Debo reconocer que estaba convencido -por el título- de que
ésta era una película del Oeste, así que podéis imaginar la sorpresa cuando
empiezo a escuchar la voz titubeante de los personajes de Hugh Grant y Sarah
Jessica Parker. Estaba claro que la película que iba a ver era muy diferente de
lo esperado…
Paul y Meryl son dos pijos neoyorkinos sin otro afán que
elegir en qué restaurante cenar o qué traje de moda ponerse. A raíz de una
infidelidad de Paul están en trámites de divorcio, pero parecen querer reconducir
las cosas. Sin embargo, son testigos de un asesinato y se convierten en el
objetivo del sicario en cuestión. Para evitar su muerte, el FBI los introduce
en el programa de protección de testigos, siendo enviados a un pueblo rural de
Wyoming, donde su carácter urbanita chocará con el ambiente campestre del
pequeño pueblo.
Con esta premisa, ahora sí podemos saber que estamos entre
una comedia “romántica” azucarada y blandita para todos los públicos. No se
pueden pedir peras al olmo, así que no esperemos nada con un mínimo de
trascendencia.
ACTORES: Los dos actores principales se dedican a hacer
básicamente de ellos mismos. Grant hace del británico inseguro pero buena
persona en el fondo mientras que Parker hace de pija tonta insoportable. Si a
alguien le gustan estos actores, puede que le consiga sacar algo de provecho a
este film, pero es una propuesta floja incluso para los fans. Sam Elliot sigue
luciendo su característico bigote, que se estira casi en formato panorámico,
mientras que el resto de secundarios cumple haciendo la función de topicazo que
se les pide y gracias.
DIRECTOR: Marc Lawrence pertenece a ese nutrido grupo de
directores que, pese a tener una larga filmografía, no han aportado
absolutamente nada bueno al género de la comedia. Diría que se dedica a idear
una premisa que parezca graciosa, presentársela a un estudio y redactar un
guión sin la más mínima gracia para empezar a rodar. Está realizada con
corrección y sin errores, por lo que se puede ver sin problemas, pero la
intrascendente propuesta resultante no ofrece nada nuevo ni atrayente.
GUIÓN: La historia es de lo más floja y baladí. Aparte de
la nula química entre los protagonistas, la planicie argumental se desarrolla
entre lo previsible y lo obvio. Los chistes, de blanditos, azucarados y
políticamente correctos que son, se quedan sin la más mínima gracia. Se abusa
de tópicos entre la congestionada y estresante urbe y la simplona -“estúpida”-
tranquilidad aburrida de los medios rurales, además de unos cuantos chistes
pseudoecologistas que no se sabe muy bien de quién se está riendo.
Por otro lado, se debe reconocer que la película no es insultante ni provoca
vergüenza ajena. El guión mantiene cierta coherencia interna y los chistes son
plenamente reconocibles aunque no hagan la más mínima gracia.
El film es totalmente previsible e insulso, pero de amable
y confortable visionado. Intrascendente y sin la más mínima complicación -ni el
más mínimo interés-.
Nota: 2
Nota filmaffinity: 4.2
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