En esta ciudad todas las películas (bueno,
casi), son en VOS. Nos llevamos una sorpresa al ver que ponían una argentina (en castellano, ¡uo!), así que se nos
ocurrió ir a verla. Para una en castellano que ponen, no le vamos a hacer un
feo, ¿no? También es verdad que ese fue el único motivo por el que fuimos, ni
siquiera se nos ocurrió mirar mucho el argumento…
Estamos en la parte más recóndita de la
Patagonia, a mediados de los 60. Un médico alemán llega al pueblo y seduce a
todos con su saber científico, su clase y su dinero. Se aloja en el hotel
local, dónde la pequeña de la familia se ve atraída por la inquietante manera
de ser del Doctor. En pleno despertar sexual, esta atracción puede ser
peligrosa, especialmente una vez conoces la siniestra identidad que se esconde tras sus frías formas: el doctor Josef Mengele.
Nosotros sólo sabíamos que la película iba de un médico
alemán se instalaba en una zona rural de la Patagonia. Totalmente insuficiente
para comprender de qué iba la historia. Una vez se apagaron las luces y
empezaron las primeras miradas “extrañas”, quizás el film se iba a decantar por
algo más depravado. Pero la película volvió a sorprendernos y la depravación
(mucha), se fue por otro sentido, pues una película que tiene a un Dr. Mengele obsesionado con
la belleza y la perfección de la raza como protagonista da bastante juego.
ACTORES: Alex Brendemühl da otra muestra de
su camaleonismo al componer a un inquietante Dr. Mengele. Su composición es sólida e siniestra, transmitiendo mucha sensación de intranquilidad en todos sus
actos. Ayuda a sostener la película, y mucho. Frente a su veteranía, la pequeña Florencia Bado se curra mucho a su ambiguo personaje, una
niña inocente, pero que desea crecer, que desea ser tratada como una mujer y no como una niña. En el colegio la marginan, lo que la lleva a acercarse a la única persona que
parece considerarla adulta, y que no es sino nuestro “querido” Mengele. Oreiro
y Peretti componen a unos correctos padres de familia con demasiados secretos, mientras que
el resto de actores trabaja con la corrección deseada.
DIRECTORA: Lucia Puenzo parece obsesionada
con el despertar sexual, pues todas sus películas tratan el tema, aunque sea de
pasada. Aquí aprovecha a la pequeña Lilith para acercarse al personaje de
Mengele y, sobretodo, la conniviencia del nazismo en Argentina y la complicidad
de la sociedad a aceptar según que ideas. Para ello se ayuda de la obvia
inquietud que provoca una posible relación pedófila, más como una sensación inminente
que como algo posible. Las malvadas ideas que
se esconden tras este manipulador y frío personaje sustituyen rápidamente
esta terrorífica sensación por algo incluso más inquietante.
La mezcla de niños y nazismo es siempre
incómoda y la potencia de las imágenes que se obtienen en la desolada Patagonia
ayuda mucho a crear el malsano ambiente en que se mueve toda la película. Goza
de interpretaciones creíbles, rasgos de buen cine y una fotografía virtuosa,
pero con una narración muy lenta y contemplativa que además se acaba deshinchando
al final. Quiebros y vueltas cuando se debe precisar un desenlace lastran y
alargan lo que es un inicio poderoso e inquietante.
GUIÓN: La película está guionizada por la
propia Lucía Puenzo, a partir de un libro escrito por ella misma (yo me lo
guiso, yo me lo como). Plantea una problemática íntima inmersa en un contexto
histórico, una serie de personajes bien definidos que se desenvuelven en un
entorno natural de belleza deslumbrante. La historia es sencilla, pero no por
ello falta de contenido, y la construcción de los personajes es notable. Se
podría decir que es un episodio recreado del deambular del asesino nazi por la
América del Sur, sabiéndose perseguido por los israelitas, pero intentando
seguir con sus experimentos. En esta sencillez, una abundancia de subtramas
complementan adecuadamente la historia. Son embargo… le falta un poco, la trama
no consigue generar verdadero suspenso y no llega a tener ese “punch” que
necesita para llegar a mayores cotas. Hay cosas que no quedan claras y que
dejan al espectador más que con intriga, con necesitad de unir esos flecos que
podrían dejarle con un mejor sabor de boca.
Esta película es inquietante, muy correcta
técnicamente y trata hábilmente un tema que se presta al morbo barato. Es impecablemente
fría en sus paisajes, y permite disfrutar buen esfuerzo de sus dos protagonistas, un muy sólido Brendemühl y una enigmática
Florencia Bado, pero falla al buscar un clímax que no acaba de llegar, Para haberla visto sin tener ni idea de que iba, la sorpresa ha
sido agradable. Entretiene, intriga y da paso a la reflexión, pero se le echa
en falta un final a la altura de lo prometido en la primera hora de película.
Nota: 5
Nota filmaffinity: 6.5
Es la película enviada por Argentina a los Oscars de este año, pero creo que los fallos le restarán demasiado como para optar a la estatuilla.
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