domingo, 28 de agosto de 2022

Los Mitchell contra las máquinas

Sorpresas que te da la vida, cuando una película que se estrena sin demasiada publicidad en Netflix acaba convirtiéndose en la mejor película de animación de su año. Si no la habéis visto, no hace falta que sigáis con la reseña, tirad para verla, que lo gozaréis bien.

Los Mitchell son una familia algo disfuncional que no se acaba de llevar bien. Cada uno tiene sus cosas y no se prestan una especial atención. Pero este verano han decidido (ejem) hacer un viaje en común para conocerse y apreciarse un poco más. Pocos imaginan que es justo el momento en que una IA va a aprovechar para tomar el control de todos los computadores del mundo y exterminar a la humanidad. Al final, tendrán que aprender a colaborar si quieren sobrevivir…

Así a botepronto, parece algo que hemos visto mil veces, y la verdad es que es así. Pero jroñe, lo cuentan tan bien, con tanta simpatía e imaginación bien metida, le meten unos personajes con tanto carisma y lo animan tan bien que, bueno, funciona. Aunque en aquel momento no lo sabía, después pude comprobar que a cargo estaba la misma gente que hizo la genial Spiderverse (o como quieras llamarla), lo que quizás explique que las cosas estén bien hechas.


Los tres personajes principales están construidos con enjundia, girando en torno a daddy issues, pero por una vez, unos problemas que te puedes creer gracias a que los peronsajes tienen consistencia. Desde la desastrada hija (protagonista), el anticuado-pero-intento-corregirme padre hasta la obsesiva madre, tenemos una familia con muchas diferencias, pero cuyo aprecio mutuo se aprecia (je) desde el primer momento. Lo mismo ocurre con la familia más secundaria, con un hermano pequeño de lo más entrañable (¡saludo ráptor!) y el mejor perro que ha parido la animación reciente: MONCHI. No sólo desde el punto de vista técnico, el trabajo de creación y desarrollo de cada uno de ellos es muy destacable.

El torrente de hallazgos bien encontrados es continuo en cada momento del metraje, con chistacos y momentazos inesperados por todos lados: Siri como malvada, los furbys, los robots renegados, el momento Tarantino, los videos de youtube….Ah, bueno, y el desenlace, con un ataque final tan estúpido como maravilloso. Un descacharre de película oiga.


La animación goza del mismo efecto que ya tenía en Spiderverse, se ve muy fresca con toneladas de memes, bocados de diálogo, efectos cinéticos, rupturas de la cuarta pared, etc. Dando una sensación de tebeo en movimiento magnífica. A veces hay tantas cosas en pantalla que dan ganas de ir apretando la pausa para poder ver todos los detallitos que hay en cada escena, que parecen construidas como un reel de Instagram con toneladas de stickers. Rianda y Rowe han dirigido un festival visual que entrelaza con acierto todas las características del cómic con la animación más moderna.

Y luego está MONCHI, claro. El mejor chiste del año. No hay más que discutir.

Sabe pasar de los momentos chorras a los más conmovedores con fluidez insultante, acertando con la ñoñez adecuada para luego irse a una zumbada loquísima en que la trama se detiene para moverse en una bastardada absurda. Coge de todo lo mejor y lo equilibra con maestría. Así da gusto.

Una cosa que debo destacar es el doblaje al castellano. Ésta es una de las pocas veces que la película pierde mucho con el cambio de idioma. Principalmente porque el padre pasa a estar interpretado por Leo Harlem que se limita a hacer de Leo Harlem. Si bien no es poca cosa, cambia mucho el tono que le da al personaje, mucho menos entrañable que Danny McBride.

La nominación a los Oscars es inevitable con una película d etanta calidad. Sorprendido (y decepcionado) quedé cuando el premio gordo se lo llevó la mucho menos virtuosa Encanto. Un año en que las pelis Disney son bastante justitas y va y se llevan dos nominaciones + premio. ¿Qué tiene que hacer una película no-Disney para ganar esto?


Si empiezas esta película vas a pasar 100 minutos de humor salvaje, una narración histérica, un bombardeo visual que es todo un gozo y conocerás a una familia desternillante. Luego está Monchi (si no he repetido el gag un fantastillón de veces…) y un desarrollo desbordante en el que cualquier cosa es posible. Los Mitchell contra las máquinas es un verdadero gozo en que todo funciona a la perfección, presto a dar diversión a lo grande, una historia muy bien contada, personajes diseñados con mimo y toneladas de sorpresas agradables. En fin, que la veáis, jroñe.

Nota: 9

Nota filmaffinity: 7.1 

2 comentarios:

  1. Supongo que llegué a ella por el algoritmo de Netflix y me encantó. Suscribo cada una de tus líneas (viva Monchi! :D), aunque me di cuenta de que me estoy haciendo mayor porque me cansaron un poco los momentos redes sociales con tanta brillantina (no sé cómo definirlo). Pero me lo pasé muy muy bien. Fue todo un descubrimiento.
    Un abrazo.

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    1. Echa un ojo a todo lo que han hecho estos creadores. Visualmente son un continuo hallazgo .)

      Mt

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