Ooohh, la segunda parte de “La estrella de Pandora”,
jeje. No iba a tardar mucho tiempo en caer a la que apareciera en mis manos. La encontré de rebote (muy de rebote) en un
mercadillo de Londres y se compró en unimpulso, sin pensar mucho en cómo me la llevaría para casa. Tenía ganas de saber
cómo terminaba la cosa, que la primera parte me dejó con muchas muchas ganas de
más. ^^
Título: Judas Unchained (leída en inglés original)
Autor: Peter F. Hamilton
“Los Primos
son la mayor pesadilla de la Federación. La coexistencia es imposible con estos
aliens avanzadísimos tecnológicamente, genéticamente programados para
exterminar todas las otras formas de vida. Veintitrés planetas han caído a los
invasores, con bajas que cuentan en cientos de millones. Y nadie sabe dónde o
cuándo volverán a atacar los genocidas Primos.
Tampoco son
la única amenaza. Durante más de cien años, un culto secreto, los Guardianes
del Ser, han estado avisando que un alien con capacidad de control mental imposible
de detectar y resistir – el Aviador Estelar – se ha infiltrado en la
Federación. Tildados de terroristas, los Guardianes y su líder, Bradley
Johansson, han sido perseguidos implacablemente por la investigadora Paula Myo.
Pero ahora las evidencias apuntan a que los Guardianes tenían razón desde el
inicio, y que el Aviador Estelar tiene agentes distribuidos por los puntos
vitales de la Federación – agentes que ahora están saboteando todos los
esfuerzos bélicos.
¿El Aviador
Estelar es un aliado de los Primos o ha orquestado una lucha a muerte entre dos
especies para su propio beneficio? Cogidas entre dos enemigos letales, uno un
invasor brutal atacando desde el exterior, el otro un cáncer impío matando
desde el interior, las facciones de la Federación deberán unirse como nunca han
hecho anteriormente…”
La Estrellade Pandora tenía un “pequeño” problema
en sus últimas páginas y es que no estaba pensada como una primera parte. Esta
historia se concibió para ser publicado como un todo. Obviamente, el editor no
iba a permitir la publicación de un monstruo de 3000 páginas, así que se partió
en dos por la mitad geográfica del libro. Es decir, en ningún momento se
preparó una conclusión a La estrella de
Pandora que te dejara con ganas de
coger Judas desencadenado. Tal como
se corta en los anuncios de Antena3, simplemente FIN. Y punto. Este es un hecho
que también se nota al empezar esta segunda parte. No hay un recordatorio de
qué ocurrió con uno u otro personaje o de qué conversación se estaba gestando
en el momento del corte. Volver a coger el hilo de la trama si las lecturas se
separan el exceso puede llegar a costar. Desde aquí recomendaría no dejar mucho
tiempo entre un libro y otro.
Ahora entramos en materia. Este mostrenco de 1300 páginas
(manejable, sí) continúa justo por donde se quedó La estrella de Pandora. Entre otras muchas cosas, el Universo
estaba en que se había detenido la primera oleada de Primos, se habían perdido
muchos planetas e incontables vidas. A la Federación le llega el momento de
lamerse las heridas y adaptarse a la vida en guerra, situación que hacía más de
tres siglos que no veía.
El libro se inicia continuando las historias de los personajes que ya conocemos, pero de fondo se hayan cuestiones vitales para una sociedad que ve como su modo de vida se tambalea. ¿Cómo ser solidario y creer en el Gobierno cuando son los responsables de traer a un enemigo implacable a nuestro sistema? ¿Cómo mantener la moral alta cuando hay cientos de millones de refugiados que recolocar? ¿Cómo convences a la población de soportar el “estado de excepción” que acompaña a un régimen militar y el obvio aumento de impuestos que conlleva la financiación de un nuevo ejército? Y sobre todo, el tema al que Hamilton más tiempo dedica en su esfuerzo por reflejar la sociedad en todo su espectro: Si dispones de armas de destrucción galáctica, ¿hasta qué punto es lícito usarlas? ¿Qué haces con un enemigo que no es capaz de concebir la mínima existencia de unos límites éticos? La cuestión sobre los límites a los que hay que llegar para garantizar la estabilidad de la galaxia se haya orbitando, de fondo, como un mantra que incomoda a todos los personajes.
Sin embargo, la guerra no es el argumento principal del
libro. Está ahí, porque es lo que ocurre en la Federación y atañe a todos los
personajes, pero la novela tiene muchas más cosas que el mero relato bélico.
La vida de Mark y
su familia ha dado un vuelco al perder su planeta y convertirse en refugiado.
Cuando la esperanza de una vida tranquila parece perdida, encuentra el trabajo
más seguro de la Federación: colaborar con el potentado Nigel Sheldon para construir las naves espaciales de la armada. Su
valía le convierte en un hombre de confianza de Sheldon, adentrándose en
proyectos cada vez más secretos y peligrosos. El problema es que los favores de
los padrinos es que tienden a hacerse
grandes, y al hombre que creó la Federación no se le dice que no…
Por su parte, la investigación de la implacable Paula Myo
sigue su curso, a pesar de haber sido expulsada del cuerpo. Su cerco sobre los
Guardianes del Ser sigue cerrándose, pero una verdad inquietante
empieza a filtrarse paulatinamente, resquebrajando todo en lo que cree: ¿Y sí los Guardianes
tenían razón desde un principio? Las circunstancias la llevan a aliarse con la
metomentodo periodista Mellanie Rescorai,
que poco a poco va abandonando su actitud de mosquita muerta para meterse
en más follones de los que puede gestionar. ¿Hasta dónde llega la madriguera de
conejo que ha tejido el Aviador Estelar? ¿En
quién puedes confiar cuando cualquiera puede ser un traidor? El nivel de
paranoia al que estos personajes llegan al final del libro es descomunal.
