jueves, 2 de marzo de 2023

Justicia y venganza

Ésta es una película (una más) que vi por error. Yo tenía la idea de ver un spaghetti Western de Sergio Corbucci de título similar y la puse en el buscador correspondiente. Me salió el título que buscaba y un sombrero vaquero en la portada y le di al play sin fijarme en nada más. A los dos segundos ya comprobé que me había equivocado de película, pero había una plancha que hacer y ya que estaba puesto, pues no la iba a cambiar.

Saltándose cualquier tipo de coherencia histórica (que tampoco se busca), Justicia y venganza nos presenta a cinco vaqueros negros que se la tienen jurada al sangriento cacique - sheriff de un pueblo recóndito del Oeste. En su afán de Justicia y Venganza (jé) planean atracar el banco local para obligar al sheriff a comparecer y así que todos aprecien su maldad antes de acabar con él. Como no puede ser de otra manera, las cosas no acabarán bien.

Muchos se quejan de que “el género de los géneros” no provee de buenas películas hoy en día. Pues la verdad, ésta es una de los ejemplos de ello. No es ni siquiera decente. Sin embargo, los primeros cinco minutos auguran una película mucho peor de lo que acaba siendo. Una vez coges el chip de que estás viendo un blackxplotation de un spaghetti-western actualizado, pues oye, why not.

Se ve cierto amor de fliparse por fliparse, unos medios ridículos y ganas de pasarlo bien. Que siempre son cosas con las que tener algo de cariño. Lo más doloroso está en el atrezzo. La utilería parece salida de Port Aventura y de la tienda de disfraces más cercana. Además, no hay el más mínimo esfuerzo en respetar el contexto histórico: los protagonistas tienen andares de rapero, las chupas de cuero (ejem) tienen remaches modernos, los carteles de Wanted! Están impresos en folios (y en HD). 


Por momentos, podría parecer una película hecha por amiguetes, pero bueno, luego ves a David Carradine por ahí (que habrá costado algo de dinero) y no sabe uno que pensar. Además, se disponen de cámaras buenas y hay alguien por ahí que sabe qué hacer con la fotografía, lo que contrasta con los medios tan pedestres de los que se disponen. Mi idea inicial es que me parece una película que han hecho los currelas de los estudios en su tiempo libre, más que un trabajo de estudio. Una vez investigando un poco más, resulta que detrás del proyecto está Jean-Claude La Marre, un tío con mucho morro que ha encontrado un nicho de mercado en películas protagonizadas por negros, donde inicialmente uno no tendría previsto encontrarlos. En este caso, en un Western, pero también tiene su versión de Magic Mike, su vida de Cristo (¡y con segunda parte!) e incluso una de fugas de prisión. Su mayor éxito es una saga de películas religiosas sobre un pastor evangelista muy ligón que él mismo protagoniza, pero su obra más valorada es este atípico Western del que hablamos hoy (imaginad el resto).

Lo dicho, el creador no se molesta en que el producto sea redondo: falta un corrector, un editor, alguien que homogeneice tonos, evite errores de continuidad, maneje el ritmo… pero los personajes están diferenciados, cada uno tiene sus motivaciones y no son intercambiables, hay cierto trabajo en ello. Asimismo, el desarrollo va muy a baches, conectando con cierta torpeza una escena con otra, sin que el ritmo contribuya a hacer fluida la obra, pero luego mantiene cierta (ejem) coherencia y un final con lógica de acuerdo a lo que hemos visto.


Hay cosas bien hechas y cosas mal hechas. No en vano, la acción se deja de tonterías y hace tiroteos decentillos. Viendo el presupuesto del que se dispone, pues me parece bastante apañado todo. Que sí, que los efectos de sonido no siempre casan con los estallidos y no tenemos surtidores de sangre (ni sangre en general), pero bueno… Las tareas de post-producción brillan por su ausencia en todo el metraje y es algo que duele un poquito.

También me duelen los oídos cada cada vez que oigo géneros “modernos” en los Westerns. No dejo de oírlo más y más desde que Tarantino pusiera rap en su Django, pero bueno, todavía queda acostumbrarse. Éste es otro de esas películas en que el hip hop domina la banda sonora y sigue haciéndoseme raro, pero bueno comparado en el resto de aspectos del proyecto, tampoco es lo peor.

Y, finalmente, las actuaciones, que sí que son para dar de comer aparte. Nadie del elenco llega a unos niveles mínimos de decencia. Especialmente sangrante me parece el cameo de David Carradine, que tiene cinco minutos de papel (que habrá hecho en una mañana) sólo para poder ponerlo bien grande en la portada y así llamar un poco la atención. En fin, que grotesco.


No es ni mucho menos la primera vez que veo la película equivocada y me trago un engendro de lo peorcito. Ya podría fijarme más a veces.

Más allá de decir que es una película mala y poco recomendable, se me hace difícil decir juzgar a Justicia y Venganza. Es un Western trasnochado muy cutre y con una cantidad de errores bien grande, con lo que ya deberíamos saber qué esperar. Sin embargo, la primera impresión asusta tanto que luego uno no queda decepcionado. Como suele decirse: es chungo, pero no tan chungo.

 

Nota: 2

Nota filmaffinity: 3.4

 

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