domingo, 25 de noviembre de 2012

The Casual Vacancy (J. K. Rowling)


Después de los libros de Harry Potter, parece que la Rowling se quedó con las ganas de escribir algo más serio. Tiene su mérito querer seguir escribiendo después de una saga tan famosa como la del mago con gafas, y además cambiando de género de una manera tan exagerada. Me regalaron el libro apenas salió en inglés, por lo que no se iba a rechazar la posibilidad de leerlo, ¿no?

Título: A casual vacancy (Una vacante imprevista, original en inglés)
Autor: J. K. Rowling

“Cuando Barry Fairbrother muere con apenas cuarenta años, el pueblo de Pagford queda sumido en el shock. Pagford es, esencialmente, un pueblo idílico, con una plaza del mercado muy coqueta y una abadía antígua, pero lo que yace detrás de esta bonita fachada es un pueblo en guerra.
Ricos en guerra con los pobres, adolescentes en guerra con sus padres, mujeres en guerra con sus maridos, profesores en guerra con sus alumnos… Pagford no es lo que parece en un principio.
Y la vacante dejada por Barry en el consejo municipal se convierte en el catalizador para la mayor guerra que el pueblo ha visto. ¿Quién triunfará en unas elecciones fraguadas con pasión, duplicidad y revelaciones inesperadas?
Una gran novela sobre un pequeño pueblo.”

Rowling es consciente del gran precedente que supone ser la escritora de Harry Potter y ha buscado desmarcarse lo más posible del género. Novela adulta y sin rastro de magia o fantasía, todo un cambio.

La novela está situada en la bucólica Pagford, donde se produce una vacante imprevista. Durante las primeras doscientas páginas, la autora se entretiene en presentarte a la multitud de personajes que tienen algún tipo de influencia en la vida social del pueblo.
En un primer momento, se produce la muerte de Barry y, poco a poco, todo el mundo se va enterando. Usando la corriente de noticias como leit motiv, se te van presentando los treinta personajes que componen el retablo. El problema es que la manera de presentarlos es dándoles punto de vista para explicar la historia durante unas dos páginas antes de que se encuentren al siguiente personaje y así sucesivamente. Hay que reconocer que es todo un ejercicio de virtuosismo, pero exageradamente confuso. Además de presentarte un montón de personajes en poco tiempo, no hay ni siquiera un pequeño árbol de familias al final para poder ordenarlos y ubicarlos un poco y, al principio, es fácil perderse.
Por si fuera poco, la mezcolanza de géneros que se produce es digna de mención. Tan pronto parece que se dirige hacia la política ficción e intrigas cortesanas/dinásticas por la política local como se mueve hacia el slice of life o al descubrimiento del mundo desde un adolescente como al drama existencial. Realmente exige un destacable esfuerzo consciente para poder seguir el libro durante este trozo.

Sin embargo, una vez pasada esta zona inicial, más o menos para cuando se convocan las nuevas elecciones, la novela se centra en un tono de drama social bastante durillo recordando al estilo de Ken Loach y coge ritmo. A partir de ese momento, las rencillas, las tensiones, los odios que han permanecido dormidos durante años se desatan con toda su crudeza, y la animosidad tiene raíces profundas. La incomunicación y la falta de empatía se convierten en el mayor catalizador para todos los problemas que aparecen en este pueblo aparentemente idílico, reflejo de la sociedad británica. Mantiene una buena cantidad de tramas que se van intercambiando con habilidad, siempre con un tono mesurado y fácil de seguir.  Es curioso comprobar como las tramas en ningún momento se llegan a mezclar, se intercalan según el momento, a veces de manera muy rápida, pero siempre separadas. Todas confluyen en dos momentos de clímax -la fiesta del 65º aniversario de Howard Mollison y el día de resaca posterior- muy logrados.

