miércoles, 6 de mayo de 2020

Cazador de Almas (Aaron Dembski-Bowden)


Y seguimos con emociones fuertes y propuestas que son un gustazo para mis vicios. Volvemos al cuadragésimo primer milenio para degustar el primer libro de la trilogía de los Amos de la Noche.

Título: Cazador de almas
Autor: Aaron Dembski-Bowden
Título original: Soul Hunter
Traducción: Juan Pascual Martínez

“Traicionados, expulsados de la luz del Emperador y perseguidos como herejes, son los rebeldes del Cuadragésimo Primer Milenio. Adornados con símbolos de la muerte, los Amos de la Noche son unos cazadores implacables y unos asesinos despiadados. Jamás se arrepentirán de las blasfemias por las que les condenaron. Se ceban en el Imperio moribundo y llevan consigo la muerte cada vez que salen de la oscuridad que se extiende entre los mundos.
Y el terror es su arma más poderosa.”

Es un gustazo porque se trata de uno de los pocos ejemplos dentro de la franquicia en que tenemos un libro protagonizado por los malos. Siempre (o casi) lo que vemos es el punto de vista de los defensores de la humanidad. Y cuando no es así, tenemos a los Éldar como protagonistas, que son de los buenos, también (muy a su modo),

Además, Dembski-Bowden acierta completamente al hacer a los Amos de la Noche mucho más ambiguos y, sobretodo, diferentes del bruto típico sediento de sangre que uno esperaría. No son figuras trágicas que han metido la pata, no adoran a los Dioses equivocados, ni creen en un torcido sentido de la justicia que no tiene cabida en el Imperio, no. Son malos porque quieren serlo, tienen motivos puramente egoístas, se mueven en cierto pragmatismo fatalista y, por encima de todo, son creíbles (dentro del trasfondo).



La otrora orgullosa Legión se ha disgregado en partidas de guerra, rapiñando los cuerpos de enemigos, aliados y hermanos en busca de repuestos con los que seguir adelante. Han perdido el rumbo porque la influencia de su Primarca ha desaparecido. Privados de propósito, han quedado reducidos a negociar acuerdos poco favorables con otros más poderosos por los deshechos que éstos no se molestan en recoger. La mayoría ya han perdido incluso la consciencia de formar parte de un grupo y se mueven por la Galaxia sin confiar en nada ni en nadie. Cazador de almas nos narra la vida de una de estas partidas de guerra, que malvive de pillaje en pillaje, es contratada como mercenaria o intenta dar golpes de mano con los que conseguir un botín que les asegure una buena reparación o repuestos para un equipamiento en condiciones cada vez más precarias. Entremedias, todos los politiqueos entre las Legiones traidores, mostrando todas las rencillas y rencores que arrastran, mucho más allá de lo que el tópico del Marine Traidor o del Marine del Caos nos ha mostrado siempre (con unos cuantos cameos interesantes). De fondo, una promesa de grandeza, una trama que nunca se olvida, de algo trascendente que está por venir pero que nunca llega.

Talos, el profeta, es el protagonista sobre el que gira la historia. Una vez un simple sargento dentro de las filas del Emperador, ahora uno de los personajes más importantes del ejército. Con ciertos poderes psíquicos para ver el futuro, se sabe escogido para la grandeza, pese a que no desea otra cosa que otro tome esa copa. Se trata de los pocos que no vive para el pillaje del día a día, sino que tiene una visión a largo plazo de lo que quiere para su Legión. Aunque disfruta reventando cráneos, sabe cuándo debe contenerse, cuando dejar ir su furia y cuando ser taimado. Tiene una personalidad compleja, mezclando la certidumbre de saberse el mejor de sus compañeros, pero al mismo tiempo haciendo todo lo posible por no tomar las decisiones que sabe que debe tomar (no por miedo, sino por deber). Le quieres, le odias, le temes y lo abrazas en la misma página, sin que por ello chirríe en lo más mínimo. Y esto es algo muy difícil de hacer.

Un personaje protagonista tan marcado no es óbice para que el resto de personajes de su unidad no estén diferenciados y bien trazados. Da igual si se trata de Uzas, que poco a poco va cayendo bajo la influencia de Khorne, Cyrion el sabiondo, el viejo y heroico Malcharion o el poseído Capitán Vandred, todos ellos son asesinos implacables, pero tienen su propia voz, con motivaciones comprensibles. Cada uno de ellos son personajes de carne y hueso (ejem ejem) con personalidades creíbles e incluso simpáticas (¡).

Quizás para mantener un poco de perspectiva mundana, tenemos a dos siervos (esclavos) humanos que viven para satisfacer las necesidades de sus amos. Septimio es un atento y dedicado criado, experto artificiero, siempre presto a arreglar cualquier problema de las armas de Talos. Si bien queda claro que en algún momento fue alguien importante, ahora ve satisfecho la posibilidad de vivir un día más como esclavo y ver todo lo que la Galaxia puede ofrecer, consciente de que está formando parte de los que hacen la historia, un concepto que le atrae más que morir anónimamente en un mundo cualquiera.



La otra esclava es Octavia una Navegante recién capturada que todavía es fiel al Imperio. Despierta cada día ante la repugnancia de ser obligada a convivir entre herejes, tratando con superioridad al servicial Septimius, pues lo desprecia por haber abandonado sus creencias. Teme con motivos a Talos, el responsable de su cautiverio, pero al mismo tiempo se siente tentada por la libertad y la promesa de poder que emana de su figura y su oferta (no, nada sexual, que os veo venir y aquí nunca hay de eso).

Aaron Dembski-Bowden encuentra espacio para todo: un desarrollo de personajes inusual en la franquicia, una trama interesante que se despliega a diversos niveles de lectura y escenas de acción marca de la casa, con verdaderas bastardadas que, de alguna manera, son verosímiles. Digamos que el autor hace un excelente trabajo a la hora de atraerte a todo esto que es… bueno, la vida de unos asesinos malnacidos. Yo he quedado más que satisfecho con la historia, el mal rollo general y el entretenimiento que proporciona. Cada vez disfruto más con sus libros.

Esta vez con una de las mejores historias de la franquicia, una novela que se nota pensada y planeada, con todos los detalles del trasfondo bien aprovechados y un epílogo que te deja con muchas ganas de mas, planteando el escenario de lo que será un enfrentamiento ulterior.
En fin, que se trata de otra propuesta de disfrute gozoso, presta a molar todo lo molable y perfecta para cualquier lector afín.

Nota: 9
Nota goodreads: 4.38/5

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