Se puede suponer que una película que se llama Templario tendrá algo que ver con los
Templarios, ¿no? Pues para nada, ¡a un guerrero le ponemos una túnica con la
cruz y arreando, ya tenemos al paradigma del Templario!
El rey Juan Sin Tierra de Inglaterra se ha visto obligado a
firmar una constitución en que cede muchos poderes a los nobles locales. Sin
embargo, tras reunir un gran ejército, se niega a cumplir el acuerdo y estalla
una guerra civil. El castillo de Rochester es un gran enclave estratégico y un
rico barón, un grupo de mercenarios y un templario lo defenderán del asedio al
que lo somete Juan Sin Tierra.
A pesar de un poderoso inicio, la película se convierte
rápidamente en un pastiche de acción medieval con mucha casquería. No tiene
mucho sentido, pero los espadazos y la sangre sirven para pasar el rato.
ACTORES: No sabría decir cuál es más patético y lamentable.
Ninguno de ellos se cree su personaje y se dedican a atizar a todo bicho
viviente sin mucho sentido. Incluso habiendo actores de cierta calidad, no hay
ninguno que se salve.
DIRECTOR: Hay que reconocer que el inicio es muy prometedor
y tanto la fotografía como los escenarios son bastante cucos, pero a los diez
minutos la sangre ya empaña la lente de la cámara, los personajes repiten
frases de otras películas y al cámara le ha entrado el baile de San Vito. Vale
que quieras hacer que las escenas de acción sean un caos de sangre y
desmembramiento, pero no es motivo para que el director se dedique a marear al
espectador, impidiendo que se entere de qué demonios está pasando. En cuanto
empiezan los espadazos y las flechas… no se sabe quién mata a quién. Sólo se
ven espadas chocando, chasquidos metálicos, una mano volando, más chasquidos
metálicos, una persona partida en dos, mas chasquidos…En fin, que uno no se
entera.
Además, la película tiene un punto de ruptura claro, que es
la primera derrota del rey Juan ante Rochester. Esto sucede a mediados de
película y aún queda 1 hora donde los acontecimientos se resisten a ocurrir. En
estos momentos el director se dedica a desarrollar las relaciones entre los
distintos actores, cuando no han sido introducidos y nos resultan muy planos,
por lo que te da más o menos igual lo que ocurre, sólo quieres que Rochester
caiga o resista... pero que dejen de hablar.
Sorprende que entre tanta sangre, visceras y cabezas
volando, los obligados interludios sexuales sean tan castos y puros, ¡cuanta
mojigatería de golpe!
GUIÓN: James Purefoy aparece casi invencible, sin trasfondo
ni motivaciones ni elementos que definan su personaje; Giamatti parece un niño
pequeño con una rabieta, sin causa alguna para lo que hace, y su ejército una
panda de bárbaros que, a pesar de que el Rey Juan les engañó (reconociéndolo),
siguen luchando por él, como si nada; el grupo de guerreros, al más puro estilo
artúrico aparecen sin motivaciones, reclutados sin más, simplemente porque
lucharon juntos años atrás, y aun así, nada especial se da a conocer de ellos,
por lo que es imposible empatizar con sus muertes; en vez de cometer algún
error histórico, abogan por la libre interpretación de una época oscura, de la
que sabemos bien poco, aunque todo suena bastante cogido por los pelos.
Lo que peor lleva la película es el ritmo. Cuando es
momento de acelerar, frena y se recrea en los momentos en que hay que avanzar
con la película. Los diálogos son totalmente anódinos y no hacen otra cosa que
servir de descanso entre batalla y batalla.
¿Alguién me puede explicar como es posible que el lider de
los daneses se llame Tiberio? (Vaya muerte idiota la suya, por cierto).
En resumen, es un despropósito de acción y casquería. Hay
mucha acción mal coreografiada, errores de ritmo y unos actores muy pasotas.
Por lo menos los escenarios y los paisajes son bonitos, aunque salgan poco.
Nota: 1
Nota filmaffinity: 5.1
Toda la película me ha recordado a una fase del Conquerors, un grupo de héroes contra
vikingos. Hay escenas que son calcaditas al videojuego. ¡Si hasta el castillo
es igual!
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