Gracias Oli por recomendarme este libro.
Hacía tiempo que una novela no me impactaba tanto y tan gratamente. Es un libro
bastante desconocido, pero no por ello precisamente menor.
Título: Metro 2033
Autor: Dmitry Glukhovsky
“Año
2033. El mundo ha quedado reducido a escombros. La Humanidad está al borde de
la extinción. Unos pocos miles sobreviven, sin saber si son los últimos del
planeta. Habitan en el Metro de Moscú, el mayor refugio nuclear jamás
construido. El último refugio de la humanidad. Es un mundo sin mañana, sin
lugar para sueños, planes o esperanzas. Los sentimientos han dado paso a los
instintos – el más importante de ellos es sobrevivir. Sobrevivir a cualquier
precio.
VDNKh
es la estación habitada más al norte, y aún permanece segura. Pero ahora una
nueva y terrible amenaza ha aparecido. Artyom, un joven habitante de VDNKh
recibe la tarea de penetrar en el corazón del metro, hacia la sagrada Polis, para alertar a todos del mortal peligro y
obtener ayuda. El futuro de su estación yace en sus manos, el futuro del Metro
y, quizás, el de toda la Humanidad.”
Realmente, el libro es una pasada.
Brutalmente impactante y desasosegante. Desde un primer momento, el ambiente es
lóbrego y acongojante. La Humanidad vive -sobrevive, más bien- en unas
condiciones acuciantes. Recluidos en el Metro, en espacios reducidos y sin
esperanzas de volver al exterior, encerrados en ambientes claustrofóbicos, los
humanos viven en una semi-oscuridad en que apenas consiguen organizarse para poder
llevarse un trozo de pan a la boca. Además, viajar entre estaciones se vuelve una tarea ardua y peligrosa, atravesando
kilómetros de túneles que se entrelazan sin luz ni electricidad, dificultando
así cualquier comunicación.
El punto de partida tiene su gracia, pues
VDNKh es una de las pocas estaciones -convertidas casi en países
independientes, debido al aislamiento entre ellas- donde prospera algo parecido
a una sociedad sana. Sus habitantes son conscientes de que se necesitan entre
ellos para sobrevivir y colaboran para llevar una vida civilizada. Sin embargo,
la aparición de un nuevo peligro en el Metro supondrá una seria amenaza para
esta aparente armonía y Artyom es enviado para alertar a la Polis, el último reducto científico de
la humanidad.
En su viaje, Artyom atravesará otras
estaciones del Metro, donde la sociedad es radicalmente diferente de lo que él
está acostumbrado, dónde la munición es moneda de cambio y la vida humana tiene
un precio sorprendentemente bajo.
Glukovsky dedica mucho esfuerzo en la
recreación de las diversas estaciones -partiendo de una reconocible realidad- y
consigue que cada estación sea incomparable, pues la sociedad que allí ha generado
la Humanidad es diferente y esconde diversas formas de pensar y distintos
peligros. En ellas refleja, con muchas dosis de crítica y un realismo
impactante, los males que aquejan a la sociedad rusa:
- La poca solidaridad entre las regiones,
dónde nadie se mueve para ayudar al de la región contigua, a pesar de todos los
lazos que unen a la gente.
- Los nostálgicos del régimen comunista,
anclados en el pasado y siempre conspirando para encontrar complots
inexistentes que causaron la caída del régimen original.
- El auge de los fascismos, que se regodean
la supremacía de los suyos y que persiguen a todo aquel que no comparta sus
creencias.
- El poder del crimen organizado que impide
la existencia de una civilización, pervierte la ética y provoca que todas las
perversiones imaginables tengan un precio.
- El peligro de los científicos preocupados
sólo en el avance tecnológico, sin importar las consecuencias o el precio a
pagar por ello (en forma de contaminación o muertes).
- Los secretos dentro de secretos del
Gobierno Ruso, con verdades y revelaciones sólo visibles para los escogidos y
ocultadas al pueblo.
- La aparición de locos que han entendido
mal lo que la sociedad demanda y se convierten en peligros para sus semejantes.
- Los fanatismos surgidos en las zonas
rurales, donde la gente desesperada se refugia en religiones que pervierten la
sociedad e impiden cualquier tipo de progreso.
