Y mira, parece
que no iba a ser posible, pero ya llegamos a la 12º entrega de esta saga! (y lo
que queda). Dentro de la misma, toca ponerse serios, ¡nos vamos con los Mil
Hijos a uno de los puntos culminantes de la Herejía!
Título: Los mil
Hijos
Autor: Graham
McNeill
Título Original:
A Thousand Sons
“La Gran Cruzada vive un momento decisivo y los Mil Hijos luchan con
entrega y lealtad. Sin embargo, el Imperio recela de la Legión de Magnus el
Rojo a causa de sus métodos arcanos. Temido por aquellos a quienes ha jurado
proteger, Magnus es llamado al planeta Nikaea para defenderse de las
acusaciones de brujería. No obstante, cuando el desventurado primarca tiene
visiones que predicen la traición de Horus, decide avisar al Emperador mediante
poderes prohibidos, y el Señor dela Humanidad envía a Leman Russ, primarca de
los Lobos Espaciales, a atacar Próspero, el planeta de los Mil Hijos. Pero
Magnus ha visto más allá de la traición del Señor de la Guerra y estas
revelaciones decidirán el destino de su Legión para siempre.”
Después de los
últimos libros, volvemos un poco al pasado para focalizarnos en otra parte de
la Herejía. Los Mil Hijos sienten una particular fascinación (y obsesión) por
el saber, con un ansia de conocimiento que sobrepasa en mucho lo saludable,
especialmente dentro de los poderes psíquicos, que estudian con deleite. En las
batallas se controlan, porque queda mal
ir lanzando rayos de fuego por ahí, pero poco a poco, a medida que van
dominando el tema… se van dejando ir, con las consecuencias que
ello tiene para su futuro.
Hay dos cosas
destacables dentro de la novela. Se trata quizás de la propuesta que más incide
en la ciencia-ficción y menos en la acción de toda la saga. Se centra mucho en
cómo está organizada la sociedad de la Legión y en las consecuencias que tendrá
el concilio de Nikaea para el futuro del Imperio. Además, casi dobla en
longitud al resto de novelas de la saga, lo que permite al autor explayarse en
el desarrollo de los personajes (tal como pasa en Fulgrim), lo que ayuda a
saborear mucho mejor su caída.
Realmente,
McNeill se toma el desarrollo con calma, explicando las motivaciones de los
personajes, sus expectativas en la vida y los porqués que acaban provocando su
enemistad con el Emperador. Evidentemente, tanto saber sin control acaba
provocando que jueguen con poderes con los que nadie debería interaccionar y,
por mucho que sus intenciones sean buenas, todo el mundo es corruptible si no
está atento a la maldad.
Después de la
batalla de Isstvan (que nos enseñaron desde todos los puntos de vista posibles),
otro de los puntos culminantes de la Herejía es el Concilio de Nikaea. Es en
este momento donde se definirá la postura del Imperio para con la religión en
los siguientes diez mil años. Es uno un punto muy difícil de tratar desde el
punto de vista narrativo y hay que reconocer que a McNeill le queda muy bien. De
la misma manera, la destrucción de Próspero es narrada desde un punto de vista
muy global, lo que le da mucha fuerza a la desolación causada por la caída de
una sociedad tan avanzada -e ingenua-. El dolor del Emperador, la
inevitabilidad de sus decisiones, la simplicidad de los Lobos a la hora de
afrontar los problemas… Hacen de esta novela, sin duda la mejor de toda la
saga, por ahora.
Está dividida en
tres partes muy diferenciadas:
En la primera se
nos muestra, con mucho detalle, la organización de la Legión, los diversos
cultos en función de los poderes de cada uno de los marines, su relación con
los rememoradores… Son profundamente leales y no parece haber ningún
inconveniente en sus investigaciones, pero se puede observar que hay algo que
parece fallar.
En la segunda
parte, los Mil Hijos deben colaborar con los Portadores de la Palabra y los
Lobos Espaciales en una campaña, evidenciando los conflictos internos que hay
en el Imperio y los primeros enfrentamientos personales entre Magnus el Rojo y
Leman Russ, algo gordo se está gestando…
Y en la tercera
parte somos testigos de la caída. No voy a dar más detalles, mejor descubrid
vosotros la magnitud de la tragedia. Eso sí, McNeill se queda a gusto y le
queda muy bien. Las últimas cien páginas son muy dolorosas.
Resulta
enternecedor incluso comprobar como los sabios Mil Hijos, que se autoproclaman
los más cultivados e inteligentes de todos los astartes son engañados de una
manera tan ingenua (las piezas van desgranándose muy bien a lo largo del libro). Especialmente
para el primarca Magnus el Rojo, que
se considera el ser más inteligente del Universo, por encima incluso del
Emperador, capaz de ver venir cualquier conspiración, pero que en su arrogancia
y vanidad es manipulado. A pesar de su desmedido orgullo, quiere a sus gentes,
a las que considera sus hijos y se lamenta y arrepiente cuando contempla sus
errores.
No obstante, el
peso de la historia recae principalmente en el Bibliotecario Jefe Azhek Ahriman (posteriormente muy famoso
en el trasfondo), el más inteligente y dotado de los astartes. Hombre
comprensivo y culto, dedicado a su misión, representando todos los aspectos
positivos de cómo debe ser un marine para con sus protegidos. Es todo un
contrapunto para los serios y estrictos marines, lo cual provoca que su caída
sea especialmente amarga y trágica.
El resto de
capitanes de las compañías muestran diversos caracteres, debatiendo sobre la
conveniencia de usar según que poderes, con bastantes matices en sus opiniones y las consecuencias que ello
puede tener. Para ofrecer otro punto de vista, tenemos a los humanos que
acompañan a los Marines, los rememoradores, que ven las cosas de una manera ¡
más parecida a la nuestra, actuando a modo de conciencia y permitiendo comprobrar
como van cambiando las cosas a medida que avanza la novela. Hasta el último personaje secundario tiene su
importancia y deja impronta de un punto de vista diferente sobre la historia,
dotándola de una profundidad inusual para la franquicia.
Tanto en
desarrollo, como en contenido y consistencia, Los Mil Hijos es memorable, sin duda, la mejor novela de la saga.
Es una pasada y cualquier lector de la franquicia la disfrutará con muchas
ganas. Lástima que al ser la 12º parte de una saga, será difícil que algún
profano llegue a poder disfrutar de este gran libro.
Nota: 9
Nota anobii: 4.5/5
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