El líder de los Guardianes Bradley Johansson adquiere cada vez más importancia. El que parecía
un fanático inflexible se muestra como un líder dedicado y paciente. No tiene
otro objetivo que acabar con el Aviador
Estelar y no cejará en su empeño, aunque su plan secreto para ello implica
destruir un planeta…
El Almirante Kyme
continua comportándose como el ejemplo del deber y es quién nos pone al día de
los sucesos en la sala de Batalla de la Federación. Aquí lo veremos pasar
especialmente mal, ya que se ve incapaz de frenar la escalada de violencia de
los Primos. La confirmación de que el Aviador
Estelar se ha infiltrado en la Armada confundirá a amigos y enemigos,
haciéndose difícil encontrar en quién confiar.
Ozzie
Osboure, co-creador de los agujeros
de gusano y una de las personas más ricas de la galaxia, sigue en su viaje por
los caminos de los Elfen buscando la ayuda de razas más avanzadas para entender
a los Primos. A pesar de sus más de
trescientos años de edad, es aún un espíritu joven y alegre, huyendo de
protocolos y compromisos, incapaz de la más mínima responsabilidad. Sus aventuras son muy simples y directas, convirtiéndose
en un soplo de aire fresco entre la tensión que despiden el resto de tramas.
Aunque el arrogante y estúpido astrónomo Dudley Bose murió en la primera parte,
esto no impide que siga apareciendo, ya que es posible recuperar su mente y
ponerla en nuevo cuerpo. Sin embargo, esto no implica una resurrección plena,
pues el trauma de la muerte ha convertido a Bose en un hombre asustadizo, lleno
de inseguridades y demasiado necesitado de cariño. Está seguro de que su
verdadero cuerpo está “ahí afuera” y no puede evitar sentirse un impostor que
vive una vida robada. Si antes acababa tocando las narices por presumido y
pomposo, ahora parece un adolescente en la edad del pavo.
En La Estrella de
Pandora felicité la capacidad de Hamilton de proponer un Universo que
constituye una evolución muy lograda desde nuestra realidad. A partir de un par
de cambios, el avance es muy consecuente, casi orgánico, creando una
civilización muy reconocible desde Occidente. En Judas Desencadenado no se dedica a desarrollar más este Universo,
sino lo aprovecha para poblarlo de personajes muy bien construidos, haciendo
avanzar las tramas con maestría y creando un libro en el que sumergirte horas y
horas y horas…
Quién ha llegado a empezar este libro habrá pasado por
1300 páginas de ciencia-ficción llena de descripciones y narrada a un ritmo
lento, de los que buscan una trama que tome poso. El estilo se mantiene en la segunda
parte. La historia avanza parsimoniosa, sin prisa, permitiéndote disfrutrar de
clases de historia, batallas descomunales y momentazos la mar de peliculeros.
Evidentemente, si eres de los que busca acción rapidita o necesitas buenas
dosis de brío, aquí no lo vas a encontrar. No
es “lectura ligera”, sino que exige estar atento a lo que ocurre y todas las
implicaciones que cada hecho tiene en el resto de tramas, además de cierto
entrenamiento con el género. Es fácil salir huyendo y sólo los lectores más
curtidos podrán penetrar sus secretos. A cambio, el libro premia largamente a
aquellos que consigan sumergirse hábilmente en sus páginas, pues tiene de todo,
y de lo más bonito.
Sin embargo, arrastra el problema de ser la continuación
de una primera parte simplemente brutal. Judas
desencadenado sigue siendo un libro estupendo, pero no alcanza el nivel de
su predecesora. Además, como se debe recuperar todas las tramas que habían
quedado colgadas, no es hasta la página 300 que el libro empieza a avanzar, y
si te habías olvidado un poco de como quedaba cada personaje, puede costar un
poco empezar.
Pero ¡buf! Vaya final. Si bien es cierto que se toma un
par de quiebros y requiebros excesivos en sus últimas páginas con el único
objetivo aparente de alargar 100 páginas más, el desenlace hace encajar todas
las piezas con maestría. Cierra cada cabo suelto de manera impecable para
dejarte con la sensación de que el viaje ha valido la pena. Bonito,
emocionante, salvaje y al mismo tiempo, reflexivo y con sustancia.
En conclusión, la saga de la Federación es una
historia increíblemente detallada, con un argumento complejo, cuyo desarrollo gradual y parsimonioso es muy
característico. La ciencia-ficción de Hamilton es el tipo de CF que me gusta
leer y sumergirme: realista con un buen espolvoreo de magia cientifista aquí y
allá para mantener al lector con capacidad de asombro, creando uno de los
mejores Universos que he leído en la ciencia-ficción.
Lo dicho,
indispensable para todos aquellos que gusten de una buena historia de Sci-fi
que no se asusten con un ritmo lento y detallado. Recomendaría leerla casi del
tirón después de su antecesora (no más de dos libros entremedias).
Nota: 9
Nota goodreads: 4.28/5
Me encanta
ResponderEliminarSer bueno, ser muy bueno. ^^
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