lunes, 2 de mayo de 2016

Judas desencadenado (Peter F. Hamilton)



Ooohh, la segunda parte de “La estrella de Pandora”, jeje. No iba a tardar mucho tiempo en caer a la que apareciera en mis manos. La encontré de rebote (muy de rebote) en un mercadillo de Londres y se compró en unimpulso, sin pensar mucho en cómo me la llevaría para casa. Tenía ganas de saber cómo terminaba la cosa, que la primera parte me dejó con muchas muchas ganas de más. ^^

Título: Judas Unchained (leída en inglés original)
Autor: Peter F. Hamilton

“Los Primos son la mayor pesadilla de la Federación. La coexistencia es imposible con estos aliens avanzadísimos tecnológicamente, genéticamente programados para exterminar todas las otras formas de vida. Veintitrés planetas han caído a los invasores, con bajas que cuentan en cientos de millones. Y nadie sabe dónde o cuándo volverán a atacar los genocidas Primos. 

Tampoco son la única amenaza. Durante más de cien años, un culto secreto, los Guardianes del Ser, han estado avisando que un alien con capacidad de control mental imposible de detectar y resistir – el Aviador Estelar – se ha infiltrado en la Federación. Tildados de terroristas, los Guardianes y su líder, Bradley Johansson, han sido perseguidos implacablemente por la investigadora Paula Myo. Pero ahora las evidencias apuntan a que los Guardianes tenían razón desde el inicio, y que el Aviador Estelar tiene agentes distribuidos por los puntos vitales de la Federación – agentes que ahora están saboteando todos los esfuerzos bélicos. 

¿El Aviador Estelar es un aliado de los Primos o ha orquestado una lucha a muerte entre dos especies para su propio beneficio? Cogidas entre dos enemigos letales, uno un invasor brutal atacando desde el exterior, el otro un cáncer impío matando desde el interior, las facciones de la Federación deberán unirse como nunca han hecho anteriormente…”

La Estrellade Pandora tenía un “pequeño” problema en sus últimas páginas y es que no estaba pensada como una primera parte. Esta historia se concibió para ser publicado como un todo. Obviamente, el editor no iba a permitir la publicación de un monstruo de 3000 páginas, así que se partió en dos por la mitad geográfica del libro. Es decir, en ningún momento se preparó una conclusión a La estrella de Pandora que te dejara con ganas  de coger Judas desencadenado. Tal como se corta en los anuncios de Antena3, simplemente FIN. Y punto. Este es un hecho que también se nota al empezar esta segunda parte. No hay un recordatorio de qué ocurrió con uno u otro personaje o de qué conversación se estaba gestando en el momento del corte. Volver a coger el hilo de la trama si las lecturas se separan el exceso puede llegar a costar. Desde aquí recomendaría no dejar mucho tiempo entre un libro y otro.

Ahora entramos en materia. Este mostrenco de 1300 páginas (manejable, sí) continúa justo por donde se quedó La estrella de Pandora. Entre otras muchas cosas, el Universo estaba en que se había detenido la primera oleada de Primos, se habían perdido muchos planetas e incontables vidas. A la Federación le llega el momento de lamerse las heridas y adaptarse a la vida en guerra, situación que hacía más de tres siglos que no veía.


El libro se inicia continuando las historias de los personajes que ya conocemos, pero de fondo se hayan cuestiones vitales para una sociedad que ve como su modo de vida se tambalea. ¿Cómo ser solidario y creer en el Gobierno cuando son los responsables de traer a un enemigo implacable a nuestro sistema? ¿Cómo mantener la moral alta cuando hay cientos de millones de refugiados que recolocar? ¿Cómo convences a la población de soportar el “estado de excepción” que acompaña a un régimen militar y el obvio aumento de impuestos que conlleva la financiación de un nuevo ejército? Y sobre todo, el tema al que Hamilton más tiempo dedica en su esfuerzo por reflejar la sociedad en todo su espectro: Si dispones de armas de destrucción galáctica, ¿hasta qué punto es lícito usarlas? ¿Qué haces con un enemigo que no es capaz de concebir la mínima existencia de unos límites éticos? La cuestión sobre los límites a los que hay que llegar para garantizar la estabilidad de la galaxia se haya orbitando, de fondo, como un mantra que incomoda a todos los personajes. 
  
Sin embargo, la guerra no es el argumento principal del libro. Está ahí, porque es lo que ocurre en la Federación y atañe a todos los personajes, pero la novela tiene muchas más cosas que el mero relato bélico. 

La vida de Mark y su familia ha dado un vuelco al perder su planeta y convertirse en refugiado. Cuando la esperanza de una vida tranquila parece perdida, encuentra el trabajo más seguro de la Federación: colaborar con el potentado Nigel Sheldon para construir las naves espaciales de la armada. Su valía le convierte en un hombre de confianza de Sheldon, adentrándose en proyectos cada vez más secretos y peligrosos. El problema es que los favores de los padrinos es que tienden a hacerse grandes, y al hombre que creó la Federación no se le dice que no… 

Por su parte, la investigación de la implacable Paula Myo sigue su curso, a pesar de haber sido expulsada del cuerpo. Su cerco sobre los Guardianes del Ser sigue cerrándose, pero una verdad inquietante empieza a filtrarse paulatinamente, resquebrajando todo en lo que cree: ¿Y sí los Guardianes tenían razón desde un principio? Las circunstancias la llevan a aliarse con la metomentodo periodista Mellanie Rescorai, que poco a poco va abandonando su actitud de mosquita muerta para meterse en más follones de los que puede gestionar. ¿Hasta dónde llega la madriguera de conejo que ha tejido el Aviador Estelar? ¿En quién puedes confiar cuando cualquiera puede ser un traidor? El nivel de paranoia al que estos personajes llegan al final del libro es descomunal.

