viernes, 7 de octubre de 2011

Las ovejas de Glenkill (Leonie Swann)


Título: Las ovejas de Glenkill
Autor: Leonie Swann
Título original: Glenkill (Alemán)

“En una colina cercana a la pintoresca aldea de Glennkill, un rebaño de ovejas rodea el cadáver de su pastor, que ha amanecido muerto con una pala atravesándole el pecho. ¿Quién puede haberlo asesinado? ¿Y por qué? Una vez acordada la conveniencia de investigar, las rumiantes se ponen en marcha. Por fortuna para el lector, están inusualmente preparadas, ya que el pastor les leía un rato todas las noches: algunos cuentos de hadas, muchas novelas románticas, algún tratado de enfermedades del ganado lanar e incluso parte de una novela policíaca. Sin embargo, descubrir al asesino no será tarea fácil, por lo que Miss Maple y sus espabiladas compañeras deberán hacer gala de la antigua sabiduría ovina, de sus afilados poderes de observación y de lo que aprendieron de los libros si quieren descifrar las enigmáticas claves del comportamiento de los humanos, esos seres extraños…”

Con esta inusual premisa, se empieza la lectura de una novela muy fresca y original. Se trata de una novela de intriga con mucho humor en la que los protagonistas y detectives no son humanos, sino las ovejas de un rebaño. A raíz de la muerte de su granjero, cosa que las ovejas toman como una gran afrenta, deciden usar todo su tiempo libre -aquel en el que no están pastando- en resolver quién ha sido el que ha acabado con su cuidador.

Una vez asistimos gratamente sorprendidos a la sucesión de chistosos diálogos en los que las ovejas deciden investigar la muerte de su pastor, vemos como la muerte ha trastocado la vida del bucólico pueblo de Glenkill, una pequeña aldea irlandesa “en la que nunca pasa nada”, todo el mundo se conoce y se aprecia y vive en paz y armonía. Sin embargo, a medida que avanza la trama, las ovejas empiezan a actuar de una manera más excéntrica -a ojos humanos- y empezamos a ver como en Glenkill las cosas no son lo que parecen, todos los lugareños guardan secretos y la vida no es tan apacible como podría parecer en un principio…

La autora utiliza a las ovejas como personajes en su libro, pero no cómo animales “humanos” como hizo Orwell en su granja, sino cómo ovejas de verdad, que piensan como ovejas, con sus limitaciones tanto en su manera de pensar como en las actividades que son capaces de realizar. Estas limitaciones son las que hacen la historia un tanto especial, pues las ovejas destacan por su ingenuidad y candidez: son ovejas. Son  gregarias, cobardicas, muy inocentes y totalmente desconocedoras del comportamiento humano. Su mente es simple, sin capacidad de realizar de pensamientos complejos, con una alta tendencia a la evasión -hieeerba…- y, evidentemente, con una manera de pensar muy ovejil, en que relacionan todo con su universo de ovino en que nada importa más que encontrar un buen trozo de hierba y tranquilidad para poder disfrutarla -lo que da lugar a símiles y situaciones muy graciosas-
La autora no dota de una personalidad como tal a las ovejas, considera que su actitud ovejil ya es suficiente y simplemente atorga a cada una de ellas de una cualidad para diferenciarlas del resto: una es la inteligente, otra la memoriosa, otra la que ve bien, otra la que tiene buen olfato…

Los momentos más brillantes del libro se producen cuando las ovejas son testigos de “esas cosas raras que hacen los humanos” y hacen esfuerzos para comprenderlas desde su punto de vista ovejil. Hay momentos ciertamente desternillantes, como cuando son testigos del levantamiento del cadáver o el entierro; que son situaciones que quedan totalmente fuera de su capacidad de comprensión y claro, la manera en que los interpretan es muy graciosa.

Hay que reconocer que la novela es muy fresca y original. Se lee muy cómodamente y tiene un punto chistoso en todos sus momentos que la hace muy amena,  ideal para pasar un rato divertido. No obstante, hay que reconocer que a veces a la autora se le va la mano con las historias ovejiles y hay momentos en que la investigación del asesinato queda algo olvidada mientras las ovejas se entretienen con sus paranoias sobre el sentido de la existencia ovejil y otras historias secundarias dentro del rebaño que, aunque graciosas, no ayudan a resolver el caso.

En resumen, es una novela negra ligerita explicada desde un punto de vista algo desconcertante y gracioso. Aunque la investigación es simple a más no poder, el proceso de desvelar las intrigas escondidas de ese pueblo idílico es bastante divertido. Es un entretenimiento muy sano que a veces divaga un poco demasiado sin perder gracia. Entendámonos, unas ovejas haciendo de detectives… pues tiene su qué.

Nota: 6
Nota amazon: 3.95/5

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