lunes, 22 de agosto de 2022

Detective Conan - La bala escarlata

¿Cuántos años lleva Detective Conan en ristre? Ya debe de estar cerca de 30 si no ha llegado todavía, constituyendo una de las series más veteranas que hay en antena (y lo que le queda). Esto demuestra que, como buen procedimental, puede no tener fin si la imaginación (y la calidad) lo permiten. Aquí procedo a reseñar la película Nº24 de la franquicia, que se note la veteranía.

¿Y qué es Detective Conan? Es, originalmente, un manga creado por Gosho Aoyama sobre un niño detective (ejem) que se dedica a resolver casos. Hay de fondo una trama de unos hombres de negro que están con una conspiración por ahí, pero casi todo el rato es una serie de caso semanal en que cada capítulo (o entre 2 capítulos) hay que resolver un asesinato, con todos los tópicos habidos y por haber. Pero el autor no lo debe hacer mal, pues ya han pasado el centenar de tomos sin dar signos de agotamiento.

En esta película nos hayamos en Tokyo, donde se van a celebrar los Juegos Olímpicos el Campeonato Mundial de Deportes, la cita deportiva más importante. Con motivo de tal ocasión, se va a inaugurar una nueva línea de tren bala, capaz de llegar a 1000km/h, pero una serie de secuestros planea sobre la ceremonia de inauguración. Cuando uno de ellos toca de cerca a Conan y sus amigos, éstos pasan a la acción, destapando una trama de asesinatos que viene de muy antiguo.

Como si se tratara de un capítulo especial de la serie, pero alargado hasta los 110 minutos, la película presenta un caso más del Detective Conan. Podría haber estado dividido en 4-5 capítulos dentro del anime y nadie se habría quejado. La gracia es que se las arreglan para meter excusas suficientes con las que todo personaje importante de la serie se pase por ahí y haga algo, para delicia de los fans. Así pues, tenemos la presentación del caso, unos posibles culpables, sus giritos obligados, sus fumaditas y a Conan haciendo sus cosas para desentrañar todos los entuertos.

La única novedad que aporta la pantalla grande es que la animación está más cuidada de lo que es habitual, ya que es un proyecto para los cines. Con ello, la sensación que queda es de estar viendo un capítulo supervitaminado a tope, pero sin nada esencialmente diferente (para lo bueno y lo malo) de cualquier otro de la serie.


Evidentemente, más te vale conocer a los personajes. Este tipo de películas se concibe como una especie de fiesta para los fans para ver en el cine. Es decir, se da por supuesto que sabes quién es quién y de qué va la vaina, porque se va a gastar muy poco tiempo (o nada) en presentar la imaginería. Aquí se va a hacer el friki, no a desarrollar un carácter de un personaje.

No obstante, hay que decir que la flipada argumental de la película es grandiosa. Normalmente sus capítulos requieren cierta supresión de la incredulidad ante la cantidad de cosas extrañas que suceden alrededor del niño detective. Pero en La bala escarlata se les va la castaña a lo bestia, sobrepasando cualquier medida. Esto les sirve para dotar al film de un buen puñado de escenas de acción bien molonas que uno quizás no esperaría de este anime. Una vez que aceptas que, bueno, todo vale, te puedes relajar y disfrutar del viaje.

La bala escarlata es una película de fans y para fans, suficiente para entretener sin complicaciones. Funciona como un capítulo súper vitaminado en el que las conspiraciones se van un poco (muy) de madre. Cumple si no le exiges gran cosa, porque no tiene tampoco mucho de dónde rascar. Si Conan es lo tuyo, todavía te lo pasarás bien.

 

 

Nota: 4

Nota filmaffinity: 6.1

 

 

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