El líder de los Guardianes Bradley Johansson adquiere cada vez más importancia. El que parecía un fanático inflexible se muestra como un líder dedicado y paciente. No tiene otro objetivo que acabar con el Aviador Estelar y no cejará en su empeño, aunque su plan secreto para ello implica destruir un planeta…
El Almirante Kyme continua comportándose como el ejemplo del deber y es quién nos pone al día de los sucesos en la sala de Batalla de la Federación. Aquí lo veremos pasar especialmente mal, ya que se ve incapaz de frenar la escalada de violencia de los Primos. La confirmación de que el Aviador Estelar se ha infiltrado en la Armada confundirá a amigos y enemigos, haciéndose difícil encontrar en quién confiar.

Ozzie Osboure, co-creador de los agujeros de gusano y una de las personas más ricas de la galaxia, sigue en su viaje por los caminos de los Elfen buscando la ayuda de razas más avanzadas para entender a los Primos. A pesar de sus más de trescientos años de edad, es aún un espíritu joven y alegre, huyendo de protocolos y compromisos, incapaz de la más mínima responsabilidad. Sus aventuras son muy simples y directas, convirtiéndose en un soplo de aire fresco entre la tensión que despiden el resto de tramas.

Aunque el arrogante y estúpido astrónomo Dudley Bose murió en la primera parte, esto no impide que siga apareciendo, ya que es posible recuperar su mente y ponerla en nuevo cuerpo. Sin embargo, esto no implica una resurrección plena, pues el trauma de la muerte ha convertido a Bose en un hombre asustadizo, lleno de inseguridades y demasiado necesitado de cariño. Está seguro de que su verdadero cuerpo está “ahí afuera” y no puede evitar sentirse un impostor que vive una vida robada. Si antes acababa tocando las narices por presumido y pomposo, ahora parece un adolescente en la edad del pavo. 

En La Estrella de Pandora felicité la capacidad de Hamilton de proponer un Universo que constituye una evolución muy lograda desde nuestra realidad. A partir de un par de cambios, el avance es muy consecuente, casi orgánico, creando una civilización muy reconocible desde Occidente. En Judas Desencadenado no se dedica a desarrollar más este Universo, sino lo aprovecha para poblarlo de personajes muy bien construidos, haciendo avanzar las tramas con maestría y creando un libro en el que sumergirte horas y horas y horas… 



Quién ha llegado a empezar este libro habrá pasado por 1300 páginas de ciencia-ficción llena de descripciones y narrada a un ritmo lento, de los que buscan una trama que tome poso. El estilo se mantiene en la segunda parte. La historia avanza parsimoniosa, sin prisa, permitiéndote disfrutrar de clases de historia, batallas descomunales y momentazos la mar de peliculeros. Evidentemente, si eres de los que busca acción rapidita o necesitas buenas dosis de brío, aquí no lo vas a encontrar. No es “lectura ligera”, sino que exige estar atento a lo que ocurre y todas las implicaciones que cada hecho tiene en el resto de tramas, además de cierto entrenamiento con el género. Es fácil salir huyendo y sólo los lectores más curtidos podrán penetrar sus secretos. A cambio, el libro premia largamente a aquellos que consigan sumergirse hábilmente en sus páginas, pues tiene de todo, y de lo más bonito.

Sin embargo, arrastra el problema de ser la continuación de una primera parte simplemente brutal. Judas desencadenado sigue siendo un libro estupendo, pero no alcanza el nivel de su predecesora. Además, como se debe recuperar todas las tramas que habían quedado colgadas, no es hasta la página 300 que el libro empieza a avanzar, y si te habías olvidado un poco de como quedaba cada personaje, puede costar un poco empezar.

Pero ¡buf! Vaya final. Si bien es cierto que se toma un par de quiebros y requiebros excesivos en sus últimas páginas con el único objetivo aparente de alargar 100 páginas más, el desenlace hace encajar todas las piezas con maestría. Cierra cada cabo suelto de manera impecable para dejarte con la sensación de que el viaje ha valido la pena. Bonito, emocionante, salvaje y al mismo tiempo, reflexivo y con sustancia.


En conclusión, la saga de la Federación es una historia increíblemente detallada, con un argumento complejo,  cuyo desarrollo gradual y parsimonioso es muy característico. La ciencia-ficción de Hamilton es el tipo de CF que me gusta leer y sumergirme: realista con un buen espolvoreo de magia cientifista aquí y allá para mantener al lector con capacidad de asombro, creando uno de los mejores Universos que he leído en la ciencia-ficción.

Lo dicho, indispensable para todos aquellos que gusten de una buena historia de Sci-fi que no se asusten con un ritmo lento y detallado. Recomendaría leerla casi del tirón después de su antecesora (no más de dos libros entremedias).

Nota: 9
Nota goodreads: 4.28/5

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