lunes, 27 de agosto de 2018

La era de la Oscuridad (VV.AA.)


Vaya, ¡qué raro, dos libros seguidos de Wh40k! ¡Vicio, vicio! 

Bueno, no. La verdad es que esta reseña la tenía escrita de algún momento del año pasado pero, por lo que fuera, no la había subido al blog. Ahora que la he encontrado, pues corrijo mi error y la pongo por aquí, que también tiene derecho. Esta es el libro XVI de la Herejía de Horus, para los que sigan la (eterna) colección. 


Título: La era de la oscuridad
Autor: VV.AA
Título original: Age of Darkness

“Después de la traición de Isstvan V, Horus comienza su campaña contra el Emperador, una Guerra a escala galáctica que tiene como objetivo final Terra. Pero el camino que lleva al enfrentamiento entre padre e hijo es muy largo: siete años llenos de secretos y de silencio, de planes y de proyectos. Los años más oscuros de la Herejía de Horus encierran una compleja trama. La era de la oscuridad nos adentra en un nuevo capítulo épico de esta historia, e incluye relatos de algunos de los mejores autores de la Black Library, incluidos Dan Abnett, Graham McNeill, James Swallow y Aaron Dembski-Bowden.”

Dentro del esquema general de la historia, la Herejía de Horus ya es una rebelión abierta que no se puede detener, derivando en una cruenta guerra civil en la que traidores y leales se confunden, el hermano lucha contra el hermano, sin quedar (todavía) muy claro quiénes son los buenos y quienes los malos. Este libro es un compendio de pequeños relatos que aportan flashes de la descomunal campaña. Podríamos considerarlo un “minuto y resultado” de batallas puntuales y escenarios fragmentados de elementos que, por sí solos, no tienen enjundia suficiente como para merecer un libro para ellos solos.

El primero de los relatos es Reglas de Combate, de Graham McNeill. En él encontramos la publicación por parte de Roboute Guilliman, el primarca de los Ultramarines, del Codex Astartes. Para los profanos, hay que aclarar que este libro es famoso dentro del trasfondo por contener el conjunto de reglas “perfectas” creadas por el mejor estratega de la Humanidad, en el que se describen todas las doctrinas de combate para los Marines Espaciales que más les acercarán a la victoria en ese momento y en todos los que están por venir. El relato se halla dividido en un puñado de micro-relatos de combate (sin historia real, toñas aquí y allá), dispersos en el tiempo que siguen las vicisitudes del Capitán Remus Ventanus, el primero en aplicar las doctrinas descritas por el Codex, y de cómo su obediencia va llevando a victoria tras victoria, aunque sus reglas no acaben de entenderse. Para los tradicionalistas Ultramarines (los más rectos entre los rectos), este cambio de paradigma supone un auténtico trauma, hecho que queda bien reflejado en el desconcierto en que todos los marines están sumidos (que además desconocen si en realidad son traidores o leales, al haber escogido el bando del Emperador). Nota: 6

El legado del mentiroso, de James Swallow, propone algo que se ha visto muy poco en la franquicia. ¿Cómo se vive la mayor de las guerras de la Humanidad desde el punto más recóndito del Universo? Las gentes de un pequeño pueblo en un planeta perdido del Imperio se inquietan ante las fragmentarias noticias que reciben. ¿Siguen siendo parte del Imperio? ¿Deben jurar lealtad a Horus? ¿Acaso importan estas dudas? En este pequeño relato, la acción brilla por su ausencia, pues Swallow se centra en las reacciones de la gente llana, presta a formar turbas y perder los estribos cuando las referencias desaparecen y sólo queda espacio para el pánico. Nota: 7

Nick Kyme, uno de los autores que menos me gusta de la franquicia, nos trae Hijos olvidados. En este relato, dos marines espaciales (Un Salamandra y un Ultramarine) incapacitados para la batalla se ven obligados a ir a un planeta fortaleza a parlamentar para conseguir que éste se una al bando del Emperador. Horus, por su parte, ha enviado a sus mejores expertos en dialéctica con la misma intención, pues a ambos bandos les interesa conseguirlo intacto y así aprovechar su inmensa capacidad de forja. Con este planteamiento podemos deducir que, obviamente, los secretos y las traiciones estarán a la orden del día y cualquier cosa es posible. Un relato entretenidillo, aunque de desarrollo anodino. Es el único de los relatos que muestra una historia completa por sí mismo, lo que se agradece al leerlo, aunque no sea el mejor relato (ni por asomo). Nota: 4

El último rememorador (John French) es el más corto y el mejor de los relatos. En él, Rogal Dorn, de los Puños Imperiales y defensor de Terra, asiste al interrogatorio inquisitorial de Solomon Voss, el último rememorador, el último periodista de guerra encargado de contar la verdad que ha regresado después de pasar unos años al lado de Horus. Dice ser leal, dispuesto a avisar al Emperador de los planes del Señor de la Guerra, pero, ¿cómo confiar en alguien venido de las garras del Gran Enemigo? A lo largo de las torturas, Dorn descubre que los ideales del Imperio que ha contribuido a crear penden de un hilo: La verdad ha quedado sepultada ante la conveniencia, Horus está dispuesto a todo para destruir a la Humanidad y lo peor de todo, va quedando cada vez más claro que si Dorn quiere ganar la guerra, quizás debe ser él, el más devoto de los primarcas, el responsable de enterrar el futuro del Imperio, convirtiéndolo en una férrea sombra de lo que fue. Corto, desolador e impactante, especialmente para los que nos gusta trascender con la épica de este universo. Nota: 10

