domingo, 19 de abril de 2020

La dama boba


Esta película se puso una de estas tardes tontas en que uno no sabe bien qué ver, pasea por las películas disponibles y acaba poniendo una obra de teatro porque, bueno, no acaba de saber uno bien porqué.

La Dama Boba es una obra de teatro clásica de Lope de Vega. En ella, dos hermanas de una familia noble han encontrado la mejor manera de soportar los deberes que la sociedad dispone para ellas: una, la dama lista, busca en la superioridad intelectual el modo de saberse mejor que el rebaño de hombres que pululan a su alrededor; la otra, la dama boba, finge ser estúpida para que así nadie la importune. Casualmente, ambas se acabarán enamorando a la vez, lo que hará surgir los celos que nunca habían sentido, obligando a que desvelen sus verdaderas personalidades. 

A estas alturas no vamos a ponernos a desglosar gran cantidad de detalles sobre un autor tan clásico como Lope de Vega. Sus obras de teatro, de las más famosas en lengua castellana, eran casi siempre comedias de enredo con amoríos, malentendidos, un poquito de crítica social y finales felices para que todos se fueran contentos a casa. Incluso leídas hoy día son entretenidas lecturas, muy ingenuas pero siempre divertidas, con el único impedimento del castellano antiguo para poderse disfrutar plenamente.

De La dama boba, una de sus obras más redondas, tenemos aquí una adaptación casi literal del texto original, llevada a la pantalla con fastuosidad de medios y un puñado de actores de primera línea del momento. Desconozco quién pudiera ser el impulsor del proyecto original, pero se nota que se trata de una película en la que hay ganas de hacer las cosas bien. Además, se nota que hay buenos dineros gastados en escenarios y vestuarios. Da gusto cuando hay talento bien usado en la parte técnica. Obviamente, se trató de un proyecto que se estampó a lo grande en las taquillas, pero eso es otra historia.


 Lo primero que llama la atención es que se ha respetado el verso original. Los actores no hablan, sino que declaman. Esto provoca un efecto rarísimo durante los primeros cinco minutos, y apostaría que dificultará muchas cosas a los que están al otro lado del charco. Enseguida me acostumbré, pero sé que echará para atrás a muchos.

La protagonista de toda la película, robando cada escena en que aparece, es Silvia Abascal, que borda su papel de dama boba, variando el tono entre ingeniosa, romántica, boba y emocionante cuando debe. A su alrededor, unas excelentes Verónica Forqué y Macarena Gómez no se quedan precisamente atrás, dando lugar a un trío femenino protagonista realmente de bandera. En cuanto al elenco masculino, tenemos a José Coronado como uno de los galanes. Debemos reconocer su esfuerzo y, realmente, hace un buen trabajo, pero alguien decidió que debía presentarse como una suerte de Jack Sparrow castizo. El efecto es bastante desconcertante. Finalmente, el otro galán es Roberto SanMartin, que carga con el personaje más deslucido de la obra, pero aun así realiza un gran trabajo sacándolo adelante, cosa que tiene más mérito debido a su origen cubano.



En cuanto al propio contenido de la película, se ha cogido la obra original y se ha traspasado tal cual. Por ello, además de los diálogos, se mantiene exactamente la misma trama y los mismos giros, que además están dispuestos tal como se concibieron originalmente. Se nota, en su disposición, en su ritmo, en las reacciones de los personajes, que son de otro tiempo. Como antes con el verso y las declamaciones, echará para atrás a muchos, pero el trasvase está hecho con talento, por lo que si te dejas llevar, se ve con proverbial agrado.

Uno de los temas principales de La Dama Boba es la crítica velada de la mujer de la época. Tanto lo que solía ocurrir con sus necesidades vitales (su único objetivo en la vida debía ser casarse) y lo que se esperaba de una mujer de bien (aceptar el marido que sus padres tuvieran a bien escoger, luego ya aprenderían a quererlo. O no). Las dos damas principales de la obra son unas inadaptadas que no aceptan las normas de lo que se espera de ellas, por lo que intentan escapar, cada una a su modo. Al final, como se enamoran, la inevitable boda se ve con otros ojos, claro. Queda claro que podrán seguir viviendo a su modo, porque los hombres se salen de lo que se espera de ellos (comprar una criada al casarse) y se enamoran de verdad de las damas, permitiendo que sean felices, ante todo. Es una manera bien curiosa de retratarlo.


 La Dama Boba es una de las mejores opciones para tener una obra de teatro en el salón de tu casa, tal como se hacía en el pasado con Estudio 1. Los medios en la puesta en escena son amplios y fastuosos, el elenco es espectacular (especialmente el femenino), y la obra es una de las más importantes de la literatura española. Son ingredientes muy interesantes para pasar un buen rato. Si es que te gusta disfrutar de una representación muy literal de una obra de teatro del Siglo de Oro, claro. Cada uno con sus perversiones que haga lo que quiera.


Nota: 6
Nota: 5.4

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