Recién estrenado mi
nuevo e-book (regalo de navidad), he decidido ir pegando un pequeño repasillo a
los libros con que ya venía incluido, que no son muchos. Entre ellos me llamó
la atención éste, ya que me hizo recordar el coleccionable que sacó hace años
El Periodico de Cataluña, versionando en cómics muchos clásicos de la novela de
aventuras. Pasé buenos ratos leyendo las aventuras de Muley-El Kadel en viñetas
(y no sé cuántas veces las releí), pero nunca había leído realmente los libros en que
estaban basadas.
Título: El león de
Damasco
Autor: Emilio Salgari
Título original: Il
leone di Damasco
“La obra comienza describiendo el ataque del barco de la joven Haradja,
sobrina del poderoso Alí Bajá, a la galera del Bajá de Damasco, padre de Muley,
el León de Damasco, después de hacerlo salir a alta mar mediante una treta. Por
su parte Alí Bajá había capturado al hijo de Muley con Leonor, conocida como El
Capitán Tormenta. Estas acciones tenían como fin la venganza de Haradja por lo
que ella consideraba una traición de Muley.”
Y tal como leí el cómic
hace muchos años, mi sensación es la misma. Es un libro de aventuras exóticas
con mucho aire a los cómics de superhéroes actuales. El paralelismo con las
obras que podemos encontrar en Marvel o en DC es palpable, convirtiéndose en un
claro precursor del género.
La trama en sí apenas
existe, se convierte más bien en una improvisación continua donde Salgari va
escribiendo lo que se le ocurre. Sus personajes pasan mil aventuras emocionantes,
las luchas se suceden por doquier y el ritmo es vivísimo. Acción, espadazos,
cañoneos y explosiones sin parar, todo con una prosa simple y efectiva que se
desliza como nada. Las primeras veinte páginas no tienen mucho que ver con las
últimas veinte, pero el viaje de una a otra no se hace pesado en ningún
momento. Sin florituras ni descripciones exhaustivas, Salgari profundiza en los
personajes y en los ambientes lo justo para que nos enteremos qué ocurre y no
perdamos detalle de la trepidante acción que nos arroja en cada página.
Sus protagonistas, sus
superhéroes del momento, despachan sin problemas las amenazas y los problemas
que afrontan, incluso situaciones imposibles y desventajas insalvables. Sus
contrincantes sufren en todo momento el síndrome del Storm Trooper y son
incapaces de pensar o acertar mientras que ellos desbordan astucia y son
capaces de aprovechar cualquier cosa que tengan a su alcance para conseguir sus
objetivos.
Y esto no ocurre
solamente en el bando veneciano (cristianos, los “buenos”), sino también con su
contrapartidas turcas (mahometanos, los “malos”). La historia se va centrando
en los dos bandos indistintamente y cada vez que cambia el punto de vista, se
invierten quienes son los defensores de la justicia y la razón y quienes son
unos impíos herejes sin seso ni astucia que no merecen otra cosa que la muerte.
La incompetencia de todos los personajes masilla frente a los
héroes/antagonistas es a veces demasiado grotesca convirtiendo a pretendidos
héroes de renombre en auténticos patanes según el capítulo y quién tiene el
protagonismo en cada momento.
Los dos bandos están
cortados por el mismo patrón, con personajes y roles repetidos, como si sólo se
diferenciaran por el traje que llevan y la religión que profesan. En ambos
casos tenemos un protagonista femenino principal (El Capitán Tormenta y Haradja)
que lleva a cargo el peso de la historia, alejándose del papel de princesitas
delicadas propio de la época. Son bellísimas y ya tal, pero son mujeres de
armas tomar que deciden su propio destino y no tienen ningún miramiento en
atravesar cuerpos o rebanar cabezas, siendo además las mejores espadas de sus
respectivos ejércitos. Mujeres tercas, decididas y valientes, líderes naturales
de sus tropas y dispuestas a todo para cumplir sus objetivos. El odio mutuo que
se profesan complementa lo copiaditas que son. Si no es por el contexto, puede
costar incluso distinguirlas.
Sus partenaires
masculinos son Muley el-Kadel (El
llamado León de Damasco, un turco renegado) y Metiub (el maestro de Esgrima de Haradja), ambos enamorados de las
protagonistas. Se convierten ambos en el epítome de la caballería, rectos,
honorables, valerosos… Unos aburridos vamos. Estos Capitán América sin carisma
se convierten en espadas andantes y poco más que picadoras de carne que
presumen de lo buen defensores de la fa que son.
A su alrededor gozan
todos de un par de fieles servidores (nombres y poco más) que sirven de alivio
cómico y permiten descansar de la perfección que despliegan sus señores.
Salgari aprovecha y
añade unos cuantos personajes históricos con la intención de dar un poco de
lustre a la recreación histórica (liviana, siendo amables), como Juan de
Austria, Sebastián Veniero, Alí Bajá…No es que tengan mucha importancia, pero
oye, ¡como mola tener a estos nombres por ahí implicados!
El libro es casi un
compendio de aventuras pseudoindependientes con un sabor añejo muy entrañable y gustoso, sirviendo de claro
precedente de la fantasía heroica o los éxitos de Marvel/DC. Su desarrollo es
claramente irregular y sus personajes son clónicos pero no se complica la vida
en artificios extraños, convirtiéndose en un libro francamente entretenido para devorar sin exigencias.
Nota: 5
Nota goodreads: 3.84/5
Yo lo leí de chaval y me encantó. Me gustó más la segunda parte, El capitán Tormenta. Es un libro juvenil desde luego, más que para adultos
ResponderEliminarAventuras sin complejos ni complicaciones, estoy de acuerdo. Como tu dices, ideal para la leer cuando se es un chaval :)
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