidad de ir cámara en mano, moviéndola de un lado a otro a ritmo vertiginoso. Con una buena coreografía y buena elección de vistas, de un modo artesanal y sin alardes de efectos especiales podemos disfrutar de un largo tiroteo (de unos 15 minutos) que pocos pueden hacer así de bien. Lamentablemente, cuando el guión flojea, Tykwer no es capaz de mantener la emoción ni la intriga.
GUIÓN: Mientras que el inicio es impactante, plantea una trama novedosa, confusa y delirantemente conspiranoica, el desarrollo es pobre. Los personajes están apenas esbozados, apareciendo y desapareciendo en la historia sin mucho sentido. Diálogos vacíos y acciones sin mucho sentido son cosas que lastran el ritmo de la película y ni el trabajo de Owen ni el de Tykwer sirven para mantener la calidad. A pesar del grandioso y poderoso inicio, la trama pierde rápidamente todo esbozo de sentido y crítica iniciales. Convirtiéndose así en un thriller al uso con un argumento vacío, confuso y tramposo.
Igualmente, la película resulta entretenida. Sabe ser, sobretodo al inicio, una película diferente y la larguísima escena del Guggenheim (espectacular) aguanta la diversión hasta el final de la película. Sin embargo, a la que te paras a buscarle un mínimo de sentido a los hechos ocurridos o intentas ver esa crítica social que hay en un par de diálogos iniciales, te encuentras con que la cosa flojea. Lo que parece un thriller de acción crítico en el inicio (precioso) se transforma en un thriller típico, con un par de escenas dignas de mención, pero poco más. Además, el ritmo más pausado típico de las películas alemanas no ayuda tampoco a captar la atención del espectador, haciéndola algo más pesada.
Eso sí, Owen está en su salsa, y seguro que cualquier fan de este actor disfrutará de cada fotograma (casi todos en la película) en los que salga, perdonando todo el resto de fallos de la misma.
Nota: 5
Nota Filmaffinity: 5.9
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