lunes, 4 de octubre de 2021

En la cama

Conocí la existencia de esta película por ser en la que Medem se basó para hacer su curiosa Habitación en Roma, pero, curiosamente, nunca me había acercado a la fuente original. A veces toca saldar las cuentas pendientes.

Diez minutos (aprox) de sexo bastante explícito nos dan la bienvenida. Bruno y Daniela están pasando un buen rato en un hotel. Se conocieron hace unas pocas horas y ahora están dándolo todo “en la cama”. En el intercambio de cigarros posterior, comprobaremos que apenas saben nada del otro. Sin embargo, tienen toda la noche por delante y, entre polvo y polvo van hablando, indagando en la vida de su compañero, decidiendo si esto que tienen será una cosa de una sola noche, si de ahí saldrá una relación más duradera o si lo más conveniente es salir corriendo en ese mismo instante

Puede parecer una propuesta tonta y a grandes rasgos tiene razón. Pero triunfa a la hora de recrear la atmósfera que ocurre en las camas compartidas por desconocidos. Esas noches extrañas en que conectas con acierto y te mueves en terreno neutral, donde no hay local ni visitante, permitiendo unas charlas sobre lo mortal y lo divino que no podrían darse fuera de ella. Conscientes de que la “magia” se romperá tan pronto se salga de la habitación, los dos personajes buscan, por sus propias razones, sacar todo el jugo posible a la situación en la que se encuentran, “olvidando” deliberadamente la vida que hay fuera, quizás jugando por unas horas a ser quienes no son, deseosos por un lado de volver a su día a día, peor al mismo tiempo contentos por estas placenteras vacaciones de sí mismos que se están tomando.

Gran parte del éxito de la propuesta radica en la estupenda actuación de Blanca Lewin y Gonzalo Valenzuela, desplegando una insultante naturalidad tanto en el fornicio como en todos los diálogos que vienen a continuación.

Diálogos muy interesantes por su parte, planteando la facilidad que a veces puede uno tener de abrirse a un desconocido, con esa extraña facilidad para confesarse, desnudar tu alma ante alguien que sabes que no volverás a ver, o quizás sólo dejando ver una parte idealizada de uno mismo, en la que se establece un extraño juego con el que intercambiar intimidades, debatir sobre la VIDA y sobre esos diálogos estúpidos con los que arreglar el mundo. De esta manera, entendemos cómo ha sido la vida de ambos, qué ha visto uno en el otro, junto con las expectativas de la noche y lo que podría ocurrir cuando salgan de la habitación y –quizás sí, quizás no – se vuelvan a ver.

Habitación en Roma juega un poco a lo mismo, pero lo realiza con un mejor uso de la cámara y, sobretodo, las posibilidades para visitar el mundo sin salir de la habitación, creando al mismo tiempo un universo interno que se romperá tan pronto dejen la cama. El concepto puede ser el mismo, pero coge pronto dimensiones más poéticas que la hacen más disfrutable para mis gustos (que tampoco es que ésta esté mal, oju).

En lo que si adolecen ambas es en una gran cantidad de sexo explícito. No es que yo me vaya a asustar, pero seguro que podrá echar atrás a muchos. De la misma manera, lo que en la película de Medem se volvía incluso artístico, aquí es más de estar por casa, sucio incluso. Pero también alejado del de las pelis porno, mucho más natural y ¿realista? como si “realmente” tuviéramos a dos amantes disfrutando de la cama.

De acuerdo con las propias limitaciones de la propuesta, a la película le falta un poco de ritmo. No pasa gran cosa en ningún momento. Un polvo, un cigarro, conversación ligeramente trascendente… un polvo, un cigarro, conversación casual… y así hora y media. Habrá quién la odie y habrá a quién le encante, no creo que sea una película que deje indiferente a nadie.

En la cama es una propuesta diferente. Una reflexión sobre los desconocidos y lo que dejamos ver a los demás sobre nosotros mismos, aderezada con buenas actuaciones y mucho sexo. Si te sumerges en el extraño onirismo derivado de la magia que ocurre “en la cama”, es posible que tengas 90 minutos ciertamente interesantes. Si el folleteo no te llama ni entras en sus diálogos te va a costar llegar al final, y eso que no es larga.


Nota: 6

Nota flmaffinity: 6.2 

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