Dentro de la CLO de este mes me han
encomendado el Nº23 de la cesta (ya quedan menos), otro best-seller de los
últimos tiempos, que incluso ha tenido una adaptación cinematográfica hace
poco. Hablamos de La ladrona de libros.
Autor: Markus Zusak
Título original: The book thief
“Érase una
vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia
historia.
En el pueblo
vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven
judío que escribía cuentos hermosos para escapar del horror de la guerra.
Al cabo de
un tiempo, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba
palabras. “
Para que un libro te guste (especialmente en caso de un drama) debe conseguir que te intereses por su historia, por sus personajes;
debe conseguir que te impliques y te emociones con sus desventuras y sus
alegrías. Estos últimos meses he dedicado tiempo a libros que, explicando
pequeñas historias han logrado hacerse entrañables y bonitos, otros,
envolviendo con lirismo historias más tristes, se hacen hermosos, emotivos…
pero es algo que con La ladrona de libros no
me ha pasado. Sí, el libro tiene su longitud, está bien escrito y tiene sus
toques diferentes que lo podrían hacer especial, pero me ha sonado todo a visto.
Aunque el resumen no indique nada sobre ello, nos hallamos ante una típica
trama de niño que vive la IIGM y no entiende ni las injusticias contra los
judíos ni los abusos del nazismo. Es algo que hemos visto ya en un montón de
libros y que, para mí, no ha llegado a tener nada que lo diferencie dentro del
“género”.
Su detalle más característico es que el
narrador de toda la historia es la propia muerte, lo que tiene su gracia, especialmente cuando te añade
notas al pie y aclaraciones curiosas a la historia. Sin embargo, la verdad es
que también me encuentro que he visto muertes mucho mejores; y no hablo
solamente de Mort sino de otros libros que utilizan el mismo recurso. Y es que para molar, a esta muerte le faltan
dosis de humor negro y mala leche.
Luego la historia… No ha conseguido
emocionarme. Peca de previsible, pues se puede adivinar el noventa por ciento
de lo que va a ocurrir apenas llega ella a casa de sus padres adoptivos. Punto
por punto, se ve el deterioro de la sociedad alemana, la animadversión hacia
los judíos, el ascenso del Führer y todos los sucesos que ya son de sobras
conocidos.
Liesel, la protagonista, es una niña
de nueve años, que se supone que debería provocar simpatía por su sinceridad y
su amor a los libros, se ha convertido en un personaje de lo más cargante. Ni
siquiera esa fascinación por la lectura ha conseguido que no me parezca una
niña caprichosa y repipi.
A su alrededor, el puñado de personajes que
la rodean es mayoritariamente plano, sin apenas nada que los diferencia del
tópico: Rosa su madre es estricta por fuera y un pedazo de
pan por dentro; Max, un refugiado
judío, es tópico convertido en un simple animal asustado; mientras que Rudy, el mejor amigo de Liesel se
convierte en el contrapunto masculino que tiene que haber en la historia.
El único personaje secundario que está
desarrollado es del padre de Liesel, Hans. Este pintor y acordeonista a ratos
libres es el mejor tratado por el escritor, siendo el que más debate y sopesa sus
decisiones. Al ser el padre de familia todo lo que hace implica a su familia por lo que no puede oponerse abiertamente a Hitler (por mucho que le duela), se
informa de la actividad del Partido (o si no, no trabaja) y hace lo posible
para que su hija adoptiva sea feliz en un ambiente tan deprimente como puede
ser el pre-bélico. Es el único que tiene
una personalidad propia y se aleja de la planaridad de sus acompañantes.
Otro detalle que no me gusta es que la Muerte
te va adelantando detalles de lo que va a ocurrir pero luego eso no pasa. Generar un poco de expectación está bien y no me importa que me prepares para según que cosas, pero si me dices que algo
va a pasar… que ocurra, por favor.
Estoy seguro que otros muchos que lean el
libro soltarán la lagrimita y disfrutarán de lo lindo, pero a mí me ha dejado bastante
frío. Aunque no ha costado leerlo, ha sido anodino, muy visto, sin nada que
capte mi interés de manera especial.
Será que llevo muchas historias similares seguidas, que necesito algo
más cañero o cualquiera que sea la razón, pero ya van un par que sí, tienen los
mecanismos que deberían tocarme la fibra. Están ahí y los veo, pero no surten efecto…
Nota: 3
Nota anobii: 4.5/5
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