miércoles, 26 de enero de 2022

Acechante de vacío (Aaron Dembksi-Bowden)

Y después de tanto tiempo, de disfrutar Cazador de Almas y Cosechador de Sangre, la trilogía de los Amos de la Noche llega a su fin con Acechante de vacío.


Título: Acechante del Vacío

Autor: Aaron Dembski-Bowden

Título original: Void Stalker

Traducción: Sergio Nuñez Cabrera

“Los cazadores son ahora los cazados. Los Amos de la Noche huyen a las oscuras fronteras del Imperio para escapar de sus infatigables hostigadores, los eldars del mundo astronave Ultwhé. Sus esfuerzos los llevan al mundo carroña de Tsagualsa, donde murió su primarca y su legión quedó hecha añicos. Será ahí donde la historia se repita: letales asesinos acecharán en las sombras y los Amos de la Noche se verán obligados a luchas en una batalla que están destinados a perder.”

Como muchas otras veces, el resumen de la contraportada no nos explica realmente de qué va el libro. Habíamos dejado a los Amos de la Noche en una situación algo desesperada. Si bien son unos traidores que quieren tocar las narices al Imperio, no están por la labor de adorar (en principio) a los Dioses Oscuros. Talos, que en la entrega anterior consiguió el liderazgo de la partida de guerra afronta, con mucha amargura, los últimos días de su gente. Cada vez con menos efectivos, sin capacidad para tener nuevos reclutas ni obtener suministros, contempla su desaparición como un efecto inevitable del tiempo. Se prepara, pues, para lanzar su canto del cisne en una batalla final que dejará bien claro que van a vender cara su piel.


Y, ¡oh, qué final! Un desenlace espectacular como la copa de un pino. Esta última campaña refleja con admirable acierto el carácter cenizo y pesimista que acompaña a la Legión desde su fundación. La acción está a la altura de los mejores párrafos de la franquicia, sorprendiendo al emocionar pese a que ninguno de los dos bandos se presta precisamente a caer bien.

Se puede dividir la acción en tres partes bien diferenciadas:

En la primera, se nos muestra la sociedad humana que lucha por sobrevivir en un planeta agreste al que nunca nadie quiso ir. La gente, con más resignación que optimismo, hace lo que puede para tirar adelante y mejorar la vida de los que tiene alrededor. Hasta que llegan los Amos de la Noche y te recuerdan claramente porqué son los malos. Y es que nunca te han dejado de recordar que son unos verdaderos malnacidos, pero Demski-Bowden lo borda aquí, dándote unas bofetadas de realidad que no se esperan en un producto de este estilo.

Una vez conquistado el planeta y exterminada a la población, los Amos de la Noche se preparan para afrontar la llegada de los Éldar. Saben que tienen que venir y que van a atizar con todo. Pero ellos son los Amos de la Noche y se van a quedar a gusto. Durante 80 páginas seremos testigos de la organización de una trampa brutal que deja claro qué ocurre cuando suben las apuestas. Nadie es capaz de aguantar un órdago como estos Marines. Es que vas salivando mientras imaginas lo que les espera.

Y luego, el destrozo final. Lo tiene todo: un ritmo vivísimo que no te deja descansar, acción brutal, combates desesperados, giros bien encontrados, brizas de esperanza machacada y unas últimas páginas con toneladas de mala leche. Dentro de lo que son las emociones fuertes, de primera, oiga.

No en vano, Demski-Bowden es uno de los mejores escritores de la Black Library y no se cansa de demostrarlo a cada libro suyo. Las páginas se devoran en una trama que se desarrolla con acierto, trasladando el trasfondo con “realismo”, sintiéndose bien las emociones y el papel de cada personaje, junto con la burricidad de las batallas desmedidas.

A lo largo de los tres libros hemos conocido a Talos y sus secuaces. Hemos visto como los que a priori parecían ser meros nombres con dos tonterías para diferenciarlos han acabado teniendo un desarrollo concienzudo, con un arco de personaje que avanza a lo largo de toda la saga y culmina en las últimas páginas. A su manera, tienen su personalidad, su carisma, reflejándose como son seres malvados porque son malvados, porque quieren ser malvados y disfrutan siéndolo, sin que por ello sean malos de opereta ni almas torturadas “porque el mundo les hizo así". De ninguna manera puedes simpatizar con los Amos de la Noche, no hay manera de perdonar su maldad y, aunque sean los protagonistas, no pueden ser “buenos chicos” de ninguna manera. Pero, a pesar de ello, muchas veces me encontraba sumergido con ahínco en su historia y deseando que a este rebaño de malnacidos le salieran las cosas bien por una vez.

Acechante del vacío ha sido un placer con todas las letras. La conclusión de esta trilogía sabe quedarse a medio camino entre la novela bélica y la historia de terror, cogiendo lo bueno de ambos géneros y ninguno de sus defectos (se hace obvio recordar Aliens). Las escenas de acción complementan la personalidad de sus protagonistas, el ritmo no para y las toñas son de espanto. Muy equilibrada en todos sus aspectos, sabe proveer de todas las emociones fuertes que un fan de la franquicia requiere, culminando en un final apoteósico un viaje que me ha dejado sin aliento en más de un momento. Sin duda, mi trilogía favorita de la Black Library (y mira que he leído un puñado).

 

Nota: 9

Nota goodreads: 4.46/5 

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