La gran cantidad de personajes no impide que cada uno de ellos esté desarrollado y sea distinguible de los demás. Al no haber ninguno con un protagonismo sobresaliente, es difícil destacar a nadie, pero todos están dibujados con precisión y realismo. Entre todos se despide un aroma de frustración, sueños rotos, promesas nunca cumplidas y unos enormes problemas de comunicación, transmiten una sensación de viveza poco habitual. Son personas que quieren y aman, pero que viven solas, alejadas de aquellos con los que habitan, presas de traumas, inseguridades y desconfianza.  
Además, cada personaje se nos presenta dándole punto de vista. Ninguno de ellos se describe a si mismo, todos creen estar muy felices consigo mismos pero se dan cuenta de todos los defectos de los demás. Perciben -y describen- el mundo y el prójimo de acuerdo con su lógica, dejando claro que ellos hacen siempre lo correcto y los demás se equivocan. La manera de expresarse y de ver el mundo es distinguible de un personaje a otro y provoca que, inicialmente, lleguemos a justificar las acciones de los que posteriormente comprobaremos que son verdaderamente unos tarados mentales.

Los que aparecen más páginas son los siguientes:

Andrew Price: Es un adolescente que está empezando a descubrir el mundo. Es quizás el más neutro de todos los personajes, ya que es el que ve el mundo de una manera más cercana a como es. Ha vivido toda su vida con miedo debido a los abusos de su padre. Una vez su padre decide presentarse a las elecciones, Andrew se decide por fin a intentar evadirse de su yugo.

Howard Mollison: Alcalde de la ciudad. Es un hombre obeso y entrado en años que considera Pagford como su propiedad. Como todo político, tiene su particular manera de considerar que es lo mejor para el pueblo. Amante de la decencia y la tradición, considera que las cosas deben ser “como está mandado”.

Parminder Jawanda: Es la médico del pueblo. Durante su vida ha tenido que pelear duro por todo. Por ser mujer, india y médico y querer vivir felizmente en un pequeño pueblo apegado a las tradiciones y no muy dado a los cambios y a los extraños. También es la jefa de la oposición y se preocupa por los demás más que por los de su familia. Como ha tenido que trabajar duro para progresar, exige a la gente de su alrededor que trabaje tanto como ella.

Samantha Mollison: Es la nuera de Howard. Antaño fue la belleza del pueblo, con muchos sueños por cumplir, pero un embarazo inesperado la retuvo en el pueblo. Ahora a sus taitantos, frustrada y aburrida, intenta buscar algún aliciente en su vida mientras recuerda su pasado, entre copa y copa.

Krystal Weedon: Lo mejor que se puede decir de ella es que ha tenido mala suerte. Con una madre prostituta y drogadicta, padre desconocido y una vida anclada en la miseria, a sus dieciséis, ha visto demasiadas cosas malas. Marcada por el rechazo del resto de la sociedad, aún así, intenta llevar su hogar criando a su hermano e intentando que su madre no recaiga en su adicción. Su dura infancia la lleva a buscar soluciones muy directas para sus problemas, a todas luces demasiado expeditivas para los cánones de una sociedad excesivamente conservadora.

En estas casi setecientas páginas Rowling ha querido hacer dos cosas:

-     Distanciarse lo más posible de cualquier referencia que se pudiera hacer a Harry Potter. Tanto la temática como la manera de tratar la historia son radicalmente diferentes a las aventuras del niño mago, ya que estamos ante un drama de pañuelo con bastante enjundia.
-     Demostrar que sabe escribir. Durante años se le ha criticado que ha tenido tanto éxito por pura suerte, con unos libros muy simples y quiere que quede claro que puede atreverse a hacer cosas complejas. Supongo que por ello encontramos tanta complejidad gratuita en la trama y en los personajes. No queda mal, pero exige un esfuerzo al lector

La lástima es que las doscientas primeras páginas se hacen bastante difíciles de leer debido a la confusión provocada por la manera de presentar a los personajes y situar la acción. A partir de entonces, el libro es un drama social con muchas historias reconocibles de gente corriente, bien escrito y desarrollado. Al principio, las vidas de gente mediocre y fracasada te puede parecer tediosa, pero al final me he encontrado leyendo interesado el devenir de esta gente mediocre y reconocible en tu día a día. Sobrevivir al tostonazo del primer trozo tiene su premio, pero no sé hasta que punto otros lectores menos pacientes tendrán ganas de tirar antes el libro a la basura.

Nota: 6
Nota anobii: 3.5/5

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