- El capitalismo desmedido y sin piedad, que
no busca otra cosa que amasar fortunas, abusando y aprovechándose de las
necesidades de los demás.
- La elección de una vida dedicada a los
vicios, las perversiones y el placer desmedido ante la futilidad de la
existencia.
- Y, finalmente, la exagerada tendencia del
gobierno de arreglar cualquier problema a base de fuerzas militares, sin
espacio para la negociación.
Todos estos aspectos están muy bien
reflejados, con abundantes explicaciones y sorprendentemente bien introducidos
en una trama impactante donde se mezcla una historia sobrecogedora con la maldad intrínseca del ser humano y unos toques sobrenaturales
muy desasosegantes.
Por si fuera poco, la atmósfera del libro es
incómoda y opresiva. La sensación de malignidad que emana de los túneles -dónde
hay algo oculto…- es muy intensa. Fragmentos como el trayecto hasta Turgenevskaya o Kitai-Gorod son momentos intensos, sobrecogedores, fragmentos que
te atrapan e impiden que puedas dejar de leer, intrigado y asustado por lo que
pueda ocurrir. El túnel final que oculta la entrada a Polis es simplemente acojonante. Encontrar la entrada supone
atravesar veinte páginas inolvidables que ponen los pelos de punta. Explorar la
Biblioteca Roja o introducirte en los
peligros de Park Pobedy consigue unos
momentos de tensión en que cuesta decidir si quieres seguir leyendo para saber
que pasa o no.
El origen del libro es bien curioso. El
autor -el periodista Dmitry Glukhovsky- lo escribió en un blog. Cada día
introducía una única página, se cortara donde se cortara, con un descanso de
una semana entre capítulos. Poco a poco el blog fue creciendo con un éxito
desmedido, acercándose a las 500.000 visitas diarias (en ruso!). De esta
manera, las propias reacciones de los lectores se podían incorporar a la
historia y servir para dar más profundidad a la trama, reaccionando al instante
ante la respuesta de los fans. De esta manera, el libro se fue presentando a lo
largo de dos años, creando todo un fenómeno social en Rusia. Para dar más
gracia a la cosa, Glukhovksy decidió detener la publicación del libro en el
blog a falta de dos capítulos. Seis meses después se publicaba el libro
completo con el desenlace, convirtiéndose en un espectacular éxito de ventas
(una vez publicado el libro, Glukhovsky añadió los dos capítulos que faltaban
en el blog siguiendo el procedimiento habitual).
Al escribir de esta manera tan prolongada en
el tiempo consigue que el desarrollo del libro esté muy trabajado, con todos
los detalles muy bien conseguidos, creando un universo muy realista y
desasosegante.
Entre sus defectos encontramos una cierta
tendencia que tienen los personajes a aparecer y desaparecer en sus intervenciones
cuando viajan en grupo. En más de un momento hay personajes cuya presencia se
obvia para volver a intervenir de improviso, incluso sin que recuerdes que
viajaba con el grupo. Además, está el hecho de que se nota que la historia ha
evolucionado a lo largo de la escritura del texto. El planteamiento inicial
tiene algunos detalles que luego quedan algo colgados y sin resolver, pero esto
se debe a que lo publicado en las primeras entradas del blog no se puede
cambiar a posteriori y, al avanzar el libro, el autor decidió irse hacia otros
derroteros. Finalmente, hay que reconocer que el desenlace, sin ser malo,
desmerece un poco frente a lo leído y te deja con un poco de sensación de “po’
fale”.
Hacía tiempo que un libro no me producía
esta sensación de estupor. El asombro ante lo bien creado que está el universo
del Metro, la profundidad de las ideas que introduce en la historia y la hipnótica
trama lo convierten en un gran libro. Quizás se deberían abstener los débiles
de corazón, porque el libro es muy crudo, con pasajes seguro imborrables. No sé que tal resistiría una re-lectura, pero la primera es ciertamente sugerente.
Nota: 9
Nota anobii: 3.5/5
Me lo apunto en la lista, gracias por la reseña.
ResponderEliminarNos leemos, muy buena entrada^^
Un beso
Realmente, es un libro muy diferente a cualquier cosa que hayas leído. Si te pilla con el pie cambiado te puede llegar a impactar mucho, pero vale la pena.
EliminarGracias por pasarte y comentar :)
Un beso,
Mt