El siguiente relato viene a cargo de Chris Wraight, titulado Renacimiento.  Un bibliotecario de los Mil Hijos vuelve a su hogar tras el ataque de los Lobos Espaciales a Prospero después de años de ausencia, ignorante de lo que ha ocurrido con su gente. Mientras intenta desentrañar quién ha causado tanta destrucción en su bello planeta, es capturado y salvajemente torturado. Lo que se nos narra es principalmente la tortura y el interrogatorio posterior, en la que quedará claro que las cosas no siempre son lo que parecen y que, en estos tiempos convulsos, las lealtades valen menos que nada. La mayor gracia de este relato es la cantidad de detalles que se omiten (se nos explica todo desde el punto de vista del propio bibliotecario), creando huecos en la historia que nos vemos obligados a rellenar con nuestros prejuicios y nuestros conocimientos del Universo, provocando una serie de errores y nuestra sorpresa ante el desarrollo del interrogatorio y la identidad de ambos personajes. Nota : 8

Después, tenemos el relato llamado Pequeño Horus, de Dan Abnett. Horus Aximand (o pequeño Horus) es el último de los generales del traidor que mantiene viva la antigua estructura de la Legión. Es el mejor guerrero, el mejor estratega y un líder incuestionable, pero su mente está cerrada a las sutilidades del poder. No se cuestiona nada. Si su primarca dice que hay que acabar con sus hermanos y traicionar al Emperador, se hace y punto. Sin embargo, poco a poco va comprendiendo que ese modo de pensar debe terminar. O acoge con toda su alma la esencia de la Herejía o tendrá poco futuro en la renombrada Legión Negra. Un punto de vista inusual para mostrarnos, que incluso dentro de la Legión de Horus, no todos tienen las cosas tan claras. Nota: 7

A continuación, uno de los relatos más divertidos: Hierro dentro, de Rob Sanders. Un capitán de los Guerreros de Hierro quedó aislado del resto de sus compañeros hace treinta años y ha dedicado todo ese tiempo a crear el mundo fortaleza más perfecto y poderoso que nadie pudiera concebir. Cuando llegan los ecos de la Herejía, se mantiene firme en la defensa del Emperador, incluso frente a sus hermanos, lo que da lugar a un asedio de proporciones inimaginables. ¿qué ocurre cuando una fuerza imparable se enfrenta a una fortaleza inamovible? El mayor de los espectáculos. Nota: 9


Y, finalmente, Armas Salvajes, de Aaron Demski-Bowden, que pone el foco en las guerras que se producen entre los Ángeles Oscuros y los Amos de la Noche. Aislados en un sector de la galaxia, se ven incapaces de ayudar a ninguno de sus bandos, entablando una batalla sin cuartel donde los agravios se enquistan y las cuentas pendientes se acumulan por doquier. Inesperadamente, Conrad Kruze, el primarca de los Amos, solicita una audiencia con el León, Lion El’johnson. Lo que parecía una rendición se convierte en una tentación en la que el asesino ataca el orgullo del León, recordándole que está siendo un títere de unos y otros. Un pastiche de acción bien molona (no siempre vemos a primarcas atizándose), aunque algo vacía de trascendencia en comparación con los relatos que hemos leído anteriormente. Nota: 6

Relatos cortos, irregulares, algunos mejores que otros (el de Kyme es flojete, flojete), que además tienen la pega de dejarte un regusto amargo, pues todos dejan la sensación de que acabarán mal, con la desazón que dejan las luchas entre hermanos. En conjunto, despiden un aroma de fatalidad muy alejado del heroísmo sin sentido que suelen tener estos libros. Me pregunto por qué alguna de las historias no ha merecido un poco más de desarrollo, algo que seguro dejará a muchos con las ganas. Por otro lado, se debe destacar la facilidad que tienen todos los autores para retratar fielmente el carácter de cada legión en apenas unos retazos de historia, que sí, que son todos similares, pero se pueden apreciar siempre sus peculiaridades y características distintivas.

Aunque no todos tengan el mismo nivel, en conjunto consiguen mostrarte el objetivo de dar luz a un puñado de historias menores, dando nuevos detalles sobre la precaria lealtad de unos y otros, y la resignación de la llegada de una guerra civil que casi nadie quiere, por culpa del orgullo inmenso de los primarcas, seres casi divinos que tienen en sus manos el destino de la galaxia. Me agrada mucho comprobar como los grises aparecen y las intenciones de unos y otros no son tan limpias como parecen, por un lado Roboute Guilliman está tomando el bando de los leales y pone orden en la Galaxia cuando nunca ha sido de los primarcas más poderosos (¿quizás para tomar el poder cuando acabe todo?), lo cual provoca desconfianza en sus hermanos más orgullosos (el León, el Khan), por el otro, la amarga tortura que se autoinflinge Dorn (el más leal de todos) cuando se da cuenta de todo a lo que debe renunciar si quiere tener alguna posibilidad de ganar…

Nota: 7
Nota goodreads: 3.72/5

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