Y mira que acabé viendo esta película de rebote. Que todas
las sorpresas sean así de buenas por favor, vaya película más redonda y bien
hilvanada.
La historia de “Argo” comienza con la toma de la Embajada
Americana en Teherán a finales de 1979, cuando un grupo de estudiantes y
militantes que exigían el retorno del shah para su judicialización en Irán
(EEUU le había dado asilo) tomaron como rehenes a 52 estadounidenses, una
situación que se extendería por más de un año. Ese día, seis trabajadores de la
Embajada lograron escapar y encontraron asilo en la casa del embajador
canadiense. La CIA, con la colaboración del gobierno canadiense, se puso en la
tarea de idear una misión para extraer a los seis norteamericanos sin que
fueran detenidos y ejecutados, y la idea que prevaleció es una muestra de que
la realidad supera muchas veces a la ficción: con la colaboración de dos pesos
pesados de Hollywood, los diplomáticos se harían pasar por el equipo de una
película que buscaba locaciones para filmar en Irán, una copia barata de Star Wars que llevaría por título Argo.
El efecto documental usado durante todo el film es muy
resultón y le añade un punto de tensión vibrante a este diferente thriller. No
conozco la “historia real” en la que está basada, pero se agradece que los
yanquis no sean presentados como buenos buenosos ni los iraníes como malos
malosos.
ACTORES: Ben Affleck nunca ha sido un actor talentoso y
aquí no se sale mucho de la norma. A pesar de protagonizar la película, tiene
ante sí el papel más hermético e inexpresivo, por lo que no queda mal. Además,
si estás rodeado de un buen elenco de secundarios -todos veteranos de muchas
series de TV-, el resultado es de lo más resultón. Destaca especialmente el
dueto entre el desternillante Alan Arkin y el siempre entrañable John Goodman
como cínicos peces gordos de Hollywood.
DIRECTOR: A lo largo de su corta carrera como director, Affleck ha demostrado que sabe hacer películas sólidas. Ninguna ha sido especialmente maravillosa ni excelsa, pero se mueve en una notable corrección que ya quisieran muchos directores. En este caso, estamos ante la que es probablemente su mejor película. Consigue que te sientes en el sillón y que los 120 minutos pasen sin necesidad de mirar al reloj con esta mezcla de documental, suspense, thriller y crítica sociopolítica. Me recuerda mucho a la película que Spielberg quiso filmar con Munich y que no le acabó de quedar del todo bien. Aquí el resultado es mucho más redondo. Las escenas de revueltas transmiten una sensación de tensión y malestar muy bien logrados y toda la preparación del rescate está representada con un buen pulso y sin perder el ritmo. El final puede pecar de previsible, pero mantiene la tensión sin ningún problema. Sin alardes ni florituras, las labores de documentación, ambientación, localizaciones y puesta en escena son de lo más loables.
Los detalles autocomplacientes en los créditos para
mostrarte la verosimilitud de los hechos huele un poco a ejercicio onanista,
pero no deja de darle valor a la propuesta.
GUIÓN: El oscarizado guionista Affleck (este hombre hace
todo bien, menos actuar) colabora en este guión lleno de matices, que contiene
además un leve pero cínico repasito al mundillo de producción de películas de
Hollywood. Los personajes gubernamentales están construidos con una fina
asepsia bien conseguida, mientras que los “invitados” transmiten mucha
humanidad -que creo que se podría haber aprovechado más-. Se agradece que casi
toda la película esté dedicada a la preparación más que al rescate en sí. De
esta manera podemos asistir a toda la minuciosa y realista preparación del
despropósito de la operación. La historia está perfectamente contada, con todos
los detalles bien puestos en los sitios donde tienen que estar y con la trama
adecuadamente trenzada, con precisión académica. Los diálogos están muy bien
encontrados, con muchos momentos que dicen más de lo que parece y unos cuantos
picotazos a los estamentos oficiales dejados caer con cierta gracia.
En resumen, es una película con una trama muy bien elegida,
por curiosa; con un plantel de secundarios estupendos; muy bien ambientada, lo
poco que nos dejan ver (abre el plano, Ben!); con un sentido óptimo del ritmo,
una pizquita de humor, y un efectivo suspense final, de lo más convencional,
sí, pero también de lo más entretenido.
Podría estar mejor, pero está muy bien, Ben.
Podría estar mejor, pero está muy bien, Ben.
Nota: 8
Nota filmaffinity: 7.4
PD: Tiene muchos números para forrarse este año en las
nominaciones a los Oscars, que ya parecen estar perfilándose.
PPD: Escribí la reseña antes de que se anunciasen, y
resulta que se ha llevado 7 nominaciones de nada (Película, Actor de Reparto
-Alan Arkin-, Guión adaptado, Montaje, Banda sonora, Sonido y Efectos sonoros).
No hay comentarios:
Publicar un comentario