Hacía tiempo que me venían recomendando una de las sagas
más importantes de la literatura japonesa. Aunque no es muy conocida en nuestro
país, decían que el personaje de Musashi lo valía.
Autor: Eiji
Yoshikawa
Título
original: Miyamoto Musashi
“Takezo despierta en el desolado paraje de Sekigahara, la crucial batalla que decidió la guerra civil en Japón. Tras su vuelta a Miyamoto, donde es
tomado por un forajido, conoce a Takuan, un excéntrico monje que con sus actos
y palabras será quién encamine al joven Takezo, todavía casi salvaje, en la
senda de su destino: convertirse en Miyamoto Musashi, el samurai que alcanzaría
la leyenda.
Con este primer volumen empieza la epopeya de Miyamoto Musashi, el más
famoso samurai de la historia de Japón. Una extraordinaria novela de aventuras
en la mejor tradición narrativa japones y un clásico imprescindible de la
literatura nipona.”
Tal como en la literatura
española encontramos a Alatriste o en la francesa a los Tres Mosqueteros, en
Japón está la saga de Miyamoto Musashi. Aventuras muy bien narradas, personajes
carismáticos y unas destacables dosis de épica conforman un libro muy
entretenido.
Escrito para su publicación por entregas, sigue la tradición narrativa japonesa, con la acción frecuentemente interrumpida por interludios costumbristas y/o filosóficos que nos describen con mucho talento la sociedad nipona del siglo XVII. Esto puede resultar algo incómodo para los más ávidos de acción, pero a mi me transmite una vívida recreación de un mundo precioso y diferente.
La historia gira en torno a la
juventud de Musashi, que aún es un joven e ingenuo samurai, con mucho talento para
la espada y muchos pájaros en la cabeza. La realidad irá moldeando sus ideas y
poco a poco iremos viendo como evoluciona su personalidad, buscando la madurez
mental y la comunión total con su alma. No obstante, aunque se intenta refrenar, sigue siendo un
joven impetuoso y osado que desafía a cualquiera que le ofenda.
A pesar de ser el protagonista,
Musashi aparece en apenas la mitad de las páginas. El resto se dedica en unos
más que interesantes secundarios. No sólo ocupan estratos sociales diferentes
que ilustran acertadamente la sociedad de la época; también sirven para
trenzar una buena trama de aventuras con acción, aventuras, amor “a la
japonesa” y personajes variopintos y carismáticos.
Entre los secundarios, destacan:
Matahachi: Inicialmente, el mejor amigo de Takezo, pero los vicios de la juventud lo han llevan por una vida de borracheras y desenfreno. Con su autoestima destruida, intentará reconstruir su vida en el rígido Japón feudal de los Tokugawa. Su destruida personalidad acaba culpando a Takezo de su infortunio -por no apartarlo de la mala vida- y, poco a poco, va creciendo su odio, convirtiéndose en el “malo” de la historia.
Otsu: En un principio es la prometida de Matahachi, pero está perdidamente enamorada de Takezo. Es una joven bella y generosa, siempre
dispuesta a ayudar a los demás, aunque muchas veces intenten aprovecharse de ella.
Cuando éste marcha por Japón en busca de la perfección en el arte de la espada,
ella sale en su busca, viviendo mil aventuras y sufriendo mil infortunios
mientras intenta encontrar a su amado.
Seijuro Kendo: Líder de la principal academia de esgrima de Kyoto.
Es un buen espadachín, muy orgulloso y vividor, pero en el fondo, un cobarde
que no quiere que nadie se burle de él. Es derrotado por Musashi, lo que será
el detonante del mayor arco argumental del libro, ya que Seijuro buscará
desprestigiar a Musashi por todos los medios posibles.
Sasaki Kojiro: En el momento de la novela, es el mejor espadachín
vivo. Es joven y arrogante. Aunque no sea especialmente malvado, actúa con
bastante desdén ante todos aquellos que no valoran la espada como lo más
importante en la sociedad, lo que le provocará muchos y variados
enfrentamientos con la gente a su alrededor. A lo largo de la novela iremos
viendo como Seijuro va manipulándolo para intentar convencerlo de que mate a Musashi.
Está escrito por entregas, tal
como sería una serie de televisión actual. Los distintos capítulos van
explicando historias diferentes que siguen una misma trama común de fondo. Los
personajes van deambulando por Japón en búsqueda de sus objetivos y los
capítulos se centran en uno u otro personaje y sus aventuras. Sus destinos
se van entrelazando, con muchos encuentros y separaciones en sus viajes. El
ritmo se resiente de ello, ya que los capítulos dedicados a Otsu -centrados en
su amor por Takezo- tendrán, obviamente, menos acción que los dedicados a
Musashi -que tienen mucha más carga filosófica- o los de Matahachi -mas
centrados en la descripción de los bajos fondos-. Como en una serie, el libro
sigue varios arcos argumentales bien trazados que nos permite disfrutar con
buenas aventuras en la juventud de Musashi.
El libro ofrece una historia muy
bien narrada, pero con un ritmo bastante desigual pero que gustará a todo el mundo. Es
una novela de capa y espada a la japonesa perfectamente disfrutable, con buenos
personajes, entretenidas historias y antagonistas con gracia, que aprovecha
para describirte magníficamente una sociedad exótica y hermética. Ideal para cualquiera que quiera pasar un buen rato con aventuras y diversión.
Nota: 7
Nota anobii: 4/5
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