El blockbuster de este verano viene con unas
mimbres muy bonitas: El desparrame orgásmico visual de Snyder colaborando con
el reinventor del oscurantismo narrativo y maestro del Caos Nolan. ¡De ahí iba
a salir algo bonito, seguro! Que se atrevan con un héroe con tan poco fondo
como Superman… Bueno, no es tan oscura y desasosegante como Batman, ni tiene el
humor de Spiderman, Ironman o los Vengadores -que Clark kent no es Tony Stark!-
pero la espectacularidad está asegurada.
La película empieza con un fastuoso
flash-back del fin de Krypton, explicándote no sólo los inicios de Superman
sino también los del General Zod. Una vez destruido Krypton, saltamos a la
Tierra, donde un joven Clark Kent busca su lugar en el mundo, intentando pasar
desapercibido, pero sin poder evitar ayudar a la gente. Es consciente del miedo
que le tendrá la gente cuando sepa qué es capaz de hacer, por lo que se
esconde. La llegada del General Zod le obligará a mostrarse al mundo, para así
evitar la extinción de la raza humana.
Mi impresión es que es una película que, por
planteamiento y situación, está pensada para Nolan: la necesidad de dotar de
una complejidad gratuita a todos los personajes, el planteamiento casi místico,
las reflexiones éticas sobre el poder… Pero que luego perdió interés por dirigir
el proyecto ¿Acoso no sabía cómo acabarlo “bien”? Y le acabó pasando el
caramelito a Snyder, para que se flipara con presupuesto infinito. Si a este
hombre le das un guión más o menos bien parido, tienes garantía de que te va a
hacer una cosa bien bonita.
ACTORES: Cuando los fuegos artificiales no
están dominando la pantalla, un buen trabajo actoral te ayuda a dar empaque a
la película, esto sucede especialmente con los secundarios masculinos, pues
Costner y Crowe cogen a sus endeblemente caracterizados personajes y les dotan
de una enjundia destacable. Igual pasa con Michael Shannon, que compone el
mejor malo de Superman que hemos visto en las películas y reparte atún para dar
y tomar. Incluso Lawrence Fishburne hace un Perry White con empaque! Amy Adams,
en cambio, hace una Lois Lane totalmente desdibujada y poco creíble, lo más
flojo del elenco con diferencia -tampoco es que el guión le ofreciera mucho
más-. Henry Cavill es quién tiene la responsabilidad de hacer a Superman y
realiza su trabajo con bastante dignidad. Sabe ser lo suficientemente duro
cuando tiene que serlo y evita parecer el “boy-scout salvavidas” típico.
DIRECTOR: La labor de Snyder se puede ver
perfectamente reflejada en la hora final de la película. El espectáculo visual
es abrumador, deslumbrante y burrísimo. Una pasada de explosiones, destrucción
y desparrame apoteósica. La pelea final entre Superman y el general
Zod es un prodigio de coreografía, ritmo y bastardidad.
Básicamente: PAM! Tres edificios atravesados, espera que vuelvo, abro otro agujero a los edificios, cojo una viga y te arreo con ella! A volar!! Yo cojo un coche y te lo estampo en la cabeza! Y yo un vagón del metro! Y…. Esta vorágine de destrucción se muestra con todo lujo de detalles, excesiva pero brutalmente convincente.
Básicamente: PAM! Tres edificios atravesados, espera que vuelvo, abro otro agujero a los edificios, cojo una viga y te arreo con ella! A volar!! Yo cojo un coche y te lo estampo en la cabeza! Y yo un vagón del metro! Y…. Esta vorágine de destrucción se muestra con todo lujo de detalles, excesiva pero brutalmente convincente.
De la misma manera, el extenso prólogo en
Krypton es un espectáculo visualmente sugerente, que da ganas de re-visitar en
un posible spin-off si alguien se
atreve a hacer un guión sobre ello.
Entre ambos ejemplos de fuerza visual, una
serie de flashbacks nos cuentan -mas o menos- una historia que los enlaza y
explica. El ritmo de este interludio es bastante lento y, aunque no llega a
aburrir, se pierde entre incoherencias e intentos de profundizar en la
psicología de los personajes que Snyder no es capaz de aprovechar. Muy bueno
cuando se le puede ir la castaña, justito al rodar escenas “normales”.
La imaginería de la película está muy bien
trabajada, como sería esperable viendo el presupuesto. El diseño Kryptoniano es
precioso y orgánico, deshumanizado pero bonito. Además, Superman pierde por fin
sus ridículos calzoncillos por fuera y tiene un traje bonito y acorde a los
gustos actuales!
GUIÓN: Dentro del guión, encontramos muchos
trazos del estilo de Nolan, ya sea por presentar a un héroe mucho menos ingenuo,
por buscar conflictos morales o por la consistencia de los personajes
masculinos y la falta de consistencia de los femeninos… Pero luego no está
trabajado muy a fondo y aparecen incoherencias graves, como la muerte de
Jonathan Kent –ridícula- o la manera de forzar protagonismo porque sí para Lois
Lane. Temas planteados y motivaciones que desaparecen a mitad de película se
encuentran con tratamientos decisionales mucho más serios de lo que sería
esperable dando lugar a un conjunto muy irregular. Yo creo que Snyder encuentra
que hay temas para entrar en profundidad pero decide pasar de todo y dedicarse
a hacer una película de acción muy, pero muy pasada de vueltas.
Sorprende, eso sí, que este Superman no sea
el héroe que tenga que esconderse. Por fin, deja de dedicarse a salvar niños repelentes que caen por las
ventanas ni parece tener mucho aprecio por las vidas humanas, se pasea por
entre los soldados como un verdadero prodigio y será admirado por todo el mundo
después de salir del “armario”.
Para explicarlo recurriré a las ideas de
otro flipado, el certero Quentin, en Kill
Bill: “Uno de los elementos principales de la mitología del superhéroe es
que hay un superhéroe y hay un alter ego. Batman es en realidad Bruce Wayne,
Spiderman es en realidad Peter Parker… Tienen que ponerse un disfraz para
convertirse... Y es ahí, en esa característica, donde Superman es único.
Supermán no se convirtió en Superman… Cuando Superman se levanta por la mañana,
él es Superman. Su alter ego es Clark Kent… Las gafas y el traje de negocios es
el disfraz que Superman lleva para integrarse entre nosotros. Clark Kent es tal
como Superman nos ve a nosotros… Clark Kent es la crítica de Superman a toda la
raza humana”.
Es en este aspecto que Zack Snyder cumple, y
de manera notable: Superman se nos aparece como el superhéroe entre
superhéroes, no tiene que demostrarle nada a nadie, simplemente representa a un
semidiós que protege a la raza humana de sus amenazas y debilidades.
¿Es una película buena? No. Tiene demasiados
errores y su historia es notablemente inferior incluso a muchas películas de
superhéroes. Las partes “Nolan” y las partes “Snyder” son demasiado reconocibles
e irregulares pero… ¡vaya flipada! Pocas películas pueden presumir de mostrar
una pelea de dioses tan bien como esta. Yo, al menos, me lo he pasado en grande
con ella.
Nota: 6
Nota filmaffinity: 6.5
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