Gantz es uno de los seinen (subgénero del manga) de
ciencia-ficción más reputado. Dentro de la moda de adaptar todas las grandes
obras del género a la acción real, era obvio que Gantz iba a ser de los
primeros en adaptarse. Pasó por Sitges hace ya un puñado de años, dejando a
todo el mundo alucinando. Por mi parte, éste es uno de los (muchos) mangas a
los que no he prestado la atención que se merecía, por lo que tampoco me
interesé mucho en la adaptación. Vaya con lo que me perdía.
Debido a un accidente, dos estudiantes universitarios son
atropellados por un tren. Sin embargo, en vez de morir, aparecen en una idílica
habitación de Tokyo con una bola de billar gigante en el centro. El resto de
ocupantes del apartamento vienen también de sufrir muertes violentas y están
tan confusos como ellos. Nadie entiende que ocurre. La bola de billar empieza a
hablar y les ordena acabar con unos alienígenas tan absurdos como letales. Si
quieren volver a sus vidas, deberán superar todas las fases que Gantz (la bola)
les ha preparado en este sangriento videojuego.
Si algo hay que reconocer a esta producción es su fuerza
visual. Mantiene una estética hipnótica que impacta, a medio camino entre un
videojuego impostado y las influencias de Matrix y sus derivados, lo que se nota
tanto en los trajes y las armas de los protagonistas como en el particular diseño
de los enemigos a batir. Es evidente que viene marcada por la estética original
del manga, pero el traspaso a la pantalla grande es de lo más resultón.
A ello hay que sumar todos los juegos de intriga que se
generan, ya que los autores juegan a esconderte gran parte de la información,
generando enigmas que luego no resuelven. Gantz se mueve a través de mundos
paralelos y acciones poco claras que sumergen al espectador en un mar de
confusión. El metraje se encuentra aderezado por espectaculares escenas de
acción para gozo del espectador palomitero, pero que no ayudan a aclarar la
trama.
Lo que es más dificil de tragar es la estupidez supina de
los personajes. No entienden que ocurre, no saben relacionarse y son demasiado
pusilánimes como para reaccionar y exigir explicaciones (no chocan tanto si se
conoce la idiosincrasia japonesa típica, pero al inicio se vuelve un tanto
incómodo). Se aprecian diferencias de carácter que supongo que estarán mejor
desarrolladas en el manga, pero parece que los directores no han querido
entretenerse mucho con ello en la adaptación a la gran pantalla.
La película es confusa con ganas, sí. El desarrollo evita
darte detalles para que tú te montes tus propias pajas mentales y luego
lamentes tus errores. Preferiría que dejarse de hacerse la misteriosa y te
dejara las cosas “un poco” más claras, pero si entras en su juego, consigue que
te estés dos horas preguntándote “¿Qué demonios viene ahora?”. Te pega al
asiento cosa mala y se marca un buen puñado de momentazos. Por otro lado, es una película dificil para
muchos. Además de ser confusa, se pasa de violenta y absurda, lo que no ayuda a
soportar a unos personajes demasiado “japoneses”. Hay que estar un poco bregado
en las horteradas niponas para soportar algunas escenas.
Realmente no conocía el manga ni el anime, pero me ha
dejado con muchas (pero muchas) ganas de más. Me ha convencido para atacar el
manga próximamente, que de eso se trata con estas películas.
Nota: 7
Nota filmaffinity: 5.8
PD: Por lo que tengo visto, esta película entusiasma al
público afín que no ha leído el manga y enfada a los que sí. A ver si voy a
tener que hacer un update cuando me lo acabe… ^^
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