miércoles, 21 de agosto de 2013

Los Mil Hijos (Graham McNeill)

Y mira, parece que no iba a ser posible, pero ya llegamos a la 12º entrega de esta saga! (y lo que queda). Dentro de la misma, toca ponerse serios, ¡nos vamos con los Mil Hijos a uno de los puntos culminantes de la Herejía!

Título: Los mil Hijos
Autor: Graham McNeill
Título Original: A Thousand Sons



“La Gran Cruzada vive un momento decisivo y los Mil Hijos luchan con entrega y lealtad. Sin embargo, el Imperio recela de la Legión de Magnus el Rojo a causa de sus métodos arcanos. Temido por aquellos a quienes ha jurado proteger, Magnus es llamado al planeta Nikaea para defenderse de las acusaciones de brujería. No obstante, cuando el desventurado primarca tiene visiones que predicen la traición de Horus, decide avisar al Emperador mediante poderes prohibidos, y el Señor dela Humanidad envía a Leman Russ, primarca de los Lobos Espaciales, a atacar Próspero, el planeta de los Mil Hijos. Pero Magnus ha visto más allá de la traición del Señor de la Guerra y estas revelaciones decidirán el destino de su Legión para siempre.”

Después de los últimos libros, volvemos un poco al pasado para focalizarnos en otra parte de la Herejía. Los Mil Hijos sienten una particular fascinación (y obsesión) por el saber, con un ansia de conocimiento que sobrepasa en mucho lo saludable, especialmente dentro de los poderes psíquicos, que estudian con deleite. En las batallas se controlan, porque queda mal  ir lanzando rayos de fuego por ahí, pero poco a poco, a medida que van dominando el tema… se van dejando ir, con las consecuencias que ello tiene para su futuro.

Hay dos cosas destacables dentro de la novela. Se trata quizás de la propuesta que más incide en la ciencia-ficción y menos en la acción de toda la saga. Se centra mucho en cómo está organizada la sociedad de la Legión y en las consecuencias que tendrá el concilio de Nikaea para el futuro del Imperio. Además, casi dobla en longitud al resto de novelas de la saga, lo que permite al autor explayarse en el desarrollo de los personajes (tal como pasa en Fulgrim), lo que ayuda a saborear mucho mejor su caída.
Realmente, McNeill se toma el desarrollo con calma, explicando las motivaciones de los personajes, sus expectativas en la vida y los porqués que acaban provocando su enemistad con el Emperador. Evidentemente, tanto saber sin control acaba provocando que jueguen con poderes con los que nadie debería interaccionar y, por mucho que sus intenciones sean buenas, todo el mundo es corruptible si no está atento a la maldad.

Después de la batalla de Isstvan (que nos enseñaron desde todos los puntos de vista posibles), otro de los puntos culminantes de la Herejía es el Concilio de Nikaea. Es en este momento donde se definirá la postura del Imperio para con la religión en los siguientes diez mil años. Es uno un punto muy difícil de tratar desde el punto de vista narrativo y hay que reconocer que a McNeill le queda muy bien. De la misma manera, la destrucción de Próspero es narrada desde un punto de vista muy global, lo que le da mucha fuerza a la desolación causada por la caída de una sociedad tan avanzada -e ingenua-. El dolor del Emperador, la inevitabilidad de sus decisiones, la simplicidad de los Lobos a la hora de afrontar los problemas… Hacen de esta novela, sin duda la mejor de toda la saga, por ahora.

Está dividida en tres partes muy diferenciadas:
En la primera se nos muestra, con mucho detalle, la organización de la Legión, los diversos cultos en función de los poderes de cada uno de los marines, su relación con los rememoradores… Son profundamente leales y no parece haber ningún inconveniente en sus investigaciones, pero se puede observar que hay algo que parece fallar.
En la segunda parte, los Mil Hijos deben colaborar con los Portadores de la Palabra y los Lobos Espaciales en una campaña, evidenciando los conflictos internos que hay en el Imperio y los primeros enfrentamientos personales entre Magnus el Rojo y Leman Russ, algo gordo se está gestando…
Y en la tercera parte somos testigos de la caída. No voy a dar más detalles, mejor descubrid vosotros la magnitud de la tragedia. Eso sí, McNeill se queda a gusto y le queda muy bien. Las últimas cien páginas son muy dolorosas.

Resulta enternecedor incluso comprobar como los sabios Mil Hijos, que se autoproclaman los más cultivados e inteligentes de todos los astartes son engañados de una manera tan ingenua (las piezas van desgranándose  muy bien a lo largo del libro). Especialmente para el primarca Magnus el Rojo, que se considera el ser más inteligente del Universo, por encima incluso del Emperador, capaz de ver venir cualquier conspiración, pero que en su arrogancia y vanidad es manipulado. A pesar de su desmedido orgullo, quiere a sus gentes, a las que considera sus hijos y se lamenta y arrepiente cuando contempla sus errores.
No obstante, el peso de la historia recae principalmente en el Bibliotecario Jefe Azhek Ahriman (posteriormente muy famoso en el trasfondo), el más inteligente y dotado de los astartes. Hombre comprensivo y culto, dedicado a su misión, representando todos los aspectos positivos de cómo debe ser un marine para con sus protegidos. Es todo un contrapunto para los serios y estrictos marines, lo cual provoca que su caída sea especialmente amarga y trágica.
El resto de capitanes de las compañías muestran diversos caracteres, debatiendo sobre la conveniencia de usar según que poderes, con bastantes matices  en sus opiniones y las consecuencias que ello puede tener. Para ofrecer otro punto de vista, tenemos a los humanos que acompañan a los Marines, los rememoradores, que ven las cosas de una manera ¡ más parecida a la nuestra, actuando a modo de conciencia y permitiendo comprobrar como van cambiando las cosas a medida que avanza la novela.  Hasta el último personaje secundario tiene su importancia y deja impronta de un punto de vista diferente sobre la historia, dotándola de una profundidad inusual para la franquicia.

Tanto en desarrollo, como en contenido y consistencia, Los Mil Hijos es memorable, sin duda, la mejor novela de la saga. Es una pasada y cualquier lector de la franquicia la disfrutará con muchas ganas. Lástima que al ser la 12º parte de una saga, será difícil que algún profano llegue a poder disfrutar de este gran libro.

Nota: 9
Nota anobii: 4.5/5

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